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La belleza siempre ha sido descrita comúnmente como una cualidad. La belleza se puede encontrar en los paisajes, atardeceres o amaneceres, cielos nocturnos, personas, animales, plantas, obras de arte. Pero puedo decir sinceramente que la esposa de Caspian es bella.

—Caspian... — hablo esa bella mujer.

—Leonor... — hablo Caspian.

—¿Dime, por qué una mujer fue esposada, y por qué me tengo que enterar por rumores de pasillos?

—Leonor, no es momento para esto ahora.

La reina, volteo a verme un segundo antes de caminar hacia mí.

—¿Quién es ella? — pregunto directamente la reina sin dejar de observarme.

—Leonor, ella es una vieja amiga — respondió Caspian.

—¿Te acostaste con el rey, o quieres dinero? — pregunto, deteniéndose frente a mí.

—¿Cómo? — fue lo único que pude decir, es que me moría de la vergüenza, como puede ser posible que crea que me acosté con Caspian, es decir, es guapo... pero él es el rey, sé que yo soy la reina de Narnia también, pero como es posible que piense eso de Cass.

—¿Te acostaste con el rey, o quieres dinero? — repitió perfectamente.

—Ninguna de las dos — conteste.

—¿Entonces, que haces aquí?

—Yo...

—Leonor, basta — interrumpió Caspian. — Ella, no durmió conmigo, ella es una vieja amiga.

—Fingiré que te creo, Caspian — hablo la reina.

—Caspian, ¿estás bien? — pregunté, al notarlo un poco distraído, pero acaso lo puedo culpar. Es decir, le acabo de decir que su reinado iba a caer.

—Lo estaré Lu — respondió Caspian sonriendo.

—No fue mi intención decírtelo de esta manera Cass.

—Las malas noticias, son malas noticias. No hay otra forma de decirlas Lu.

—¿Cuáles noticias? — pregunto la reina. Caspian estuvo a punto de responderle, pero entraron a la habitación cinco hombres.

—Su Majestad... — hablaron arrodillándose ante Caspian.

—¿Qué sucede Capitán? — pregunto Caspian, suspirando.

—Todo está listo, para su paseo.

—Me temo que el paseo queda cancelado — informo Caspian — Será mejor que me acompañen caballeros.

La reina, ante las palabras mencionas de Caspian, volteo a verme un segundo antes de tomar el brazo de Caspian.

—Vamos — dijo Caspian, volteando a verme. Hizo una seña con su mano, y por fin comprendí que se refería a mí.

[...]

Caminamos de un lado a otro en el castillo, hasta llegar a una habitación en donde había una mesa de piedra, con pequeñas banderas que marcaban el territorio de Caspian.

—Caballeros, los he traído aquí, para hacer un plan, sobre como proteger al castillo — informo Caspian, viendo la mesa de piedra. Pude ser testigo de las expresiones faciales de los caballeros y de la reina, estaban: ¿Cómo? ¿De qué habla? ¿No comprendemos? ¿No entiendo?

—Cass, opino que lo mejor será vaciar la capital — opiné acercándome a un lado de Caspian.

—Sí, tienes razón. Debemos refugiar a mi pueblo, lejos de la guerra — acepto Caspian, moviendo una bandera verde de la mesa.

Narnia: Este es mi destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora