Capitulo 30 *El principio del fin*

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Rin se fue de ahí a toda velocidad ni siquiera espero a que Onigumo le dijera más cosas, realmente no le importaba lo que fuera a decirle ya que se negaba a decirle donde tenia a Akago.

Tenia sentimientos encontrados, ¿cómo le diría a Sesshomaru? Era lo que más le preocupaba ya que no quería ni saber el motivo por el cual fue abandonada, solo le importaba él, solo de pensar en como reaccionaria Sesshomaru se ponía de nervios.

Si Onigumo quería que lo pasara mal lo consiguió, es que por mas que seguía pensando no podía mas bien no quería aceptar que Onigumo fuese su padre, ¿por qué habiendo tantos hombres en la tierra él tenia que ser su padre? Las lágrimas bajaban por sus mejillas, alguien toco la ventana de su auto haciendo que se sobresaltara un poco.

– ¿Está todo bien? –era Inuyasha.

– Sí –limpio sus lágrimas.

– ¿Quieres un café o té? –pregunto apenado, ella lo miro confundida.

– Si todo es un plan para hablar mal de Sesshomaru... lo mejor sera que te vayas, no te humor para escuchar tus quejas –fue clara.

– No se trata de eso –aseguro–. Quisiera que habláramos, por unos minutos.

Ella resopló y bajo del auto, él le indico una cafetería ya que sin pensarlo había llegado a unas calles de la universidad donde estaba Kanna. Ambos entraron al pequeño local y ella pidió un café al igual que él. La mesera les llevo su orden y ella dio un sorbo a su café y después lo miro serio.

– Sin rodeos, ¿de qué quieres hablar?

– Quiero disculparme contigo –dijo apenado bajando la mirada–, perdón por hablarte de aquella manera el otro día.

Rin se sorprendió ante esas palabras no creyó que Inuyasha fuera a disculparse.

– ¿Lo dices en serio?

– Sí, ayer hable con Sesshomaru y aun no sé si acepta mis disculpas –se cruzó de brazos–, se hace del rogar –susurró con gracia cosa que hizo a Rin sonreír–. ¿Tú si aceptarás mis disculpas? En verdad estoy arrepentido y quiero cambiar.

– Esta bien –le sonrío–, espero que en verdad tus palabras.

– Lo son –aseguro–. ¿Amigos? –le entendió la mano y ella la recibió dando un leve apretón.

– Olvidemos lo malo y empecemos de cero –propuso ella.

– Me parece bien –le sonrío.

– Del irme –se bebió el café.

– ¿Por qué llorabas?

– Por nada –se levantó de su asiento.

– Nadie llora por nada –dejo un billete en la mesa para ir tras ella.

– En verdad no es nada –respiro profundo y fue de nuevo a su auto.

– Si hay algo en que pueda ayudarte.

Ella abrió se quedo pensando y volteo a verlo.

– ¿Sabes dónde trabaja Sesshomaru?

– Claro, si gustas te puedo llevar.

– No es necesario, solo dime como llegar.

– Esta bien –le dio la dirección y le indico como llegar.

– Muchas gracias –dijo ella al subir al auto.

– Al contrario, gracias a ti por escucharme –Rin le sonrío de manera tierna y él no pudo evitar hacer lo mismo, era una sensación extraña la que sentía desde que la vio, no sabia que era pero quería cuidarla como si se tratara de Kanna.

 Destiny (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora