Narnia: Este es mi destino.

7

La reina tomó la mano de Caspian y se arrodillaron ante el padre con sus manos detrás y con los ojos cerrados.

No lo harás, ¿verdad Cass?

—Padre... — susurro James.

El padre tomó los collares que colgaban en el cuello de la reina y Caspian. La reina tomó en su mano el collar de Caspian y Caspian el de ella. La reina se puso de pie a lado del padre y a los segundos Caspian también lo hizo. Pude notar como sonreían como nunca en su vida.

¿Lo hiciste verdad Cass?

—Sus Majestades — llamo el padre.

Por qué sé que se significa ese llamado. Camine hacia el padre y me coloque frente a la reina.

—James... — susurre su nombre con delicadeza. Escuche los sordos pasos, al voltear logre ver a James parado aun lado de mí, frente a Caspian.

—¿Leonor, qué hacen? — pregunto el Lord.

—Lo necesario — respondió la reina apartando la vista de su hermano y la fijo en mí por completo.

—Ante la presencia del rey de las reinas. Ante los príncipes, las princesas. Ante el Lord, Ante los testigos presentes aquí. Yo los uno como uno solo, es decir, como marido y mujer, como mujer y marido — hablo el padre, bendiciendo la unión. La reina colocó el colla de sus manos en mi cuello y Caspian hizo lo mismo con James. Al voltear a ver a James estaba sorprendido y quien no. Se casó con una desconocida.

—¿Por qué padre? — pregunto James viendo a Caspian.

—Lo hice porque te amo. Y porque ahora tú eres el rey — expreso Caspian, quitando su anillo de su dedo. Y lo entregó al padre, la reina hizo lo mismo con su anillo. James estaba tan preocupado y nervioso a la misma vez. El padre sonrió tristemente y hablo.

—De rodillas, hijos míos.

—Sí, Su Excelencia — hable arrodillándome ante él con mis manos en forma de oración. A los pocos segundos escuché la voz de James.

—Sí, Su Excelencia.

El padre tomó la caja con la que había llegado y se arrodilló ante Caspian. El saco una corona de oro con una hermosa gema de color azul. El padre hizo lo mismo con la reina en donde ella sacó una corona igual a la que Caspian había sacado. No hay dudad esas coronas fueron hechas. Cerré con delicadeza mis ojos.

—Yo, la reina de Narnia. Te declaro nuevamente reina ante los ojos de estos testigos. Larga vida reina mía — hablo la reina Leonor poniendo la corona en mi cabeza. Al abrir mis ojos, note a la reina Leonor, arrodillada ante mí.

—Amado hijo. Yo, rey de Narnia. Te declaro rey ante los ojos de estos testigos. Larga vida, rey mío — hablo Caspian colocando la corona en la cabeza de James, y se arrodilló ante él.

James abrió sus ojos y se sorprendió al ver a Caspian arrodillado ante él. Es decir, James ahora es el rey, merece respeto.

—Hijos, sus manos — hablo el padre. James no lo pensó un segundo y dio su mano al padre, quien coloco el anillo de Caspian en su dedo y después el mío. —Larga vida mis reyes — hablo el padre arrodillándose.

— Larga vida a mis reyes - dijo Caspian aun arrodillado.

— Larga vida a mis reyes - dijo la Reina aun arrodillada.

—Larga vida a nuestros reyes — se escucharon las voces.

Me puse de pie al mismo tiempo que James, quien solo tenía una cara de confusión. ¿Acaso lo puedo culpar?