72.

27.6K 3.2K 3K
                                    


[Taehyung]

Lo único bueno del castigo era que terminaba esta semana y que a pesar de todo podía seguir llevando gente a casa. Lo malo, era que me había costado tres semanas sin salir, y que a pesar de todo, Hoseok tenía que seguir colándose a escondidas porque decía que si mi hermana le veía, lo iba a matar, y él no quería eso. Yo tampoco quería eso, pero en mi opinión, exageraba. De todas formas tampoco iba a quejarme, pues le había terminado cogiendo el gusto a verle aparecer por mi ventana.

- No puedes imaginarte los gritos que pega –Jungkook estaba en mi cuarto, tirado en mi cama y despotricando sobre su hermano, quien al parecer últimamente no paraba de llevar a Namjoon a su casa cuando sus padres no estaban. – Se quejaba de mí cuando yo a penas hago ruido y mirale a él.

- Prefiero no verle.

- Haces bien –murmuró con rencor.

Según mi amigo, el noventa por ciento del tiempo que Namjoon pasaba en su casa, Jin se dejaba las cuerdas vocales. Incluso me contó que les regaló una almohada rosa para que la usaran, pero no funcionó y terminó encontrándola hecha pedazos en su cama al día siguiente.

- ¿Y porqué no invitas a Jimin? –Jungkook me miró extrañado, y yo seguí contándole mi gran idea. – Podéis hacer una pelea y quien más grite gana –su expresión empeoró, tornándose a una mueca de asco. Murmuré varios insultos inaudibles y forcé una sonrisa. – Era broma.

- Estás enfermo.

- ¡Te he dicho que era broma!

- Sí, claro, como digas... –por la forma en que rodó los ojos y se acomodó en mi cama, tumbándose completamente, supuse que realmente no me había creido, pero tampoco me importó mucho. Seguro que lo olvidaría al segundo. No era la primera situación en la que tomaba por raro algo que yo decía. – Por cierto, he hablado con tu hermana y hemos llegado a la conclusión de que no puedes salir con Hoseok.

- Ahá –me acomodé en el suelo, abriendo el manga que tenía tirado y poniéndome a leer la primera página que encontré. No me costó coger el hilo, pues lo había leído como ocho veces. Además, cualquier letra de ese libro me interesaba más que la charla que iba a darme Jungkook.

- Somos dos contra uno.

- Pues mierda para cada uno –respondí sin pensar. Inmediatamente me percaté de lo que había dicho y levanté la vista con una avergonzada sonrisa. – quiero decir...–tosí disimulando la reciente situación y le levanté el pulgar. – que me alegro por vosotros.

- ... –permaneció en silencio un rato, momento que aproveché para desviar de nuevo mi concentración al manga que aún permanecía abierto entre mis manos. Era el nuevo tomo de una saga nueva que acababan de sacar hacía poco, y trataba sobre gente con máscaras que mata a otra gente. Era alucinante. – ¿Taehyung?

- Te escucho –respondí por inercia, emocionándome internamente por una escena que ya había releído como veinte veces.

- Deja a Hoseok.

- No.

- ¡Oh, vamos! –se incorporó sentándose en la cama, como un niño cuando está enrabietado. – ¡Lo digo por tu bien! –empezó a acercarse, inclinándose aún sin bajarse de la cama, sacando medio cuerpo de esta hasta llegar a alcanzarme. Yo, que ya había previsto sus intenciones, aparté el manga antes de que pudiera quitármelo de las manos, y me alejé rodando hacia la otra punta de la habitación, donde seguí leyendo. – ¡Taehyung, hazme caso!

- Te hago caso. Tan solo no digo lo que quieres oir.

- Está jugando contigo. Te trataba mal, recuerda cuando venías llorando porque decías que no te había obligado a ladrar delante de toda la clase para que te dejara entrar –un escalofrío me recorrió de pies a cabeza al rememorar aquellos momentos. Por mucho que lo intentara, me costaba olvidarlos, y Jungkook lo notó. – Recuerda lo que le hizo a tu hermana y Moonbyul.

Mírate [Vhope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora