Tal vez, pude evitarlo.

3.

  A la mañana siguiente de la ida al parque, desperté con un dolor horrible y punzante en las piernas. La cabeza me da vueltas y siento que no puedo abrir los ojos. Mierda, verdaderamente haber estado un día entero en un parque de diversiones, no fue muy buena idea. Pero no me arrepentía. Lo había pasado excelente junto con mi mejor amigo. Miró fijamente el techo, recordando cada una de las expresiones de Liam en aquellos juegos. Sonrío cuando recuerdo el chillido que soltó cuando estábamos en la rueda de la fortuna.   

  Se sentía tan bien haber pasado un día entero juntos, aunque Danielle quisiera comerse a MI chico con la mirada. Esa puta me las va a pagar. Suspiró y me levanto. Las piernas me duelen, suelto un quejido.

  Y entonces, comienza el mismo ritual de todos los días. Ducharse, vestirse, peinarse y hacer la cama. Una vez que ya terminé con todo eso, me acosté en la cama recién hecha con suavidad.

  Cierro los ojos, y la imagen de Liam viene a mi mente. Sonrío como un idiota, amo cada uno de sus rasgos, sus ojos castaños de una forma almendrada, su nariz recta y pequeña, sus labios delgados y rojos, sus pómulos blancos y suaves, y ese hermoso lunar que tiene en el cuello... Que ganas me daban de morderlo, Dios, ¿Podía haber algo o alguien más hermoso que Liam Payne? No lo creo.

-¿Niall? – abro los ojos para encontrarme con mi mamá. Me miraba como sí tuviera algo en al cara -. ¿En qué piensas? – pregunta con curiosidad. Alzo una ceja con extrañeza.

-En nada. ¿Por qué? – preguntó con indiferencia.

-¿Entonces por qué estás tan sonrojado? ¡Pareciera como si acabaras de ver a una mujer cambiándose de ropa! – mierda...

-Ya te he dicho que no pienso en nada. Sólo... Sólo tengo calor – me levanto con rapidez y me voy al baño a mojarme la cara. Dios, no puedo permitir que mi madre se de cuenta. ¿Qué me diría si sabe que estoy enamorado de Liam? Aunque algo me decía que lo sospechaban, por la conversación de ayer.

 x.x

-Ya te lo dije, Niall. A Danielle sólo le pareció atractivo nada más – Lily me miraba como si dudara de mi salud mental. Había estado más de quince minutos preguntándole que había pensado Danielle de Liam.

-Sí, pero le gusta. ¡Yo no diría que un chico me parece atractivo si no me gustara! – miré hacia otro lado, sentía mi sangre hervir.

-¿Quieres dejar de comportarte como un niño celoso? A Danielle no le gusta. A mí tú me pareces atractivo, y es una verdadera lástima que estés enamorado de Liam – La miré incrédulo –. De verdad, eres MUY guapo, duende – me guiñó un ojo. Y luego rompió a reír -. ¡¡Es broma!! Hubieras visto tú cara....

-¡¡No es gracioso!! Me asustaste – me sonrío de forma inocente, y yo miré para otro lado, ruborizado.

-Deja de preocuparte, rubio – me pegó un puñetazo amistoso –. La que debería preocuparse soy yo. Esa Perrie... – negó con la cabeza, mientras hacia una mueca –. Es tan... Perfecta – La miré confundido –, quiero decir, tiene a millones de chicos babeando por ella. Zayn por ejemplo – traga saliva con dolor. Le tomó la mano –. Y. Bueno, es rubia, de ojos azules flaca como un palo... – se miró. Lily no era muy delgada que digamos, suspiró enojada -. ¡Soy un asco Niall! ¡Con razón Zayn nunca me ha mirado! – la miré incrédulo, tomando con fuerza su mano.

-¡No digas estupideces, Lily! Eres HERMOSA. Es sólo que Zayn es algo corto de luces – le sonreí con amabilidad. Lily me miró con los ojos entrecerrados.

-No digas mentiras para subirme el ánimo. Como dijo Liam, se te da fatal mentir – se levantó y se fue corriendo. Estoy casi seguro de que estaba llorando.