Capitulo 17 *Recuperando amistades*

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Domingo por la mañana. Hakudoshi llego al lugar donde Onigumo se encontraba.

– Ya estoy aquí –hablo serio colocándose frente a él.

– ¿Dónde estuviste? –bebió de su copa.

– No creo que eso importa. ¿Para qué me mando llamar?

– Para terminar lo que empezamos –Hakudoshi frunció el ceño–. No me veas así, la última vez casi logramos matarlo.

– De no ser por esa tal Rin. Pero la verdad no creo que su nuevo plan sea cual sea funcione. Así que me voy.

– Si te vas solo demuestras lo que tus padres te decían de niño –Hakudoshi apretó los puños–. Que Sesshomaru es mejor que tu –dijo con malicia para provocarlo.

– ¿Qué tengo que hacer?

– Eso quería escuchar –se puso de pie–. Lo de siempre, vuelve a la mansión Taisho y vigila lo que hace tu adorado primo, también vigila a Rin.

– ¿Piensa matarla?

– Por el momento no, solo vigila que hacen todos ¿queda claro?

– Sí, con permiso –camino a la salida.

Una vez que estuvo solo entro a la habitación donde tenia a Midoriko, la tomo en brazos y la llevo a su auto. Conducio por media hora aproximadamente hasta llegar a una clínica privada donde ya había apartado cita. Entro con Midoriko en brazos.

– ¿Qué le pasó? –pregunto una enferma acercándose a ella.

– No haga preguntas y solo atiendela –hablo serio. La enfermera llamo a algunos compañeros los cuales llevaban una camilla donde pusieron a Midoriko y se la llevaron.

Después de una hora un doctor salió a la sala de espera donde estaba Onigumo.

– Mucho gusto –hablo el doctor–. Soy Miroku.

– Soy Onigumo –estrecharon sus manos–. ¿Cómo está mi esposa?

– No le voy a mentir, esta mal. Presenta deshidratación y anemia en primer grado.

– ¿Esta embarazada? –era lo único que deseaba saber.

– Lo sabremos mañana después de que estén los resultados de los análisis –dio la vuelta–. Con permiso, debo atender a otros pacientes.

– Una cosa más –Miroku lo miro de reojo–. Que nadie se entere de que yo y mi esposa estamos aquí, le aseguro que no sabré recompensarle muy bien.

– Hablamos mas tarde –dijo Miroku antes de irse.

Onigumo sonrío y tomo asiento de nuevo. Mientras que adentro en una habitación la enfermera que recibió a Onigumo estaba limpiando a Midoriko la cual estaba dormida.

– Naraku –susurró Midoriko.

– ¿Naraku? –se preguntó la enfermera, ese nombre lo había escuchado antes pero no recordaba en donde.

– ¿Todo bien? –Miroku entro a la habitación.

– No, ella presenta varios golpes en los brazos.

– ¿Algo grave? –ella negó–. Sango, de ahora en adelante he harás cargo de ella.

– ¿Porqué?

– Tu solo has lo que te ordeno, tendrás buena paga por tus horas extras.

– Bien. ¿Cómo se llama el esposo de la señora?

– Onigumo –ella parpadeo varias veces.

– ¿El hombre que está siendo investigado por la policía por querer matar a Sesshomaru?

 Destiny (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora