13.

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 De pronto, fui el centro de atención. Todas las miradas de mi familia y de la familia del hombre que me había saludado estaban clavadas en mí. La mano cálida de Liam estaba en mi espalda baja. Como si temiera que lo puedan ver a él.

-Hola, señor Swan – Saludé con educación, alejándome del contacto con mi novio para poder saludarlo debidamente. Su mano era grande y fuerte, pero si comparas cualquier mano con la mía siempre será más grande.

-Vaya has crecido mucho desde la última vez que te vi – me dijo con una sonrisa amable. La cuál devolví –. Bueno, ella es mi esposa, Elizabeth. Y ella es mi única hija, Bonnie – dijo presentándome a su familia. Su esposa era una mujer menuda y pequeña. El largo cabello negro caía como cascada por su espalda. Sus ojos negros eran cálidos y amables.

Bonnie era más o menos de la misma contextura de su madre. Pequeña y menuda. Sus ojos eran marrones, pero no destilaban la misma calidez que los de su madre.

-Hola, es un gusto – saludé educadamente. Besándolas a ambas en las mejillas. Bonnie se me quedó mirando con una sonrisita un tanto insinuante, cosa que me sorprendió.

Y entonces, reparé en que mi novio estaba aquí.

-¡Liam! – exclamé, llamando la atención de todos. Mi novio me miró con una sonrisita –. Él es mi mejor amigo, Liam Payne – Pude ver casi en cámara lenta como la sonrisa que tenía en su rostro dulce se iba apagando de a poco. Me hizo sentir horrible. Yo sé que Liam desea que lo presente como mi novio, ¡¿Pero cómo puedo hacer eso cuando mi madre está aquí?!

-Un gusto conocerlo, joven – dijo el Señor Swan, estrechándole la mano a mí chico, que se la estrechó de vuelta, con una sonrisa cortes. Joder, mi novio no puede ser más hermoso porque sería pecado.

Luego se acercó a la esposa del señor Swan y la saludó con un educado beso en la mejilla, para repetir la acción con Bonnie, que lo observó con sus ojos marrones críticos.

No entiendo por qué lo miró de esa forma. Pero no tuve mucho tiempo para meditarlo, ya que mi madre se levantó rápidamente y me miró.

-Niall, ¿Puedes venir un segundo? – A pesar de que usó una voz suave, pude distinguir un poco de rabia debajo de ella.

¿Qué hice ahora?

Seguí a mi madre hasta la cocina, en donde ella se aseguró de cerrar bien la puerta para que no nos escucharan desde afuera.

-¿Qué hace Liam aquí, Niall? – preguntó con seriedad. Ah... Así que de eso se trataba.

-Tenemos que hacer un trabajo para trigonometría. Lo siento, mamá. Se me olvidó que venía el Señor Swan, y lo invité.

-Bueno, pero como ahora ambos vieron que está aquí, supongo que su trabajo podrán hacerlo en otro momento – dijo mi madre, tajante. Suspiré con nerviosismo.

-Pero, tenemos que hacerlo lo más pronto posible, mamá...

-Hoy no, Niall – dijo con terquedad. Maldije entre dientes.

No había ningún jodido trabajo, pero eso mi madre no tenía por qué saberlo. Yo sólo quería estar con Liam, pero bueno.

Salí de la cocina, y miré a mi novio, para hacerle un gesto de que me siguiera. Liam se disculpó, antes de levantarse y caminar hasta seguirme hacia mi habitación.

Abrí la puerta, sintiendo que Liam colocaba su mano en mi cintura. Apenas entramos, Liam me volteó y pegó sus labios a los míos. Cerré los ojos casi automáticamente, y le devolví el beso. Coloqué ambas manos en su rostro, acariciando sus mejillas dulcemente. Él colocó sus manos en mi cintura, acercándome lo más que podía a él.

Tal vez, pude evitarlo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora