Capitulo 3 *Doctor guapo*

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Kohaku estaba sentado en un sofá en el bar del pueblo, en su mano derecha tenía un vaso con licor, la otra mano la tenía sobre el sofá parecía estar distraído mirando a las mellizas que bailaban en el escenario mientras hombres se acercaban a darles dinero.

– ¿No me digas que si la querías? –pregunto Roku al verlo tan metido en sus pensamientos.

– ¿Perdón? –no lo había escuchado.

– ¿Qué te pasa? –Pregunto Ryu–. Todo el día has estado pensativo, ¿te arrepientes de lo que paso con Rin?

– Claro que no, imbécil –miro a las bailarías y suspiro con tristeza, no se arrepentía de pasar esa noche con ella ni de ver sido el primero.

– ¿Entonces? –Se burló Roku–, ya entendí, te pone triste saber que se molestó contigo ¿no? –Kohaku no respondió solo bebió de su vaso–. Tarde o temprano se enteraría, ya sabes el pueblo es muy pequeño y los rumores vuelan rápido –se encorvó hacía él–. Te aseguro que menos de dos días todo el mundo sabrá que pasaron la noche juntos.

Kohaku lo miro con seriedad y dejo su vaso en la mesita de cristal, se encorvó hacía adelante.

– Más te vale que tú y tu hermano mantengan la boca cerrada –dijo serio–, solo ustedes saben lo que paso y si no quieren meterse en problemas más les vale no decir nada. ¿Quedo claro?

– ¿Nos estas amenazando? –pregunto Ryu serio.

– Tómenlo como quieran –volvió a recargarse en su asiento. Suspiro ignorando las palabras de los hermanos, conocía tan bien a Rin que sabía que no lo perdonaría. Lo menos que podía hacer era evitar que todos se enteraran que estuvieron juntos.

– Hola guapos –las mellizas se acercaron a ellos, Momiji se sentó en las piernas de Kohaku.

– Cuanto tiempo –susurró melosa–. ¿Qué te parece si vamos a un lugar más tranquilo? –se acercó a sus labios, ambos olían a demasiado alcohol, pues desde que Rin salió de la casa de Kohaku, este se había ido a tomar al bar.

– Claro –rompió el poco espacio que había entre ellos para besarla con desesperación, al separarse se levantaron y se fueron ahí. Los hermanos se habían ido con Botan.

~~~

Rin se levantó y trato de llevar al desconocido a su bicicleta pero por más intentos que hizo no logro encontrar la manera de llevárselo en la bicicleta, lo dejo recostado sobre el césped mientras escondía su bicicleta.

– ¿No ha pensado ponerse a dieta? –susurró luego de rato de llevarlo arrastrando tomándolo de los brazos–, quizás yo sea la débil –se burló de sí misma, no supo cuánto tiempo camino jalando al desconocido, estaba muy cansada y tenía frío. Por fin logro llegar a la cuidad y lo más importante a un hospital, recostó al hombre en una banca fuera del edificio–. No te muevas –dio la vuelta entrando al edificio.

– No damos limosnas –hablo la recepcionista al verla entrar, Rin frunció el ceño.

– No vengo a pedir limosna –hablo seria–. Hay alguien...

– No –fue tajante–. Aquí no aceptamos a pordioseros –hizo un ademán para que los guardias se acercaran –, saquen a esta mugrosa de aquí.

– Salga por favor señorita –pidió amable un guardia.

– Es que... en verdad...

– ¡Que no! –Alzo la voz la recepcionista–. Aquí solo son atendidos las personas importantes y con dinero –la miro de arriba a abajo–, y dudo que tu tengas dinero.

 Destiny (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora