Domingo por la mañana. Hakudoshi llego al lugar donde Onigumo se encontraba.
– Ya estoy aquí –hablo serio colocándose frente a él.
– ¿Dónde estuviste? –bebió de su copa.
– No creo que eso importa. ¿Para qué me mando llamar?
– Para terminar lo que empezamos –Hakudoshi frunció el ceño–. No me veas así, la última vez casi logramos matarlo.
– De no ser por esa tal Rin. Pero la verdad no creo que su nuevo plan sea cual sea funcione. Así que me voy.
– Si te vas solo demuestras lo que tus padres te decían de niño –Hakudoshi apretó los puños–. Que Sesshomaru es mejor que tu –dijo con malicia para provocarlo.
– ¿Qué tengo que hacer?
– Eso quería escuchar –se puso de pie–. Lo de siempre, vuelve a la mansión Taisho y vigila lo que hace tu adorado primo, también vigila a Rin.
– ¿Piensa matarla?
– Por el momento no, solo vigila que hacen todos ¿queda claro?
– Sí, con permiso –camino a la salida.
Una vez que estuvo solo entro a la habitación donde tenia a Midoriko, la tomo en brazos y la llevo a su auto. Conducio por media hora aproximadamente hasta llegar a una clínica privada donde ya había apartado cita. Entro con Midoriko en brazos.
– ¿Qué le pasó? –pregunto una enferma acercándose a ella.
– No haga preguntas y solo atiendela –hablo serio. La enfermera llamo a algunos compañeros los cuales llevaban una camilla donde pusieron a Midoriko y se la llevaron.
Después de una hora un doctor salió a la sala de espera donde estaba Onigumo.
– Mucho gusto –hablo el doctor–. Soy Miroku.
– Soy Onigumo –estrecharon sus manos–. ¿Cómo está mi esposa?
– No le voy a mentir, esta mal. Presenta deshidratación y anemia en primer grado.
– ¿Esta embarazada? –era lo único que deseaba saber.
– Lo sabremos mañana después de que estén los resultados de los análisis –dio la vuelta–. Con permiso, debo atender a otros pacientes.
– Una cosa más –Miroku lo miro de reojo–. Que nadie se entere de que yo y mi esposa estamos aquí, le aseguro que no sabré recompensarle muy bien.
– Hablamos mas tarde –dijo Miroku antes de irse.
Onigumo sonrío y tomo asiento de nuevo. Mientras que adentro en una habitación la enfermera que recibió a Onigumo estaba limpiando a Midoriko la cual estaba dormida.
– Naraku –susurró Midoriko.
– ¿Naraku? –se preguntó la enfermera, ese nombre lo había escuchado antes pero no recordaba en donde.
– ¿Todo bien? –Miroku entro a la habitación.
– No, ella presenta varios golpes en los brazos.
– ¿Algo grave? –ella negó–. Sango, de ahora en adelante he harás cargo de ella.
– ¿Porqué?
– Tu solo has lo que te ordeno, tendrás buena paga por tus horas extras.
– Bien. ¿Cómo se llama el esposo de la señora?
– Onigumo –ella parpadeo varias veces.
– ¿El hombre que está siendo investigado por la policía por querer matar a Sesshomaru?
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Destiny (Editando)
FanfictionRin Sasaki tiene una decisión importante que tomar, pues su vida ha cambiado desde que le salvó la vida a alguien que al parecer es muy importante cosa que ella no tenia idea. Su vida solo había trabajar y cuidar a sus padres enfermos, pero después...