Write On Me -- |CAMREN|

CAPÍTULO 29

N. del A.

Que me he tardado un chingo, ya lo sé.

Sólo tengo una palabra de excusa: Parciales.

Me roban la vida.

Pero ya espero volver a una rutina más regular, los quiero guap@s y gracias por esperar.

Con mucho mucho amor: OnlyRodas

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No creo en el destino, el destino es algo que puede escribirse y puede cambiar con cualquier decisión que tomemos, en cambio, creo en la suerte.

Muchas personas son capaces de comprar casas por todo el mundo, pero realmente pocas personas tienen la suerte de encontrar un hogar.

¿Se imaginan? Un lugar donde puedas ser tu mismo, donde puedas refugiarte y alejarte del mundo. Donde puedas llorar, pensar, escribir... curar.

Bueno pues Lauren tenía esa suerte, ahí, en la orilla de un acantilado, Lauren podía ser ella misma y lo más importante, nadie podía invadir su espacio.

Nadie hasta ese momento...

Camila: ¿Entonces nadie más ha venido aquí antes que yo? – Dijo después de besarla.

Lauren: No es que nadie la conozca, veníamos aquí a jugar de pequeños con mis hermanos y los días de fiesta para hacer reuniones familiares. Pero desde que la heredé, yo decidí que nadie más podría venir aquí.

Camila: ¿Y te lo permitieron? ¿Prohibirles la entrada así por así?

Lauren: Digamos que desde hace un tiempo tengo derecho de pedir lo que quiera. - Dejó su copa de vino medio vacía y tomó el paquete de cigarrillos de menta que estaba sobre la mesa.

Camila: ¿Estás bien?

Lauren: ¿Por qué preguntas?

Camila: No, por nada. – Camila llevaba mucho tiempo conociendo a Lauren, más de lo que quisiera aceptar, y había aprendido que Lauren no fumaba por placer o por entretenimiento. Siempre que estaba en una situación incómoda o triste, Lauren fumaba.

Lauren puso el cigarrillo en su boca mientras buscaba su mechero en los bolsillos, pero antes de poder hacer otro movimiento Camila se levantó del sillón.

Camila: ¿Entonces todo esto lo has pintado tú? – Dijo acercándose a la mesa del lado derecho.

Lauren: Si. – Dijo revisando los bolsillos de su pantalón.

Camila: ¿Desde cuándo? – Se asombraba de la cantidad de pinturas que habían en la mesa de todos los tamaños y colores.

Lauren: Desde siempre... - Pasó su mirada por la mesa «¡Donde está el maldito mechero!»

Camila: ¿Me enseñas?

Lauren: ¿Qué?

Camila: A pintar... ¿Me enseñas?

Lauren lo pensó por un momento, nunca le había enseñado a otras personas a pintar, a ella nadie le enseñó nunca, es algo que simplemente se trae y luego, si tienes suerte, logras desarrollar.

Lauren: ¿Tienes miedo a las alturas?

Camila: Un poco...

Lauren: Entonces vamos. – Se levantó del sillón y le tomó la mano a Camila dejando el cigarrillo en la mesa.