En otro cuerpo (Camren)

Capitulo 14- ¡Lo siento!

**Capitulo tres de tres del maratón**

-C: ¿Solo porque eres mi dueña quieres protegerme?

-L: No, también porque eres mi amiga.

Camila inmediatamente después de que me escuchó, alejó su mano de la mía y volvió a ver por la ventana suspirando nuevamente.

-C: No tiene importancia ¿de acuerdo? Olvídalo, Lauren.

-L: Pero, Camila...

Entonces no pude terminar de hablar cuando ella se convirtió en humo azul y se metió a mi anillo, haciendo que suspirara y pasará mis manos por mi cabello, odiaba que hiciera eso y me dejará hablando así.

-L: Camila, sal de ahí, sabes que no me gusta hablarte mientras estas en el anillo.

-C: No quiero hablar ¿porque no entiendes eso?

-L: Por favor, solo quiero que me digas...

-C: No te voy a decir nada, ya déjame en paz ¿quieres?

-L: Bien, no me digas nada, no me interesa, pero luego no vengas conmigo cuando el idiota del que te enamoraste te rompa el corazón ¿me entendiste?

-C: Entendí, jefa.

Ahora me encontraba bastante furiosa por su terquedad. ¿Porque no quería decirme? No lo sabía, y ella debía tener una razón pero tampoco sabia esa maldita razón y me frustraba mas de lo que ya estaba.

¿Que voy a hacer contigo, Camila?

Respiré profundamente para controlar un poco mi enfado y enseguida encendí mi auto para irme a mi departamento y quitarme un poco el estrés que esta pequeña pelea con Camila me había dejado.

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-L: En serio no piensas salir de ahí ¿verdad?

-C: Quiero estar sola ¿porque no lo comprendes?

-L: Tu tampoco comprendes cuando quiero estar sola y te tengo a mi lado fastidiandome sin darme un respiro ¿porque yo si debo de darte uno a ti?

-C: Bueno ¿quien te comprende? Quieres un respiro de mi y ahora te lo estoy dando pero tu no lo quieres.

-L: No lo quiero porque solo lo haces para evitarme y yo no se porque. ¿Que te hice?

-C: Por favor, deja de preguntarme cosas... solo... solo quiero estar sola.

-L: Bien, quédate sola, pero no te quiero ver aquí un par de horas después ¿me escuchaste? Te quiero en ese jodido anillo todo el maldito día, ya me tienes harta, Camila, tus estúpidos cambios de humor me tienen mas que cansada.

-C: De acuerdo.

Fue la única respuesta que escuché de ella y yo solo ahogué un grito en uno de los cojines de mi sofá, realmente enfadada, luego me senté en el e intenté calmarme, respirando profundamente pero no podía controlar mi temperamento cosa por la que agarré el anillo que dejé en la mesa de centro hace una hora cuando llegué aquí, lo miré y por impulso lo lancé por el departamento.

Cálmate, Lauren, respira...

Después solo caminé hasta la cocina y tome una cerveza de la nevera, dando un gran sorbo y dirigiéndome con ella a mi habitación, en donde me encerré, me dejé caer en la cama y encendí el televisor para distraerme un rato.