❝Si la verdad duele, y la mentira es bonita, ¿con qué derecho rompes mi mentira?❞
Lucy Heartfilia es aquello que el consejo mágico se empeñaba en ocultar hasta hace poco más de 11 meses, cuando aquella peligris de ojos salvajes se presentó inesperad...
No pasó mucho tiempo antes de Daian irse, quién nos dio un par de indicaciones más y se fue, no sin antes guiñarme el ojo. Cuando me recuperé por completo fuimos directo a las escaleras que Erza había localizado cuando entró.
—Oigan, ¿no sienten una energía extraña? —preguntó Laxus con el ceño fruncido. Íbamos todos el fila india, yo al frente seguida del rubio de rayos, Sting, Rogue y Erza. Miré tras de mi extrañada, no sentía nada, pero pude ver a los dragón slayeer algos pálidos.
Nadie contestó, pero seguimos bajando por las enormes escaleras hecha de un oscuro mármol, estábamos tenso, encontrábamos raro el hecho de no habernos topado con nadie, ¿tanta seguridad para luego ser todo tan fácil? ¿qué pasaba aquí?
Sonreí al ver qué llegábamos a lo que parecía ser el último piso, dónde sólo había una vieja puerta de madera qué daba acceso a otra sala vacía.
—¿Hemos venido aquí por nada? —preguntó Sting algo decepcionado.
—No... debe haber algo que no estábamos viendo. Ustedes lo han sentido ¿cierto? Había una energía extraña aquí. —habló Rogue refiriéndose a sus compañeros dragones a la vez qué olfateaba en busca de dar con algo.
Yo también examiné el lugar con sumo cuidado, la sala era algo grande y pintada de un fino color crema, además de qué las paredes parecían estar hecha de un material para insonorizar la habitación, y casi invisible habían unas pequeñas gotas de sangre esparcidas por el piso. Sin embargo fue otra cosa qué captó mi atención, y era el hecho de qué habían residuos de magia esparcidos, cómo si...
—¡En guardia! —grité. Todos nos reunimos uniendo nuestras espaldas, asegurándonos de no dejar nada desprotegido—. No estamos solos.
Una risa resonó por todo el lugar, y en un abrir y cerrar de ojos todo lo qué parecía invisible para nuestros ojos apareció de repente. Enfrente de nosotros apareció un señor de tez morena, pelo grisáceo y ojos verdes; deduje rápidamente qué era hermano de Muron debido a su gran parecido.
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A nuestro alrededor también habían docenas de guardias apuntándonos y listo para atacar. Tragué lento, ¿no se suponía que no era una trampa?
—¿No creen que nos daríamos cuenta de lo que tramaban? ¿Pensábamos que éramos tan estúpidos para no darnos cuenta de qué son todos magos de Fiore? —habló el hombre algo molesto, mirándome sobre todo a mí irritado.
—¿Quién eres? —pregunté seria.
—Tú debes ser Lucy, ¿no? Le dije al estúpido de mi hermano qué darte alojo sería un problema. —ignoró mi pregunta, pero a la vez confirmó mi sospecha.
Miré alrededor de nosotros, para fijarme bien en qué habían 4 cápsulas llenas de agua con cuerpos adentros, estaban todas conectadas a algo dentro de una jaula de tamaño mediano que yacía tapada con una manta. Fruncí el ceño, ¿qué era todo esto?
