Mi nombre es Lauren, o ese era, hasta que un día, mi vida cambio radicalmente, pero antes de contarte esta historia, me gustaría preguntarte:
¿Que harías si un día despiertas y te das cuenta de que algo ha cambiado en ti y no sabes que es?
Y con esa...
Dije en su oído aun en nuestro abrazo y lo único que yo escuche de su parte fue una pequeña risa nerviosa y sentí un beso en mi mejilla y ella después me observó, sus ojos ya no se miraban tristes y en sus labios habia esa sonrisa que me gustaba ver en ella.
-L: Te extrañé.
-C: Pero solo estuve lejos una tarde y una noche.
-L: Lo se, pero eso fue mas que suficiente para extrañarte, mas considerando el hecho de que vives pegada a mi las 24 horas del día, los siete días de la semana, así que, si, te extrañé.
-C: (Sonrió) Yo también te extrañé, Lolo...
Y después solo nos quedamos en silencio, ella me observaba y yo a ella, habia una paz y una tranquilidad en esa habitación esa mañana que me gustaba, mis brazos sosteniéndola de la cintura mientras ella me rodeaba también me llenaban de alegría, y ahí supe que no quería volver a pelearme con ella, que prefería tenerla encima de mi colmandome la paciencia que teniéndola lejos.
Un suspiro escapó de mi garganta y comenzaba a ponerme nerviosa por la cercanía que teníamos en ese momento, por como sus ojos me miraban y por como sus labios se curveaban en una linda sonrisa, y eso fue lo que hizo, que por primera vez, la que escondiera el rostro en el cuello de la otra fuera yo, porque el contacto visual me estaba afectando de una manera extraña.
En cuanto hice ese gesto de nerviosismo y mi rostro acaricio su cuello, escuché su risa y como dejaba un beso en mi cabeza mientras acariciaba mi espalda con lentitud para después ella dejar salir un ruidoso suspiro.
-C: ¿Te importaría si duermo aquí un rato? Anoche no pude dormir mucho.
-L: Has lo que quieras, por mi no hay problema y lo sabes, Camz.
-C: ¿Tu dormirías conmigo?
-L: Yo hago lo que mi chica mágica quiera.
Y así, sin verla a los ojos, ambas nos acomodamos en la cama, y yo esperaba que se acercara a mi y me abrazara como siempre lo hacia, pues en estos dos meses que han pasado, siempre dormía conmigo y de la nada se encargaba de abrazarme y dormir así, yo estaba acostumbrada a eso, pero esta vez no sucedió, ella solo se giró en la cama, dándome la espalda, yo la observé escasos segundos y una vez mas, por primera vez, la que la abrazó para dormir fui yo, ella dejó salir un suspiro, yo también y nos quedamos dormidas.
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-L: Dime, Camz ¿has ido a un parque de diversiones alguna vez?
Pregunté en cuanto me senté en el sofá a su lado, pues ella se encontraba viendo Bob Esponja (demasiado infantil para mi, pero que se le va a hacer) y comiendo palomitas de un tazón que tenia sobre sus piernas, luego dejó de ver la televisión y me dio toda la atención a mi.
-C: He ido solo una vez pero adentro del anillo, así que supongo que no cuenta ¿porque?
-L: Porque hoy es nuestro día, siempre salimos los sábados ¿recuerdas? (asintió) Bueno, pues para no perder esa tradición y para evitar ver a Bob Esponja, que me dices si te llevó a uno hoy ¿eh? ¿Quieres ir?
