Destiny (Editando)

Capitulo 1 *Inicio de una relación*

Nikko, Japón. 15 de febrero del año 2010.

El sol estaba en su punto más alto y los trabajadores del campo lo sabían, las gotas de sudor sobre su frente y en varias partes del cuerpo. Todos concentrados en su trabajo hasta que la voz de un chico los hizo distraerse por unos segundos.

– ¡Rin! - grito entusiasmado, la chica se encontraba limpiando una nueva área para cultivar lechugas, tomates entre otras cosas. Dejo su azadón para voltear a ver al joven.

– Kohaku – le sonrió al ver que él se acercaba.

– ¿Cómo estás?  –pregunto una vez que estaba frente a ella ofreciéndole una botella con agua que ella recibió.

– Bien –destapo la botella y dio un trago, sus mejillas se veían sonrojadas por el calor que hacía –. ¿Tú que tal? ¿Cuándo volviste?

– Bien, volví apenas hace un par de horas ya sabes tuve que pasar a ver a mi padre. –estaba en la universidad que se encontraba en la cuidad de Tokio que se encontraba a dos horas de ahí.

– Ya veo –dio otro sorbo a la botella.

– Veo que mi padre quiere aumentar los huertos. –vio como los hombres estaban limpiando como ella lo estaba haciendo hace unos minutos.

– Así es, al parecer tu padre ha encontrado una empresa la cual llevara sus verduras a los centros comerciales.

– Vaya, sabes más del negocio que yo –se rasco la cabeza con nerviosismo.

– Creí que lo sabias.

– Supongo que mi padre me lo dirá cuando vuelva.

– ¿Salió?

– Sí, fue a la cuidad dijo que tardaría un día quizás dos –miro a otro lado–. ¿A qué hora sales?

– A las seis y media, ¿por? –también miro hacia otro lado tratando de ocultar su sonrojo.

– Quiero invitarte a cenar –hablo rápido–.  ¿Qué dices?...

Rin parpadeo varias veces, era la primera vez que la estaba invitando a una cita, era su mejor amigo el cual le gustaba desde hace tres años cuando tenía catorce.

– Sí  –respondió entusiasmada.

– ¿Te parece si paso por ti a las ocho? –le sonrió coqueto haciendo que se sonrojara más.

– Me parece bien. –miro al cielo, desde hace unos meses él comenzó a mostrar interés en ella y eso la emocionaba.

– Te veo al rato. –se acercó para darle un beso en la mejilla casi cerca de sus labios.

– Oye –chillo mirando a todos los demás para asegurarse de que nadie los viera–. No deberías hacer eso.

– ¿Por qué no? –se cruzó de brazos.

– Porque pueden pensar mal los trabajadores.

– ¿Desde cuándo te interesa lo que ellos digan de ti?

– No es por mí –confeso, le daba igual lo que dijeran de ella–. Si no de ti, tu padre puede molestarse...–fue interrumpida.

– Mi padre sabe que somos amigos desde pequeños así que no tiene por qué molestarse –le guiño el ojo–. Te veo al rato. –ella asintió y él dio la vuelta para irse.

Rin se quedó viéndole como se iba alejando, se quitó el gorro que llevaba puesto, peino su cabello hacía atrás y se lo volvió a colocar. Dio la vuelta para tomar de nuevo su azadón y seguir con su trabajo.