Capitulo 8- Me gusta

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Dije, Camila sonrió y nunca dejó de ver mis ojos, podía sentir como me traspasaba con la mirada, como me sentía tan pequeña cuando Camila me miraba directo a los ojos, con esos ojos color chocolate que brillaban y me daba una sensación de felicidad enorme, sin embargo, en estos momentos, me sentía intimidada, por sus ojos, por su sonrisa engreída y por la forma en la que miraba mis labios durante algunos segundos.

Yo, Lauren Jauregui, intimidada, eso es nuevo.

-C: Tu puedes creer lo que quieras, pero en realidad, no me conoces lo suficiente como para saber si en verdad te estoy coqueteando o por el contrario, soy así con todas las personas con las que tengo la oportunidad de interactuar, no sabes si me gusta decirle cumplidos a las personas con las que hablo o si solo me gusta hacerlo con mi dueña, la hermosa chica con cabello negro y largo, con unos labios apetecibles, una figura envidiable y una voz ronca que te causa escalofríos.

Bien, esto ya lo esta haciendo a propósito.

-L: De acuerdo, no te conozco lo suficiente, pero lo que me acabas de decir si es un coqueteo, soy experta en esto, Camila, lo haces con toda la intención.

-C: Si estas tan segura de que te estoy coqueteando, entonces piensa eso, ya que yo no te lo voy a confirmar, porque se que es lo que deseas, que te lo confirme.

-L: ¿Sabes que? No me gusta que no me digan lo que quiero saber en cuanto lo quiero saber.

Hablé, intentando sonar segura pero mi voz salio mas como una suplica de que me confirmara lo que quería saber en lugar de hacerle entender mi molestia por sus palabras y cumplidos.

-C: Lo siento.

-L: Un lo siento no es...

Entonces antes de que pudiera terminar mi frase, la puerta de mi oficina se abrió de pronto dejando entrar a Bea, mi secretaria, por lo que la miré y enseguida llevé mi miraba a Camila que seguía flotando, pero Bea solo me miraba a mi, y entonces, Camila me guiñó un ojo y se quedó en la misma posición en la que estaba.

Genial, ahora es invisible.

-Be: Señor Jauregui, ¿en que momento regresó? No lo vi entrar.

-L: Amm.. fue cuando... entré cuando tu no... tu no estabas en tu escritorio.

-Be: Eso es imposible, yo no me he movido de mi lugar en ningún momento.

En ese instante, estaba comenzando a sudar nerviosa, es decir, como le explico a mi secretaria que una chica mágica me teletransportó desde el parque hasta aquí, eso es absurdo.

-L: Si... bueno...

Sin saber que hacer o decir, observé a Camila que escuchaba y miraba la escena divertida, pero en cuando me miró, soltó una fuerte carcajada y de inmediato hizo ese movimiento con su dedo sobre su rostro y luego miré a Bea.

-Be: Oh, ya lo recordé, me moví de mi escritorio un par de minutos, supongo que fue cuando usted entró.

-L: Exacto, si, eso pasó.

Benditos sean los poderes mágicos de Camila.

-Be: Bueno, vine a dejar la invitación de un evento de caridad que se realizará el sábado, la señorita Jauregui estaba invitada pero al ella haberse ido de vacaciones, me informó por medio de otro memorándum que me envió hace media hora que usted la remplazara en dicho evento, así que, aquí esta.

Dios, el evento, lo habia olvidado.

Entonces Bea se acercó a mi y me entregó la invitación, yo la tomé, le di una pequeña sonrisa y miré a Camila unos segundos, que me sonreía con superioridad.

En otro cuerpo (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora