➙ Volvamos a casa.

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Lucy estaba hecha un manojo de nervios, se sentía culpable, y sobretodo, asustada. ¿Cómo hablaría con Sting? ¿Él sabría la verdad? ¿La perdonaría? Aún no entendía cómo había podido ser tan tonta, sus padres se llamaban iguales y tenían facciones similares. ¿Sabría Sting sobre el poder qué había heredado del Clan? ¿Querría controlarlo?

Mil preguntas y cero respuesta. Se hallaba perdida, pero más importante también se encontraba feliz, tenía a su hermano menor vivo, después de tantas tormentas y culparse por haberlo matado se había enterado de qué estaba vivo. ¡Dios! Y, aunque se moría de ganas por hablar con él, reconocía que no era el momento ni el lugar adecuado. Aún se encontraban en el sótano con Rayniel y el equipo ya recuperado del shock por haber visto sus padres de esa manera.

—Felicidades magos de Fiore —una voz retumbó por toda la sala, y cuando Lucy se fijó en su aspecto de sorprendió al verlo mirar todo de forma estupefacta, cómo si fuese la primera vez que entraba en este lugar. Muron entró a la sala para nada extrañado al ver a su hermano esposado y unos guardias que yacían inconscientes en el piso.

—¿Qué está pasando? —siseó la peligris. Noto cómo los demás tomaban posición detrás de ella—. ¿Por qué los cuerpos de los últimos líderes de los clanes están aquí?

Las marcas negras empezaron a surgir nuevamente, cosa qué le asusto pero a la vez le dió subidón de adrenalina. ¿El sello se había descontrolado tanto?

—Calma Lucy, yo no tengo conocimiento de nada de lo que sucede aquí, sin embargo hace unos meses empecé a sospechar de cosas extrañas. Por eso Neji y yo nos pusimos de acuerdo, quería que ustedes desenmascararan a mi hermano.

Lucy frunció el ceño, ¿Muron sabía todo desde el principio?

—¿Tú y el nuevo presidente? —habló Erza, extrañada al igual que todos, Muron asintió—. ¿Por qué no te encargaste tú?

—Hubiese querido hacerlo, pero hasta yo estaba con la manos atadas, el Ministerio Esencial me tenía vigilado y no podía confiar en nadie, así qué me dirigí hacia un viejo amigo en Fiore.

—¿Qué es lo que hacen con los cuerpos? —le preguntó Laxus a Rayniel.

—Tch, le hemos sacado la magia qué tenían y logramos revivir sus cuerpos —Muron lo miró de forma cruel, dándole a entender qué siguiera hablando— Logramos hacer que sus órganos se regeneraran, volviendo a producir magia.

Me llevé una mano a la cabeza, exasperada por lo que acababa de escuchar. Durante unos minutos nadie habló y Lucy agradeció eso, necesitaba pensar.

Si Neji y Muron eran amigos, y este último era el presidente del consejo en Fiore, ¿por qué razón empezó la guerra?

—Muron tengo una pregunta, ¿por qué razón empezaron la guerra en contra de Fiore? —el nombrado suspiró pesadamente.

—Lucy, ¿sabes por qué razón Fiore no es parte del Ministerio Esencial? —la peligris negó, interesada por el asunto en cuestión. Buscar respuesta quizás la ayudaría a buscar soluciones.

—Fiore siempre ha sido un país rebelde por así decirlo, es diferente a todos los demás, y todo por ese gremio al que perteneces. Su fundadora Mavis en su tiempo también llegó a ser maga santa, y se negó rotundamente a unirse al ministerio, increíblemente esa pequeña hadita tenía un poder de influencia enorme, ya que todos los magos de Fiore también se negaron y quedaron excluidos. Aunque creo que fue la mejor decisión que pudieron haber tomado.

—¿Qué quieres decir?

—Cómo ya habrás deducido, yo no participé en la guerra contra tu país pero tampoco pude hacer nada para evitarlo, el Ministerio tomó posesión de este y los demás países, lo que antes empezó siendo únicamente algo para mantener la paz mágica, política y social ahora se convirtió en otra cosa.

—¿Cuál es el objetivo? —preguntó nuevamente Laxus.

—No lo sé pero si han llegado al punto de profanar tumbas me temo que no se nada bueno —Lucy suspiró y sorprendiendo a todos lanzó una patada a la mandíbula de Rayniel, haciendo que se recostara en el piso, luego posó el tacón de su bota en la garganta del antes nombrado qué la miraba con desafío.

—¿Para qué quieren toda esa magia? —el albino no contestó, logrando poner a la rubia más rabiosa y ejerciera presión, evitándole respirar—. ¡Contéstame!

—No... lo sé.

—Aunque hayan logrado revivir los órganos, no han podido revivir el cerebro, ¿verdad? —preguntó ya un poco más calmada.

—Lo hemos... intentado pero... todos los intentos... han fallado.

Lucy asintió a la vez que dejaba de ejercer presión, dejando que al albino respirara otra vez, miró otra vez con pesar el cadaver de su padre. Le dolía verlo así, sentía que lo había traicionado por haber permitido que profanaran su tumba, y aunque quisiera llevárselo y volver a enterrarlo sabía que lo volverían a intentar sacar, sabía que por más qué quisiese su padre nunca descansaría en paz, los enemigos ansiosos de poder lo irían tras de él siempre. Sólo había una única opción.

—Laxus, Erza, Sting, Rogue, ¿saben lo qué tenemos que hacer, cierto? —todo el equipo asintió, aún con el dolor de su alma debían hacerlo.

—¡Rugido del dragón del rayo!

—¡Rugido del dragón de la sombras!

—¡Rugido del dragón de la luz!

—¡Mil espadas cortantes!

—¡Estrella de luz cortante!

Todos los ataques se unieron, rompiendo las clapsulas en millones de pedazos, destruyendo los cuerpos de paso. Todos tenían una mirada de angustia y dolor pasmada en su cara, era cómo ver a sus progenitores morir otra vez, sin embargo era la única salida para que pudieran descansar en paz y lejos de las manos codiciosas.

Lucy tenía muchas preguntas e incongruencias, pero sabía qué Pergrande no era el lugar dónde conseguiría las respuestas, necesitaba ir mucho más allá para resolver las incógnitas. Pero por el momento sabía que su hermano se encontraba con vida y eso la hacía enormemente feliz a pesar de todo, sentía que tenía una nueva razón por la cuál luchar, y desde ese entonces juró protegerlo con su vida.

Miró por encima de su hombro a Muron, ya no tenía nada más que hacer allí así que seguida por los demás se retiró sin decir media palabra, sabía qué el albino mayor se encargaría de su hermano.

—Volvamos a casa —murmuraron todos sin ánimo realmente, sintiéndose rotos cada uno a su manera.

Truth Hurt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora