Doble mierda

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Pov: Mathew

     Joder!!!..... Me cago en la puta.

    Paso mis manos una vez más por mi cabeza y gruño. ¿Pero que mierda?

   ¿Que demonios le sucede a esta gente?

     Unos pequeños golpes en la puerta me sacan de mi retahíla de maldiciones.

-Señor, el licenciado Muñoz esta aquí.- dice mi secretaria.

          Dios... Justamente ahora. Suspiro de forma audible.

-Que pase.- le digo. La escuchó salir para unos segundos después escuchar los pasos del que posiblemente será mi nuevo socio.

-Buenas tardes señor Lombardi.-saluda.  Me levanto y le correspondo el saludo de manos.

-Buenas tardes Muñoz.- le indico asiento con un gesto de manos y procede a sentarse.- Bien, entrando rápidamente en materia ¿Leyó el contrato?- pregunto sin mucho rodeos.

-Si. Y he de decir que hay algunos puntos con los que no estoy de acuerdo.- expresa y cruza los pies.

    Le miro de forma interrogante. No entiendo cuales son esos malditos puntos con los que no esta de acuerdo, si los redacte yo mismo y las estipulaciones están más que claras.

-Explicate.-  le digo.

-El punto 20 no me parece justo. Quiero la mitad de los ingresos del hotel.- una carcajada sale de mi sin que pueda controlarla. ¿Pero este que mierdas se creé?

-Acaso ¿Olvidas que tu sólo estas poniendo la cáscara de hotel que te heredo tu abuelo?- le inquieto con el rostro neutro.- Espero que no.-

    Veo como la rabia crispa en sus ojos a lo que yo me enderezó mejor en mi asiento y suspiro.

-No es que...- empieza a decir.

-No te estoy obligando.- le interrumpo y me levanto de la silla - Si crees que el contrato no esta siendo justo, olvidemos este negocio y listo. Si es así le agradecería que se retire señor Muñoz púes tengo negocios que cerrar.

   Veo como inmediatamente descruza las piernas y se pone de pie.

-Espere señor. Si quiero hacer negocios.-

-El 30% es lo que le puedo dar. Tenga en cuenta que yo daré el dinero para la remodelación del edificio y lo equipare con nuevos interiores y demás. Sin contar con las contrataciones de nuevos empleados competentes ante todo.- expongo.

-Tiene tazón. Firmemos.- asiento satisfecho.

        Estúpido, sólo el que quiero me lo mete por detrás.

  

     Una vez firmado el contrato, sellamos con un apretón de manos y se va. Vuelvo a sentarme y suspiro de cansancio.

    Pienso en Jessy, en cómo estará. Ese es otro tema el cuál me tiene tenso, ella ya esta en el mes, muy pronto tendré a mi pequeña en brazos. A decir verdad estoy un poco aterrado, no se que tan buenos seremos como padres, pero espero y estemos a la altura.

~*~

-Señor.-

-Si.- respondo entre dientes. Se que ella no tiene la culpa de que este de tan mal humor el día de hoy, pero es que no se con quien más pagar.

-Llamaron de recepción, dicen que hay un señor llamado Marcos que pide hablar con usted.-diablos.

    ¿Que demonios quiere esta vez?

     Esta gente me tiene harto, cansado.

-Que suba.- digo .

    Me dispongo a recoger el escritorio y a guardar el ultimo contrato firmado por el día de hoy. Una vez término, me siento derecho en la silla. No pasan diez minutos cuando escucho varios toques en la puerta, y le doy el monótono pase.

    La puerta se abre dejandome ver al cabrón de Marcos junto a una señora de no más de 40 años. Frunzo el ceño púes nadie me dijo que venia acompañado.

    Observo con detalles a la señora y, no me toma mucho tiempo descubrir que es la madre de Jessy gracias al gran parecido que tienen ambas. Así que está es la mujer que dio a luz a tan hermoso ser.

-Querido cuñado.- saludo sarcástico Marcos.

- ¿Que quieres? O mas bien ¿Que quieren.- exijo mirando a la señora, si es que se le puede decir señora.

-Tu sabes que es lo que queremos.- dice la señora.

     Doble mierda.

     Esto es el colmo. Primero el señor Muñoz y,  ahora  esto ¿Que coño estoy pagando?

    Llevo mi mano derecha a la parte frontal de mi rostro y lo masajeo, increíble. Cuento hasta diez en mi fuero interno y suspiro de forma audible en busca de agarrar de donde este a mi insistente paciencia.

-Señora...-

-Alicia Jiménez.- completa ella.

-Señora Jiménez ¿Cual es la razón de su visita? Porqué que yo sepa, y si memoria no me falla ni usted ni su inepto hijo y, sin contar al resto de su podrida familia querían saber de Jessy, mi esposa.

    Veo como con sólo mencionar el nombre de mi dulce mujer Alicia arruga la cara, eso hace que mi instinto asesino, ese que no sabía que tenia aflorara. Juro que si se atreve a ofender a Jessy se le acabara la fiesta de cumpleaños que tiene.

-Quiero ver a m...a mi hija.- Dios, ya es suficiente.

- ¿Quien se creé usted que es?.- preguntó de lo más borde.- Mire señora, me vale mierda lo que quiera. Quiero que se aleje de mi mujer y ésta es la última vez que se lo digo a usted y a su hijo. Ahora fuera de mi vista.-

-Te diré algo cuñadito y, lo puedes tomar como se te de la gana; si no permites que veamos a Jessy atente a las consecuencias.- sentencia para luego tomar a su madre de la mano y largarse.

-Me lleva el...- grito y golpeo el escritorio con furia.

   Timbra el teléfono y resoplo.

-Y ¿Ahora qué!!?- ladro.

-Se..señor. Han llamado de su casa. Su esposa esta en trabajo de parto y se encuentran de camino al hospital.- y ahora es cuando vuelvo y digo... "Doble mierda".



.................

Hola...siento la tardanza, es que con los deberes de la uní no doy para nada más..... Las amodoro y no me odien... Esta nota es rápida porque tengo deberes que hacer...

Chaito

 

  

¡Bajo las garras del placer...! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora