3: Varita

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Cuando llegamos a casa, mi abuela Tina estaba alimentando a los Kneazles, y un baúl con una S estaba en la sala de estar.

—¿Y? ¿Cómo les fue?—preguntó sonriente.

—Tina, ¿puedo hablar contigo?—preguntó mi abuelo, mientras mi abuela asentía algo confundida, luego me miro a mi —. Cariño, sube a tu habitación.

Yo asentí con mis cosas y subí a mi habitación, pero obviamente no me iba a quedar ahí, mi abuelo parecía nervioso. Aunque podía leerles la mente, no me gustaba hacer eso, era como invadir el territorio de alguien y su privacidad, por lo que de puntitas fui hasta la escalera a oír como una buena espía.

—La varita de Laila...tiene pluma de Thestral...Ollivander dijo que estaba en manos competentes pero ella es solo una niña.

—¿No le podemos cambiar la varita, verdad?—dijo mi abuela.

—No si queremos que tenga éxito en el colegio y hechizos, por algo la varita la habrá elegido...

Me asomé tanto que una tabla de madera hizo un horrible crujido y lo más rápido y silencioso posible fui a la biblioteca que tenía mi abuelo, la mayoría de libros de criaturas mágicas por lo que tuve que ver los otros. Saqué uno de sus viejos libros y busqué los componentes de mi varita y lo que significaba, ¿porque ellos se veían tan alterados?

Pelo de cola de thestral: El pelo de cola de un Thestral es considerado uno de los más poderosos núcleos, pero la única varita que se conoce que posee este núcleo hasta ahora es la Varita de Saúco. Este núcleo es difícil de controlar, no obstante al combinarlo con una buena madera se puede obtener una muy poderosa varita. Se dice que sus dueños deben tener una excelente habilidad en el dominio de la magia.

¿Habilidad? Yo ni siquiera he echo un hechizo, pero sí he hecho magia, como cuando no me quería comer los vegetales, mí abuela me comenzó a regañar y los vegetales salieron disparados hacia la ventana, convirtiéndola en añicos. Era solo magia accidental.
Ahora estaba buscando la madera de Pirul.

Pirul: Este tipo de madera es realmente extraña y desconocida por muchos magos y brujas; demasiado temperamental y jamás doblegará su voluntad. Puede adoptar tu estilo de vida, creencias, jamás podrá ser usada por ningún mago tenebroso, puede triplicar el poder de cualquier hechizo que hagas, la capacidad de absorber la energía que poseen las varitas de sus contrincantes por lo cual es muy letal y sumamente poderosa en batallas. También tiene la capacidad de sanar, doblegar y dañar grandes bestias como los dragones y tiene una fuerte influencia en el control de los elementos naturales. Son muy buenas conjurando hechizos y maleficios.

Me quedé paralizada, ahora en mi mano debo estar teniendo la varita más poderosa del mundo junto a la de saúco. A estas alturas ya no sé si sentir miedo o sentirme afortunada. Tengo una varita sumamente poderosa pero todavía necesito el conocimiento para manejarla, un pequeño error y podría herir a alguien de por vida. Eso me dio un poquito de miedo. Ollivander dijo que estaba en buenas manos...¿pero y si no era así? Sentí mi pelo volverse gris blanco y mis ojos el mismo tono gris, mi apariencia cambiaba cuando los estados de ánimo eran muy fuertes, y ahora mismo me sentía indigna de mi varita ¿Tal vez debía devolverla? ¿Tal vez no me la merecía?

Pero después me sentí un poco bien al leer que tiene el poder de sanar a criaturas como dragones y que ningún mago tenebroso podría usarla. Miré indecisa la varita

—Ahora tú y yo somos una.

🌌

Pasaron los días y traté de hacer un poco de magia con ella, el libro no mentía en que tenía mucha influencia en los elementos naturales, hice crecer un maldito árbol en unos segundos. 

¡Laila no maldigas!

Los Bowtruckles en mi habitación estaban fascinados con mi varita, debía ser por los elementos naturales, la amaban, parecían venerarla ¿sería el Pirul?
Ahora estaba haciendo mi baúl, no quise comprarme ningún animal ya que ninguno eran tan especial como Cas o Gabe, mis abuelos tenían una lechuza y por lo que me había dicho mi abuelo Newt había una lechucería en Hogwarts. 
Pero ahora estaba en un debate, el Occamy había puesto sus huevos y mañana iría a la estación. Por lo que me armé de valor y fui hacia el invernadero de mi abuelo.

🌌

—¿Abuelo Newt? ¿Abuelo?—pregunté avanzando a través de las plantas y frutos.
Cas estaba en mi hombro y señalaba a una parte pero lo ignoré ya que no estaba mi abuelo, sin embargo me dio un golpe en la oreja después y me jalo el cabello.

—¡Auch! ¿Qué pasa Cas?—lo vi extrañada.

El solo siguió apuntando con su pequeño brazito, por lo que avancé hacia el lugar, pero no veía nada, hasta que apareció ante mí; un mono con ojos grandes, negros y cabello largo y sedoso. Di un paso hacia atrás de la sorpresa; sin embargo, era un demiguise y era pacífico, por lo que no había que entrar en pánico. Lento, subí una mano y lo salude. Él pareció entender el gesto, se acercó a mí y escaló en mi espalda, colgándose de mi espalda y cuello, Cas caminando se metió en el bolsillo de mi pantalón.

—Le agradas, Laila—me dijo una voz conocida. Mi abuelo estaba frente a mí con una sonrisa—. Se llama Bart.

—Apuesto a que la abuela no sabe de esto—dije mirando atrás.

—Como lo de tu Occamy—él me respondió de vuelta, y la boca se me quedó colgando—. Soy un experto Laila, sé cuando escondes criaturas porque ya lo he hecho. 

—Ha puesto crías y no puedo dejarla más en esa sucia caja...—lo vi suplicándole con una mirada de perrito perdido. Los Occamy no estaban seguros, los huevos eran contrabandeados.

—Yo cuidaré de las crías y el Ocammy—el me aseguró—. Bueno...no estoy del todo retirado.

—¡Gracias abuelo!—lo abracé y él de vuelta.

Me guiñó un ojo y sentí que ya no tenía a Bart en mi espalda, me dí la vuelta y había desaparecido completamente.

Laila Scamander y La Piedra FilosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora