Chels y yo nos conocemos desde que tengo memoria, sin falta ha estado siempre a mi lado. Realmente no puedo recordar una sola vez en la que ella no haya compartido los momentos más significativos de mi corta vida.
Nos conocimos en primer grado de primaria. Chels se acababa de mudar al lugar y era una nueva chica rica. Siempre jugando en el fango y correteando por todas partes. Ningún padre quería que sus hijos se acercaran a ella porque creían que, junto a su actitud de niña pobre, estarían presentes los piojos y las malas costumbres. Pero yo nunca lo creí posible. Ella era demasiado alegre y distraída, como para poder hacer algo malo en contra de alguien y que fuese adrede.
Ella me parecía interesante, la manera en la que nada la preocupaba, aunque la regañaran sin parar sobre el tema.Siempre llevaba una sonrisa en el rostro, aunque los chicos fueran malos con ella. Creí que nunca hablaría con ella hasta que la defendí y todos se volvieron en mi contra. No pensé que ella también me defendería y mucho menos que se abalanzaría a golpear a dos niños, solo porque me empujaran.Luego de eso nos volvimos inseparables y con el tiempo los padres y niños se dieron cuenta de la gran persona que es.
En cuarto de primaria, una chica fue transferida a nuestra escuela y como se vía muy sola por los pasillos,Chels decidió acercarse a ella. La unió a nuestro muy pequeño círculo de amigos que se remontaba a solo nosotras y compartimos muchas cosas con ella. Su nombre era Stacy, rubia de ojos azules, toda una ternura como para apretar sus cachetes y nunca soltarlos.Pero conforme el tiempo fue pasando y la pubertad tuvo su efecto sobre nosotras, ella empezó a destacar.Tenía un cuerpo increíble y los chicos la adoraban; a ella por supuesto, le gustaba la atención, hasta que un día los populares la invitaron a su mesa. Su presencia era cada vez menor junto a la nuestra y cuando estaba presente era como si fuera otra persona.
En nuestro último día de primaria, se comportó como una bruja, me dijo que ningún chico en su sano juicio le placería estar conmigo en una relación, soloporque a los hombres no les gustan las chicas que no tienen pechos grandes o el pelo largo. Y me dolió porque mi pelo, por más que trate, nunca creció lo suficiente y era mi vena sensible. También se abalanzo en contra de Chels, afirmando que ningún chico tomaría enserio a una chica que se comportara como un colega más del montón. Dijo que si quisieran otro amigo lo buscarían en el vestidor de hombres y hablarían sobre todos los deportes que quisieran sin hacerse llorar entre sí.
Debí dejar que Chealse la golpeara en ese momento, pero yo sabía que no valía la pena rebajarse a ese nivel tan insignificante.Así que, hice lo que creí mejor, darme la vuelta y seguir caminando a un lugar más interesante.
***
—Oye, ¿estás bien? —preguntaChels sacándome de mis pensamientos—. Te noto algo pensativa, no vaya a ser que se te funda el cerebro.
La vi sonreír junto a Alex.
—Es cierto, Sarah —dice Alex para mirarme a la cara—. Te noto distante ¿algo que comentar?
De acuerdo, este es un tema que no quiero ni puedo compartir con Alex por el momento, así que, tengo que pensar rápido.Miro a mi izquierda un veo a un chico con el ejemplar del día del periódico escolar y se me ocurre rápidamente que decir.
—Perdonen chicas, es que no puedo evitar quedarme en el aire imaginando como beneficiaria la publicación de lo de hace rato en la cafetería. —dije sonando distraída—. Creo que mejor trabajo en eso. Nos vemos más tarde.
—De... acuerdo.—dijoChels un poco distraída—.Supongo que te veremos más tarde.
Me levante para dirigirme a mi habitación, pero la verdad es que no estaba muy de humor como para escribir, aunque sabía que tenía que hacerlo. Lo más probable es que me quede hasta tarde otra vez para poder terminar mi artículo a tiempo antes de ir a clase mañana, eso sería lo más común en mí. Cambie mi rumbo hasta el área de la piscina, ver el agua me ayuda a aclarar mis ideas.
Cuando llego no tengo una linda sorpresa y me dispongo a irme, pero ella me llama.
—Espera Sarah.—dice Stacy haciendo que me gire a verla.
—¿Qué? —digo lo más cortante que puedo—. Necesitas sentirte bien luego de que alguien te trate como la basura en la que te convertiste.
—Lamento mucho lo del comedor.— dice tratando de verse arrepentida.
—Solo lo del comedor.—digo para dar pequeños toquecitos a la punta de mi nariz con mi dedo índice—. Entonces... veamos.Lo de la primaria quedo atrás, al trasladarnos de colegio solo fue una broma inocente, ¿y lo de ahora que es? ¿Quieres ayudarnos a fortalecer nuestro carácter? ¿Acaso somos una muy mala obra de caridad? ¿O humillarnos solo ha sido tu pasatiempo favorito desde que te empezaste a juntar con las zorras como tú?
Estaba molesta, hastiada, y harta de ser pisoteada y de sentirme mal por alguien a quien creí mi amiga una vez. Pero solo fue un lobo que se disfrazó de oveja.Ya me cansé de esperar a que vuelva a ser la chica tierna que una vez conocí.
—Reconozco que no fui la mejor de las amigas... pero quiero cambiar.—dice con los ojos cristalizados—.Quiero volver a ser como antes, cuando solo éramos Chealse, tú y yo.
—No me hagas reír Stacy, ¿ahora quieres cambiar? Acaso no vez que eras tan poca cosa para nosotras, que fuiste reemplazada. —dije cruzándome de brazos—. ¿Te digo porque Chels y yo,no aceptábamos a otra persona? Es simple, no queríamos perder el tiempo dejando a entra a otra basura como tú, sino que decidimos ser más... ¿Cómo ponerlo en términos qué entiendas? Exclusivas.
Al decirle aquello, puede ver cómo le temblaba el labio inferior. Supe que le había dolido. Quizás me haya pasado un poco, pero si me pongo a pensar en todo lo que nos ha hecho a Chels y a mí, me deshago de inmediato de la idea de ser buena con ella—. Ahora si me disculpas, tengo cosas más importantes que hacer que quedarme aquí y comprobar si ser zorra es un virus o algo así.
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a la mierda con todos
Aléatoirenadie puede escoger en que familia nacer, ni que puñeteros problemas les toca solucionar y de el futuro... de eso mejor ni hablemos, no puedo decir que me queje de mi vida, después de todo, Dios le da las más grandes batallas a sus mejores soldados...