Truth Hurt.

➙ La curiosidad de Laxus.

Habían pasado unas horas desde que me reuní con el equipo, al principio todos se enfadaron con mi abrupta desaparición, pero con algunas amenazas de mi parte volvieron a su tranquilidad. Después de eso comenzaron a hacer preguntas sobre mis palabras "esto recién empieza", y en ese momento fingí no recordar nada de esa pelea, consideraba muy pronto hablar, empezarían a entrar en pánico y sería peor; yo debía pensar con calma lo que pasaría.

Más tarde nos encontrábamos todos -también los de Sabertooth- en el tren devuelta al gremio, todos ellos hablaban animadamente mientras que yo sólo me dedicaba a mirar fijamente a alguien que desde el primer día había captado mi atención: Sting Eucliffe.

Por alguna razón este chico tenía algunos rasgos parecidos a alguien conocido, y en mi cabeza pasaban distintas absurdas teorías que luego yo misma desechaba. Después de todo, era imposible, ¿no? Y lo más raro de todo era la afinidad mágica que sentía con este, era como si nuestras magias estuviesen entrelazadas.

De un momento a otro sentí cómo si algo -o alguien- me mirase fijamente, así que llevé los ojos a esa intensa mirada y me encontré con unos ojos verde oscuro. Fruncí el ceño pero no quité la mirada, él hizo lo mismo pero también deletreo unas palabras que pude descifrar rápidamente "Sígueme". Luego de eso se levantó de su asiento y se dirigió a lo que parecía indicar el bar del tren. Esperé 5 minutos antes de hacer lo mismo y cuando llegué al vagón lo encontré a él apoyado en uno de los asientos allí.

—Nunca pensé que estarías interesada en los niños. —fueron sus primeras palabras, no contesté hasta que no me había cogido un trozo de torta de chocolate que había allí y me senté a su lado.

—¿Estás celoso? —murmuré con algo de burla.

—No eres mi tipo de niña. —ahora fue su turno de burlarse de mí llamándome niña. Sólo lo ignoré y seguí comiendo.— Tengo 21 años, ¿ tú?

Fruncí el ceño, ¿a qué venía eso? ¿Laxus estaba tratando de hacer amistad conmigo? No. La única razón que se me ocurría es que quería ganarse mi confianza para sacarme información. Él bufó y siguió hablando: —Mi padre era Ivan Dreyar, seguramente has escuchado hablar de él, digamos que no fue un buen hombre. Sobre mi madre sé muy poco, murió el día de mi nacimiento...

—¿A qué viene esto? —corté su discurso y le pregunté directamente.

—Sólo tengo curiosidad —su respuesta fue cortante, y directa; así que no podía estar mintiendo—. Como te seguía diciendo... no tengo hermanos, y una vez fui expulsado del gremio.

Lo último captó mi atención y antes de poder frenar mi boca, ya había preguntado la razón. Al parecer yo también tenía curiosidad por conocerlo.

—Quería hacerme maestro del gremio para deshacerme de los débiles.

En eso comenzó a contarme la historia completa del Festival de Batallas, y me sorprendí al saber que Makarov había echado su propio nieto del gremio, y cómo todo el mundo era aceptado en este gremio. Quizás ellos tenía una esperanza. Sólo quizás este gremio tenía la clave para acabar con la guerra que sólo incrementaría el odio en los corazones de las personas.

—Yo tengo 19 años, tuve una vida digamos feliz hasta los 9 años que mi papá le fue infiel a mi madre con otra mujer, teniendo un hijo con esta. Eso enfureció a mi madre y se fue de la casa, un mes después mi padre se suicidó, creo que la culpa terminó con él.

—¿Qué hay de tu medio hermano? —su pregunta directa ardió dentro de mí y trajo consigo ese recuerdo doloroso. En ese entonces aún no controlaba la magia uno, y terminé descontrolandome.

—Él murió.

Agradecí a Laxus mentalmente que no hiciese más preguntas al respecto, tampoco habló más durante todo el tiempo restante, sólo nos sumimos cada uno en sus pensamientos. Yo no dejaba de pensar en qué habría sido de la vida de Hinata, la madre de mi difunto hermano, ¿siguió con su vida? ¿estará bien? Pensándolo bien si mi hermano estuviese vivo en aquel entonces tendría 17 años.

❝¿Que pasaría si tu hermano estuviese vivo, Lucy?❞

Todo mi cuerpo se paralizó cuando escuché la voz de Daian resonar en mi interior. ¿Había posibilidad de eso?