Prologo

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—Tranquilo hermano, estoy seguro que Lizzy estará bien...

Un grito desgarrador de una mujer, proveniente de la sala del lado de parto interrumpió a James Potter, haciendo que Sirius se pusiera cada vez más nervioso, pronto, su hijo o hija nacería y él estaba explotando de los nervios acompañado de el matrimonio de James y Lily y el pequeño Harry de tan solo unos meses, que era el más tranquilo de todos, mientras los gritos desgarradores de una mujer se escuchaban.

—¡SIRIUS BLACK TÚ ME HICISTE ESTO!—escuchó un grito.

—Sirius relájate, todo saldrá bien, estoy segura, ¡Además ahí viene Remus!—dijo Lily tratando de calmarlo, mientras que en sus brazos traía a Harry.

—¡Sirius!—dijo Remus agitado que había llegado—. ¿Cómo se encuentra Liz? ¿Ya nació mi ahijado?

—¿Espérate, como que tu ahijado?—preguntó James y luego dio un bufido —. ¡Será MI ahijado!

—¡Cállate Potter!—gritó Sirius.

Pronto los gritos de la mujer pararon a los gritos de un bebé recién nacido. Los hombres pararon de discutir y una enfermera con una sonrisa amable en el rostro, les dijo que ya podían pasar a la sala.

—Felicidades—dijo la mujer, poniéndole una mano en el hombro al padre—. Es una niña.

James y Remus se abalanzaron sobre su mejor amigo y Lily le dio un abrazo cariñoso.

—Maldita sea, ¿dónde se habrá metido Peter?—dijo James irritado.

—Dijo que no podía venir, pero que daba las felicitaciones—explicó Remus
Los tres hombres junto con Lily que traía a su hijo en brazos entraron a la habitación de Elizabeth Scamander que acababa de dar a luz.
La joven mujer tenia su pelo rubio desparramado sobre la almohada, su frente estaba perlada de sudor y estaba agitada, muy pálida y sus ojos derrochaban cansancio pero brillaban hacia el pequeño bulto que tenía contra su pecho, ahora limpio. Lily pudo comprender su expresión, era la misma que ella tenía cuando veía a Harry; La Luz más brillante de su vida.

—¡Lizzy, felicidades!—exclamó Lily mientras le daba a James su hijo y fue hacia Elizabeth dandole un beso en la mejilla y viendo a la nueva Black—. ¡Es preciosa!

Sirius se acercó hacia su hija y la tomo en brazos, era preciosa, aún todavía mientras daba unos pequeños gritos, se sentía tan feliz en ese momento que parecía que la guerra mágica y el tiempo oscuro que estaban pasando hubiera desaparecido, cargándola, le susurró:

—Nadie te hará daño mientras esté vivo.

—¿Y cómo le has llamado?—le preguntó Lily a Elizabeth, que sonrió con cansancio.

—Laila—respondió jadeando—. Es perfecta.

—Laila Black—repitió Sirius viendo a su hija que poco a poco abrió sus ojos, de un hermoso azul.

—Laila Black Scamander, es de los dos—le dijo Elizabeth, tratando de bromear.

—Es hermosa Canuto, mira Harry ella es Laila, tu nueva amiga—le dijo James a su hijo, Harry vio a la bebe con curiosidad y la quiso tocar con una de sus regordetas manos de bebé pero James le dio Harry a Lily y puso los brazos en alto—. Que venga aquí con su padrino.

—¿Perdón?—dijo Elizabeth con burla, aún adolorida parecía estar disfrutando del circo que montaban en honor a su recién nacida, alzó una ceja—. ¿Quien dijo que eras el padrino?

—Ustedes, ¡soy su mejor amigo con experiencia con niños!—dijo James alardeando.

—Solo llevas unos meses con Harry. Además tú ya tienes un niño Potter, dos serán la Catástrofe. Él padrino es Remus—dijo Elizabeth, con calma—. Y sin peros.

Laila Scamander y La Piedra FilosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora