[Taehyung]
Tan solo quedaban tres dÃas para que Jungkook pudiera volver al colegio, tres dÃas que se me hacÃan eternos. No podÃa concentrarme en las clases por pensar en estar de nuevo con mi mejor amigo. Incluso hasta echaba de menos cuando salÃa a fumar y sin querer me echaba todo el humo en la cara provocando que me pusiera a toser sin control. Le echaba tanto de menos que solo podÃa pensar en verle, y además, en cierta parte, eso me ayudaba a olvidar ciertos temas que no querÃa ni plantearme.
¿Qué temas? Pues por un lado el de siempre, Hoseok, pero por otro, se le habÃa añadido uno mucho más complicado y que hasta hace poco me daba miedo hasta pronunciar su nombre. SÃ, hasta hace poco, porque ahora Jaebum desprendÃa un aura tan encantadora que no parecÃa la misma persona, y en consecuencia, se me hacÃa imposible verle de esa forma.
No era Jaebum, no era el chico que tanto me aterraba hacÃa un tiempo. No era él, realmente no lo era, habÃa cambiado. No entendÃa porque lo habÃa hecho, pero ahora comprendÃa el porqué a Jungkook llegó a gustarle tanto.
Desde hacÃa unos dÃas, me saludaba siempre que me veÃa, me ayudaba con los apuntes y sujetaba la puerta cuando veÃa que iba a entrar tras él a algún sitio. Era muy amable y dulce, siempre hablándome con una sonrisa. Casi me hacÃa olvidar el que Jungkook no estuviera. Casi, pues obviamente mi amigo era insustituible.
De cualquier forma, me gustaba el cambio, me gustaba el nuevo Jaebum, me gustaba como me trataba. Me gustaba tanto que no comprendÃa ese cambio de actitud en Hoseok con su amigo. Ahora que a mà comenzaba a agradarme, ahora que comenzaban a caerme mejor sus amigos, él parecÃa vivir en un estado de amargura constante.
Siempre que le veÃa, estaba enfadado, o al menos eso mostraba su rostro. Quizás era envidia o miedo de que pudiera quitarle a su amigo, y asà tal cual se lo comenté a Jaebum en medio de clase de educación fÃsica, cuando nos obigaron a formar parejas. TenÃamos que ayudarnos a hacer abdominales, primero sujetando los pies de uno, y luego cambiando roles. Era divertido, y lo mejor es que podÃamos hablar al mismo tiempo.
- ¿De verdad crees que es eso? –preguntó a punto de reÃrse. Seguro que no lo hizo porque llevaba sesenta abdominales seguidas y se estaba quedando sin aire. – ¿Qué no quiere que seas mi amigo por si le quitas el puesto? –asentà con total convencimiento.
En ese momento el profesor dio un pitido, anunciando nuevamente un cambio de roles. Jaebum se incorporó y yo me tumbé, esperando a que se colocara sobre mis pies. Cuando el segundo pitido sonó, comencé a subir y bajar a un ritmo que marcaba yo mismo mentalmente. No iba tan rápido como Jaebum, pero al menos no era el más lento de toda la clase.
- ¿No crees que pueda ser por otra razón? –preguntó en voz alta, para que asÃ, aunque estuviera con la espalda en el suelo, pudiera oÃrle. Fruncà el ceño y volvà a bajar, sospesando su teorÃa. – Como por celos, pero de otra persona.
- ¿Celos de otro? –asintió con una pequeña sonrisa. Seguà pensando en su idea, pero terminé encogiéndome de hombros y negando al tiempo que subÃa y bajaba por décima vez aproximadamente. – No, estoy seguro de que es por lo que te he dicho.
- Ah. Quizás tengas razón.
- Claro –seguà con mis abdominales, intentando disimular que ya comenzaba a costarme coger aire. Eché un vistazo a mà alrededor, en busca del profesor, y cuando le divisé dándome la espalda y mirando unas hojas en su mano, me dejé caer sin pensarlo dos segundos, tomándome un descanso. Jaebum rió en voz baja, pero no dijo nada. – ¿No vas a decirle nada?
- ¿Eh? –ladeó la cabeza con desconcierto, y tras apoyar sus manos sobre mis rodillas, se inclinó ligeramente sobre mÃ. – ¿A quién?
- Pues ya sabes –busqué a Hoseok entre las parejas de clase. No tardé ni un instante, pues desde que habÃamos comenzado, le tenÃa localizado. Namjoon -su pareja en el ejercicio- estaba tumbado, exactamente igual que yo, solo que él llevaba asà desde el primer pitido. Cuando nos encontramos con la mirada de Hoseok, la cual llevaba clavando en nosotros bastante rato, Jaebum le saludó alegremente agitando la mano y yo aparté la vista, cohibido. – A Hoseok...