Truth Hurt.

➙ Heartfilia.

Moví mis colas con elegancia mientras miraba a Mavis con seriedad, esta me miraba de igual manera. El ambiente era tenso, y mi cuerpo a pesar de no tener energía mágica estaba en modo alerta para defenderme en caso sea necesario.

—¿Vas a empezar a hablar? —hablé, sin la necesidad de usar telepatía, produciendo una voz algo rasposa por el inutilizo. Me aclaré la garganta.

—Veo que finalmente usas tus cuerdas vocales, pero eso no viene al caso, ¿qué buscas por estos lados?

—Pregunta lo que en realidad quieres preguntar. —ladee la cabeza.

—Bien, iré al grano. ¿Qué buscas tras Lucy? Tu mera presencia no es un buen presagio y que estés con ella, mucho menos. —solté una risa ronca, sin gracia alguna.

— Por increíble que aparezca nunca busqué de Lucy, ella me buscó a mí. —miré hacia la ventana, recordando los viejos tiempos.

—Explícate por favor.

—No puedo explicarte nada de eso, Mavis. Sin embargo, debo agradecerte por haber hecho que Lucy se una a Fairy Tail, eso es una gran ventaja, y tomaste el juego a nuestro favor, pero a la vez ese movimiento trae consigo grande riesgos, pero eso el enemigo no tiene porqué saberlo.

—¿Qué tiene que ver el hecho de que Lucy se una a Fairy Tail con esto? A ser sincera solo lo hice para saldar una vieja promesa con Layla.

— A pesar de ser una maga estratega fenomenal y ser la primera maestra de Fairy Tail, eres algo lenta —me burlé, provocando un puchero de su parte—, el hecho de que hicieras, o mejor dicho, obligaras a Lucy a unirse a tu gremio es un punto a nuestro favor ya que podrá forzar lazos con los del gremio y dejar de lado su heroísmo. En síntesis, Lucy siempre pensó y piensa que puede sola, que todos debemos estar atrás de ella; ahora como miembro de Fairy Tail, existe la esperanza de que deje de lado los viejos hábitos.

—Bien. ¿Y cuál es el riesgo?

—Su apellido. No hay persona que sienta un mayor amor que un Heartfilia, tanto que los antiguos Reyes se vieron obligados a sellarlo.

—¿De qué hablas?

—Cuando un Heartfilia siente amor es como si sus sentimientos contenidos se desataran y despertase algo más fuerte que el sentimiento de amor común.

—¿Y qué tiene eso de malo? —preguntó frunciendo el ceño.

—Sin embargo, ahí está el problema; su amor es demasiado fuerte y se termina desbocando. Cuando un Heartfilia que conoce el amor pierde lo que amó con tanta fuerza, ese amor se convierte en un odio tan fuerte que incluso llega a transformar a esa persona —suspiré—, vi como ocurría en muchas ocasiones, y siempre se da un síntoma especial.

—¿Un síntoma?

—Cuando un Heartfilia sufre o desespera por la pérdida de su amor, una magia especial surge en el interior de su cuerpo, una magia también conocida como la esencia de la magia, la magia primordial o la magia de uno. Entre los Heartfilia hay gente muy sensible y la mayoría de los que sienten emociones fuertes se ven atrapados en la oscuridad y caen en el mal; cuanto mayor es la oscuridad, más poderosos se sienten, hasta volverse imposible tratar con ellos, como en el caso de Layla Heartfilia.

Mavis abrió sus ojos sorprendida mientras me miraba con horror.

» Tal y como te escuchas Vermelion, y si te preguntas si Lucy es consciente de esto la respuesta es sí, por eso se esconde bajo un caparazón de frialdad, y se mantuvo gran parte de su vida en lo oscuro, hasta ahora que obvias razones se vio obligada de salir y dar la cara.

—La última vez que vi a Layla fue hace más de 10 años, me hizo prometer que cuando me encontrara con su hija le enseñaría lo que es el compañerismo y la lealtad de estar en un gremio, tal y como lo hice con ella, después de eso, nunca volvió.

—Respondiendo a tu primera pregunta, traté de que no fuera así, y que los reyes reconsideraran esto, pero no me hicieron caso y la condenaron a cumplir con grandes responsabilidades, privándole la libertad. Y respecto a Layla, no es una historia que estoy en posición de contar.

Ella asintió sin poder pronunciar palabra. Sentí un tirón en todos mis músculos, a la vez que mi magia volvía a sus niveles normales. Al parecer Lucy ya se encontraba bien; me alegré interiormente, le había tomado cariño a la mocosa.

» Ahora por favor, responde tú unas preguntas de mi parte. Hace aproximadamente un año todo el Reino de Fiore entró en guerra con el Reino de Pergrande.

—Sí, y si no hubiese sido por Lucy no habríamos sobrevividos. A diferencia de Fiore, donde hay diversos gremios por separado, en Pergrande existe sólo uno, y es Lion Tood.

—Quiero todos los detalles.

—Dos meses antes de la guerra, en Fairy Tail habíamos recibido una amenaza de guerra de parte de ellos, querían conquistar las tierras de Fiore, al principio no le tomamos mucho caso, pero nos tomaron por sorpresa y atacaron, nos superaban en número y habilidades, la guerra llegó hasta el punto en que tanto gremios como magos oscuros se unieron a la batalla. También se nos unieron 8 de los 10 magos santos, o bueno, de los 11 contando a Lucy.

—Entiendo y a la vez no, en Ishgar nunca se habían dado problemas de tierras, así que la situación me lleva a pensar que esa no fue la verdadera razón por la cual el Pergrande empezó una guerra contra Fiore —razoné.

Ishgar, que es la parte oriental de Earth Land fue dividido en 14 partes:

Reino de Fiore
Reino de Pergrande
Seven
Bosco
Icerberg
Enca
Desierto
Caelum
Joya
Bellum
Midi
Sin
Stella
Minstrell

Todos estos países se mantuvieron en paz por décadas de años, y el hecho de que el Reino de Pergrande haya declarado la guerra tan súbitamente con una excusa tan barata como "conquistar tierras" es una blasfemia, y deja muchas hipótesis. Una luz apareció en el centro de la sala, cegándonos por breves segundos, cuando el brillo desapareció se dejó ver a Lucy. Se notaba algo pálida.

—¿Y Laxus? —le preguntó Mavis al verla venir sola.

—Lo he dejado en su casa, debido a la lluvia tomó un resfriado y ahora está descansando —suspiró mientras iba a la cocina y preparaba algo de comer.

—Y tú, ¿cómo te encuentras?

—Bien, gracias —respondió cortante.

—Mavis, continuaremos nuestra charla más adelante ahora quisiera hablar con Lucy, a solas —la nombrada asintió y desapareció no sin antes despedirse. Di varios saltos hasta llegar a la encimera de la cocina, miré a Lucy con precaución mientras esta ignoraba mi presencia, y se concentraba en lo que preparaba.

—Sinceramente, ¿cómo estás?

—Sólo tengo hambre, lo normal —contestó distante—, ¿de qué hablaban tú y Mavis?

Suspiré y procedí a contarle todo, mientras hablaba Lucy mantenía una actitud fría y rígida, sin embargo cuando le hablé de Pergrande se tensó. Seguí contándole de mis hipótesis mientras ella comía en silencio y me miraba con atención.

—Draculos —la miré confundido—, no sé precisamente cuál es su papel en esto, pero recuerdo que cuando era más niña y vivíamos juntos, él solía irse cada día 15 todos los meses y volvía a la semana, y siempre iba al mismo lugar, a Pergrande.

—¿Eres consciente de lo grave que son tus acusaciones?.

—No he afirmado nada —respondió obvia y con voz ronca mientras se levantaba a lavar los trastes—; pero no me sorprendería.

—Debes empezar a prepararte para la guerra que se aproxima, después de todo, está en tu obligación participar.

—Es cierto, pero te aseguro que será la última.

Y sin pronunciar palabra más se marchó a su habitación. Me quedé inmóvil, sus palabras habían sonado con tanta seguridad y firmeza que incluso daba miedo.

¿En qué estarás pensando Lucy? —pensé mientras desaparecía.