Ir a por el tercer plato de budín de chocolate y no sentirse llenos es sin duda una obsesión por el chocolate, tal y como la tiene Erza por la tarta de fresa, o algo así dijo Mira, en realidad, estaba demasiado concentrada en el postre en mi boca como para escucharla. Pero, en menos de lo pensando este terminó y tuve que quedarme con sólo un batido del mismo sabor hecho improvisadamente por la Strauss mayor para calmar mi enojo.
Al rato me encontraba sola y acostada en unas de las poltronas para playa, disfrutando del sol bronceando mi piel y en total relajación. Al hacer conexión con el relajamiento mental mi cuerpo automáticamente se adormeció, llevándome al sueño de descanso intenso. La noche anterior había dormido muy poco, —por no decir nada— y sentía como eso afectaba de sobre manera mi control de energía y contenedores.
Por muy raro que suene, las necesidades básicas eran las que me mantenían en control. Sed, sueño, e hambre, eran fundamentos importantes para mantener en control mi magia, sin estas podía desbocarse a cualquier motivo, y descontrolarse por la furia o enojo. No sé exactamente cuántas horas pasaron entre la fina línea que divide la consciencia y la inconsciencia, pero cuando desperté Natsu me estaba punchado el abdomen con un palito.
—¿Qué quieres? —gruñí y me voltee con la intención de seguir durmiendo.
—Estamos por empezar a jugar, ¿quieres venir?
—No.
—Si vienes prometo comprarte un budín de chocolate en cuantos lleguemos.
Me levanté rápidamente, dirigiéndome al grupo compuesto por 7 personas -ahora 8- sentados en la arena formando un circulo. Me senté en medio de Wendy y Mirajane, mientras que al rato llegó Natsu con Lisanna agarrada de la mano, ambos sonrojados se sentaron uno con dos personas de distancia del otro. En el centro del círculo había una botella de sake vacía.
— Ya que somos todos, explicaré en que consiste el juego —habló Erza, imponiendo autoridad en sus palabras— Wendy, con su magia de viento creará una corriente de aire lo suficiente para hacer girar la botella, cuando esta termine quien apunte tendrá que recibir 1 reto o responder 4 preguntas.
Fruncí el ceño.
—¿Quién propuso el juego? —hablé con voz dura, sospechando quien pudo haber sido el de la idea.
—Yo, ¿algún problema? —me retó con burla, lo miré sostenidamente con mirada neutra antes de negar con la cabeza en silencio. Si él quiere jugar, jugaremos—, empecemos.
Wendy sopló fuertemente, pero no lo suficiente como para movernos a algunos de nosotros. La botella giró a su alrededor por varios segundos y cuando empezó a ralentar el movimiento pude deducir que caería en mí. Cualquiera diría que sería coincidencia pero era obvio -para mí- que no era así, al fijarme bien noté un minúsculo rayo dentro de la botella, invisible para el ojo humano. Con un casual movimiento del dedo gordo del pie cree otra ligera corriente de aire haciendo que la botella recayese en Laxus.
La Dragón Slayer de aire me miró, con una mirada de sorpresa, a lo que yo le guiñé el ojo y miré ácidamente burlesca al rubio que me miraba con furia.
—Bien, empecemos. Laxus, ¿verdades o reto? —habló nuevamente Erza.
—Verdades. —gruñó con los ojos cerrados.
El primero en empezar fue Natsu con su clásica actitud infantil.
—¿Pelearías conmigo?
—No.
—¿Y conmigo? —le siguió Gray.
—Tampoco.
—¿Te gusta Mirajane? —habló Erza. Por el rabillo noté el sonrojo de la albina, mientras que el rubio permaneció con su misma expresión.
—Tampoco. ¿Podrían hacer preguntas serias?
—¿Te gusta Lucy? —preguntó Juvia con burla y mirada picara.
—No negaré que es guapa —abrió los ojos, y me miró directamente—, pero no es mi tipo de chica.
Él cerró los ojos nuevamente, pero esta vez mantenía una sonrisa lejos de ser amable; mientras que yo sólo lo miraba con neutralidad. El juego siguió con naturalidad, me tocó hacerle preguntas a Lisanna y Erza, pero fueron inofensivas; cada vez que la botella estaba a punto de apuntar sobre mí yo la movía. Todos habían cumplido sea un reto que responder las 4 preguntas, todos menos yo.
—Lucy, eres la única que no ha hecho nada, entonces tendrás que hacer ambas cosas al mismo tiempo —habló Erza con seriedad y ligeramente divertida por mi cara de fastidio.
—Está bien —respondí con la misma actitud.
Al instante que dije eso, todos se empezaron a pelear por quien haría las preguntas y quien el reto, hasta que quedaron en: Una pregunta por Erza, otra Laxus, y las dos restantes de parte de Gray y Mirajane, mientras que Daian diría el reto.
—¿Qué tipo de magias usas? —empezó Laxus, y no pude evitar sorprenderme por su pregunta, de todas las que tenía eligió una que sólo lo dejaría con más dudas.
—Magia de reyes y espíritus celestiales .
—¿Qué son esas magias? Nunca la habíamos oído —habló Gray, y fruncí el ceño, no me gustaba faltar a mi palabra pero tampoco quería dar a conocer más de lo que deberían.
—La magia de reyes es aquella que es enseñada por los antiguos dioses de la tierra. Y, la de espíritu celestiales es aquella que en pocas palabras permite la invocación de los seres celestiales.
—¿Quiénes son esos dioses? —fue el turno de Mirajane, y la miré con seriedad antes de negar con la cabeza. Dando a entender que no respondería esa pregunta— Entonces, ¿Qué significan esos tatuajes en tu cuerpo?
—Como verán esta es la imagen de Daian —con el dedo señalé el tatuaje en las costillas izquierda—, representa mi légame con él y nuestro pacto. Este —indiqué el de mi abdomen—, representa el clan Heartfilia.
Se sembró un incomodó silencio, así que supuse que Erza estaría meditando su pregunta.
—Esta noche iré a dormir a tu casa —dijo sin más, dejándome impactada y sorprendida. ¿Eran todos así en Fairy Tail? No hice en tiempo en salir de mi shock temporal cuando Daian mirándome a los ojos, diversión cargada en su mirada y postura inocente mencionó el reto que debía cumplir.
—Tienes dos opciones, besas a Laxus o tienes una pelea conmigo, Mirajane, Laxus y Erza al mismo tiempo.
ESTÁS LEYENDO
Truth Hurt.
Fanfiction❝Si la verdad duele, y la mentira es bonita, ¿con qué derecho rompes mi mentira?❞ Lucy Heartfilia es aquello que el consejo mágico se empeñaba en ocultar hasta hace poco más de 11 meses, cuando aquella peligris de ojos salvajes se presentó inesperad...