- Eh..... Si.....si- se rasca la nuca bajo mi mirada y me sonríe- Perfecto.....ahí.....si..si, adiós- cuelga la llamada, me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa de la manera más amigable que conozco en estos momentos.
- ¿Quien te llama a las 6 de la mañana, cariño? - preguntó tratando de parecer desinteresada y me sorprendo al ver que me sale perfecto, tomo un trago de mi chocolatada y puedo notar su respiración cambiando, volviéndose más acelerada.
- Eh..... Solo era un viejo amigo, si un viejo amigo que quería que nos viéramos para conversar ya que estaba de pasada por aquí - lo observo fijamente apretando los dientes, siempre he sido caracterizada por mi mirada fija que hace que incomode a las personas, esta vez no es la excepción pues aparta la mirada.
Apretó los dientes ante su descarada mentira.
- ¿Ah si? Me gustaría conocerlo, ¿cuando se reúnen? - preguntó y él aprieta los labios rascándose la nuca cosa que hace cuando no sabe que decir.
- Mañana pero no creo que puedas venir - ladeó la cabeza y enarco una ceja.
- ¿Por qué? - Cuestiono.
- Porque.... Tiene problemas familiares de los cuales quiere desahogarse y no creo que este cómodo estando tu presente -me acerco a él y lo abrazo poniendo mi barbilla en su pecho.
Me observa detenidamente.
- ¿Sabes?
- ¿Que sé? - pregunta con una sonrisa curiosa.
- ¿Sabes como respiran las personas cuando mienten? - me da una sonrisa divertida y niega.
- ¿Tu si? - asiento y lo escucho soltar una risita- Haber... ¿como respiran?
- Justo como tú lo estabas haciendo hace unos minutos cuando te pregunte sobre quien te llamo - me separo de él y lo miro desafiante mientras él me mira desconcertado y trata de esquivar mi mirada.
Lo tomo de la quijada obligándolo a que me mire.
- Tú respiración cambio y se acelero, comenzaste a sudar y tus ojos reflejaban miedo y nerviosismo todo a la vez, tu pecho subía con cada respiración y evitabas a toda costa mi mirada.- me siento cada vez más furiosa y aunque no quiero desconfiar de él lo conozco bien como para saber cuando miente y cuando no.- Te conozco ronnal, no me tomes por tonta.
Si no tiene nada que esconder ¿Por qué me miente?
- Estre....
- No quiero desconfiar de ti y estoy tratando de resolver o de entender las razones por la que lo haría - me paseo por la cocina para después pararme a observarlo detenidamente, estudiándolo- pero no me cabe en la cabeza, ¿Tú? ¿Mentirme? Imposible, tu nunca me mentiste y no creo que comiences ahora a hacerlo, ¿Me equivoco?
Él mira sus zapatos y en estos momentos me siento la mala de la historia, que lo estoy presionando a hacer algo que no quiere pero ya llevo semanas esperando que me diga o me de una pista pero no lo hace y ya estoy harta.
No responde y eso me pone más ansiosa esperando equivocarme.
- ¿Lo hago, ronnal? - insisto.
- No, no lo haces.
- Ah....- asiento mientras aprieto los labios frustrada- ¿Entonces....me vas a decir que escondes?
Silencio....
- Ronnal - insisto pero todo lo que obtengo es un suspiro de su parte.
- Cariño, no te escondo nada, lo juró - murmura y abro mi boca sorprendida.
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Mi Guardaespaldas
RandomBerenise Azahara Woodness, una chica de familia adinerada, para ser exactos de una de las familias mas adineradas de Australia, heredera de una gran fortuna y una de las catalogada la más hermosa de Sidney, con una hermosa voz que aprovecha entrando...