Truth Hurt.

➙ Esto recién empieza.

Cuando Lucy leyó de que se trataba la misión quiso degollarlos a todos, los muy "inteligentes" habían tomado una misión clase S con la excusa de que irían con la maga santa cero, lo peor de todo -según Lucy- es que el maestro la había aprobado sin rechistar. Pero, cuando quiso devolverse para Magnolia ya habían llegado a su destino, Clover.

Al parecer la misión consistía en vigilar la sede de los maestros mientras estos tenían una reunión, al parecer, se había avistado a un gremio oscuro cerca del lugar, y se rumoreaba que tramaban algo.  Al llegar a la sede, el equipo se sorprendió encontrar a algunos miembros de Sabertooth presente, entre ellos Sting, Rogue, Minerva, Yukino y Rufus.

—¡Buenos días, chicos! —gritó entusiasmado Natsu, captando la atención de los demás.

—¡Buenos días, Natsu! También a los demás. —contestó Sting emocionado por ver a su mayor rival.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó Erza Scarlet.

—También nos llamaron para la misión.

—Se supone que es una misión para magos de clase S, ¿cómo es que ustedes están aquí? —ahora fue turno de Laxus en hablar, este se encontraba con su típica actitud desinteresada sin despegar la mirada de la rubia, la cual estaba completamente desconectada de su alrededor mirando fijamente a Sting.

—Pues, bastó decir que también iría la maga santa cero y nos dejaron venir. —explicó como si nada Sting. Lucy chasqueó la lengua con molestia antes de voltearse y desaparecer por la misma puerta de la cual había entrado.

—Supongo que todos nos hemos aprovechado de Lucy. —murmuró Erza con algo de burla.

Unos pasos resonantes por toda la sala principal captó la atención de los magos, y cuando miraron quién provocaba tales paso se sorprendieron al ver una mujer de unos 30 años de edad, cabello castaño, y una figura deslumbrante. La mujer portaba un largo vestido azul rey con abertura en la pierna derecha donde se mostraba un tatuaje que parecía ser una corona.

—Buenos días, queridos magos. Mi nombre es Hera, y soy la secretaria y encargada de las reuniones llevadas a cabo en este lugar, he sido yo en llamarlos; hace unos días nos llegó información de un gremio que se ha instalado a pocos kilómetros de aquí, al parecer están planeando un ataque para esta noche.

—¿Qué debemos hacer? —preguntó Mirajane.

—Sólo aseguren el lugar, no queremos que nadie entre, la reunión empezará en poco tiempo, así que empiecen a tomar posición. —ordenó Hera, desapareciendo al toque. Todos se miraron entre sí, y salieron de la gran mansión, topándose con Lucy, quien yacía sentada frente a la puerta del lugar, esta mantenía los ojos cerrados y el ceño fruncido.

—Escúchenme, esa mujer tiene razón, siento una potente magia negra venir desde el lado noroeste de la ciudad. Rogue, Mirajane y Gray cuiden la parte detrás. Erza, Minerva y Rufus, vigilen el lado derecho. Juvia, Natsu y Yukino, el lado izquierdo. Wendy quédate adentro, y agudiza tus sentidos por si alguno de nosotros necesita auxilios o refuerzos. —ordenó Lucy, quien pasó su mirada por encima de todos, confirmando que todos estaban de acuerdo en la manera que habían sido dividos.

—¿Y nosotros? —preguntaron a la vez Laxus y Sting.

—Se quedarán aquí, conmigo.

Todos asintieron de acuerdo, y se fueron cada uno a cubrir el aérea indicada. No dudaban ni desconfiaban de las elecciones de la maga, por alguna razón confiaban en ella y sus indicaciones. Cuando todos terminaron de colocarse en posición, algunos equipos se pusieron a debatir la estrategia de batalla, otros a charlar amistosamente, pero uno en particular se quedó en total silencio, no era un silencio incomodo, más que eso, era que cada uno estaba sometido en sus propios pensamientos. Lucy no dejaba de ver a Sting con el ceño fruncido, Laxus veía a la peligris con curiosidad y Sting pensaba en como derrotar a Natsu.