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[Hoseok]

Lo difícil del lunes no fue evitarle o esconderme de él, sino mantener mis instintos de llevarle a un baño y terminar lo que dejamos a medias en su casa. Una parte de mi ser se moría por hacerlo, por tirarse de cabeza y sucumbir a tal tentación, pero la mano que tiraba de mí hacia la realidad seguía presente. Era esta última la que me invitaba a ignorar a Taehyung las siete veces que había intentado entablar una conversación conmigo esa mañana.

Algo de lo que sí estaba seguro era que no había contado nada. ¿Qué como lo sabía? Pues por Jungkook. Nuestra relación seguía siendo exactamente la misma, aquella en la que nos odiábamos y casi ni nos dirigíamos la palabra a menos que fuera para molestar. Probablemente si se enterase de lo que hice con Taehyung, habría venido a primera hora a intentar romper cada uno de mis huesos. Sí, obviamente se quedaría en eso, un intento.

Agarré los libros de mi taquilla y me dirigí de nuevo hacia mi clase. Jimin iba a mi lado, y aunque desprendía un aura de felicidad, apenas abría a boca estos días. Tenía un comportamiento tan extraño que miedo me daba preguntar por si su respuesta estaba relacionada con las drogas.

- ¡Hoseok! –alguien se agarró a mi espalda. No tuve ni que girarme para reconocer esa voz, de hecho, hasta podía imaginar su alegre expresión aún sin verle el rostro. – ¿Te saltas las dos últimas horas? He pillado a uno de mi clase para que nos invite a un karaoke.

- No lo creo. Mi hermana viene a cenar a casa y debería volver pronto.

- Vete un poco antes y ya esta.

- ... –valoré un par de segundos su idea y él me miró con la típica sonrisa de niño esperanzado. Lo increíble de Mark era la capacidad que tenía para seguir adorable incluso en medio de una pelea. Pocas veces dejaba de sonreír, y convenía no presenciarlas. – Está bien. Pero solo unas horas. No quiero terminar como la otra vez, hoy tengo que volver pronto, ya lo sabes.

- Responsabilidad, prometido –hizo una especie de gesto extraño de promesa y luego me rodeó con el brazo amigablemente. – Por cierto, ¿dónde está Jimin? –echó un vistazo a nuestro alrededor y ladeó la boca con preocupación. – Aún no le he comentado los planes.

- ¿Eres idiota, Mark? –preguntó el castaño mirándole de reojo con desdén antes de devolver la vista a su móvil. El rubio estalló en risas y cambió de lugar para ir a abrazar a Jimin en mi lugar, quien le ignoró soberanamente. No pude evitar acordarme de Yoongi. – ¿Cuanto tiempo llevabas esperando para hacer la broma?

- ¿Qué broma? No te vi porque eres un enano, nada más.

- Esos tres profesores que se acercan no van a impedir que te rompa la cara si me sigues provocando –advirtió con total tranquilidad, terminando por guardar el móvil y formar una forzada sonrisa.

- No te enfades, ya sabes que es broma –respondió el rubio riendo y revolviendo el pelo de su amigo. Por un momento pensé que Jimin realmente iba a cumplir sus palabras, pero finalmente relajó su mandíbula y se calmó. La mejor opción sin duda. – Yo no puedo, he quedado.

- ¿Has quedado? ¿Con quién? –pregunté curioso. Ultimamente no tenía noticias de ningún ligue de Jimin, por lo que probablemente sería alguna persona que acababa de conocer. Alguien sin importancia con el cual tan solo compartiría alguna sesión de sexo, y obviamente sin compromiso. – No me digas que es Jihyo.

- ¿Quién?

- ¿Esa es la morena del "C"? ¿La que siempre lleva unos pendientes de aro enormes? –preguntó Mark. Asentí y Jimin abrió la boca, poniéndole finalmente cara al nombre. Seguidamente negó.

Mírate [Vhope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora