60.

28.5K 3.4K 7.1K
                                    

[Taehyung]

No podía dejar de sonreír mientras caminaba de la mano con Jin, emocionándome solamente con imaginar la cara que pondría mi mejor amigo al verme.

Aprovechando que sus padres se iban todo el fin de semana, Jin me invitó a cenar ese mismo viernes, y por ese motivo nos encontrábamos volviendo juntos de la escuela; todo esto a espaldas de Jungkook, claro. Y bueno, también a espaldas de sus padres, pero a estos últimos no se lo pensábamos develar jamás. Supuestamente Jungkook estaba castigado y no podía recibir visitas, así que más nos valía guardar bien el secreto.

- ¿Vas a cocinar tú, hyung? –pregunté ilusionado con solo imaginarlo. Era obvio, pues muy arriesgado sería dejarnos las tareas culinarias a Jungkook o a mí, pero prefería asegurarme.

- No sé si me dará tiempo –le miré extrañado. Por este tipo de cosas prefería asegurarme antes de hacerme ilusiones, aunque me las hiciera de todas formas. – He quedado en dos horas, Tae.

- Pero en dos horas da tiempo a cocinar.

- ¿Y se puede saber cuándo me arreglo?

- ¿Cuándo termines de cocinar? –por la cara que puso, no debió ser una buena idea. – ¿Mientras cocinas? –de nuevo, proposición errónea.

Al final, en todo lo que duró el camino conseguí convencerle de que podría apañárselas con una hora para vestirse y terminar de arreglarse, y de esa forma, invertir el tiempo restante en mi cena y la de Jungkook. Era un plan tan genial, que nada más llegamos a su casa y abrió la puerta, subí corriendo los escalones hasta el segundo piso en busca de la habitación de Jungkook para contárselo. Ya ni siquiera me acordaba de la sorpresa, era mucho más importante la noticia de que cenaríamos comida hecha por Jin.

- ¡A-ah! ¡Aaa-ah, ahí, más!

Me quedé quieto al escuchar la voz de mi amigo tan aguda. Jamás la había oído de esa forma, y ni siquiera sabía si me hablaba a mí. ¿Más? ¿Más qué? Avancé otro paso, por si se refería a eso, pero los sonidos no variaron en nada hasta segundos más tarde.

- ¡Ah, ahí, a-ah! ¡Mmmhg! ¡M-mmg! ¡Mm-ah, no me quites la a-almohada, idiota! ¡A-AHH!

Pegué la oreja a la puerta, intentando descifrar lo que estaba sucediendo. Juraría que escuchaba la voz de otra persona junto a la de mi amigo, pero ni siquiera podía imaginar quien era. Jin estaba abajo, y sus padres ya se habían marchado hacía horas.

- ¡Taehyung, no seas cotilla! –pegué un salto al escuchar la voz del mayor. Con una mano en el pecho, retomando el aliento, volví a relajar los músculos. Jin era la persona más omnipresente del mundo, te lo podías encontrar donde menos lo esperabas. – ¿Por qué no entras? ¿Estás espiando a Jungkook?

- N-no, hyung, es qu-

- ¡Aahhh, más, más, m-más! ¡Más fuerte! ¡Ammgh, a-ah!

Y entonces Jin escuchó lo mismo que yo, y por la cara que puso, él debió entender de inmediato lo que sucedía. No actuó como yo, quedándose quieto, sino que frunció el ceño, casi echando humo por las orejas, y abrió la puerta de improviso, con tanta fuerza que no entiendo como no la rompió por el manillar.

- ¡JEON JUNGKOOK, CÓMO SE TE OCU-

- ¡AHHHHHHH! –ese grito fue muy diferente a los otros. Levanté la vista y atisbé a ver como la gran manta de la cama de Jungkook caía sobre él y su acompañante, cubriéndolos por completo. Al segundo, el menor volvió a asomarse, mirando a su hermano con el mismo enfado que este tenía– ¡¿QUIERES MATARME DE UN SUSTO O QUÉ?!

- ¡No quiero matarte, voy a matarte, maldito pervertido, Taehyung os ha escuchado! –Jin se acercó a la cama y le dio un golpe en la cabeza al pelinegro. – ¡Más te vale echarle en menos de un minuto o te juro que lo castro! –no sabía exactamente a quien se refería, pero supuse que era a la persona que se encontraba bajo la sábana. Jungkook refunfuñó en voz baja, suspirando y tomando grandes inspiraciones al mismo tiempo. Parecía cansado, muy cansado, incluso más que en clase de educación física. – ¡¿Me has oído?!

Mírate [Vhope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora