21: Me vuelvo la fan n°1 del Quidditch

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La mañana siguiente amaneció muy brillante y fría. El Gran Comedor estaba inundado por el delicioso aroma de las salchichas fritas y las alegres charlas de todos, que esperaban un buen partido de quidditch.
—Tienes que comer algo para el desayuno-le dijo Hermione a Harry
—No quiero nada.
—Aunque sea un pedazo de tostada —suplicó Hermione.
—No tengo hambre.
Harry se sentía muy mal. En cualquier momento echaría a andar hacia el terreno de juego. Le puse una mano a en el hombro a Hermione y me senté al lado de Harry.
—Harry Potter, come-le ordene mientras en su plato le ponía salchichas, tostadas y huevos.
—No quiero, Lails-dijo rechazando
—Muy bien, Harry Potter come el desayuno si no quieres que te meta la tostada a la fuerza-hice una pausa-y créeme que lo haré.
Sin embargo Harry me miró desafiante.
—Porfavor...-le fue haciendo caritas y suplicando-Porfavor..
Harry dio un suspiro y se echó un pedazo a la boca. Mientras lo veía con una sonrisa

🌌

A las once de la mañana, todo el colegio parecía estar reunido alrededor del campo de quidditch. Muchos alumnos tenían prismáticos. Los asientos podían elevarse pero, incluso así, a veces era difícil ver lo que estaba sucediendo.
Ron Hermione y yo nos reunimos con Seamus y Dean en la grada más alta. Para darle una sorpresa a Harry, había transformado en pancarta una de las sábanas que Scabbers había estropeado. Decía: «Potter; presidente», y Dean y yo que dibujábamos  bien, habíamos hecho un gran león de Gryffindor. Luego Hermione había realizado un pequeño hechizo y la pintura brillaba, cambiando de color.
La señora Hooch dio un largo pitido con su silbato de plata. Quince escobas se elevaron, alto, muy alto en el aire. Y estaban muy lejos.
—Y la quaffle es atrapada de inmediato por Angelina Johnson de Gryffindor... Qué excelente cazadora es esta joven y, a propósito, también es muy guapa...
—¡JORDAN!
—Lo siento, profesora.
El amigo de los gemelos Weasley, Lee Jordan, era el comentarista del partido, vigilado muy de cerca por la profesora McGonagall, y ahora entendía porque.
—Y realmente golpea bien, un buen pase a Alicia Spinnet, el gran descubrimiento de Oliver Wood, ya que el año pasado estaba en reserva... Otra vez Johnson y.. No, Slytherin ha cogido la quaffle, el capitán de Slytherin, Marcus Flint se apodera de la quaffle y allá va... Flint vuela como un águila... está a punto de... no, lo detiene una excelente jugada del guardián Wood de Gryffindor y Gryffindor tiene la quaffle... Aquí está la cazadora Katie Bell de Gryffindor; buen vuelo rodeando a Flint, vuelve a elevarse del terreno de juego y.. ¡Aaayyyy!, eso ha tenido que dolerle, un golpe de bludger en la nuca... La quaffle en poder de Slytherin... Adrian Pucey cogiendo velocidad hacia los postes de gol, pero lo bloquea otra bludger, enviada por Fred o George Weasley, no sé cuál de los dos... bonita jugada del golpeador de Gryffindor, y Johnson otra vez en posesión de la quaffle, el campo libre y allá va, realmente vuela, evita una bludger, los postes de gol están ahí... vamos, ahora Angelina... el guardián Bletchley se lanza... no llega... ¡GOL DE GRYFFINDOR!
Grite tan fuerte que hasta yo misma me rompí los tímpanos.
—Venga, dejadme sitio-escuche una voz detrás.
—¡Hagrid!
Nos juntamos para dejarle espacio a Hagrid.
—Estaba mirando desde mi cabaña —dijo Hagrid, enseñando el largo par de binoculares que le colgaban del cuello— Pero no es lo mismo que estar con toda la gente. Todavía no hay señales de la snitch, ¿no?
—No —dijo Ron—. Harry todavía no tiene mucho que hacer.
—Espero que no lo maté alguna bludger-dije
—Mantenerse fuera de los problemas ya es algo —dijo Hagrid, cogiendo sus binoculares y fijándolos en la manchita que era Harry, una bludger decidió perseguirlo, como si fuera una bala de cañón, pero Harry la esquivó y Fred Weasley salió a atraparla.
—creo que me va a dar un ataque-le dije a Hermione
—Slytherin toma posesión —decía Lee Jordan—. El cazador Pucey esquiva dos bludgers, a los dos Weasley y al cazador Bell, y acelera... esperen un momento... ¿No es la snitch?
—La snitch?-dije quitándole los prismáticos a Hermione-¿dónde?
Un murmullo recorrió la multitud, mientras Adrian Pucey dejaba caer la quaffle, demasiado ocupado en mirar por encima del hombro el relámpago dorado, que había pasado al lado de su oreja izquierda.
Todos los cazadores parecían haber olvidado lo que debían hacer y estaban suspendidos en el aire para mirar.
—¡MUÉVANSE MALDITA SEA!-les grite, aunque dudo que me hayan escuchado.
Harry era más veloz que Higgs. Aumentó su velocidad y..
Marcus Flint había cerrado el paso de Harry, para desviarle la dirección de la escoba, y éste se aferraba para no caer. Abuchee y grite muchas cosas e insultos que ni siquiera me di cuenta que habían varios profesores.
—¡Falta! —gritaron a mi alrededor.
La señora Hooch le gritó enfadada a Flint, y luego ordenó tiro libre para Gryffindor; en el poste de gol. Pero con toda la confusión, la snitch dorada, como era de esperar, había vuelto a desaparecer.
Abajo en las tribunas, Dean Thomas gritaba.
—¡Eh, árbitro! ¡Tarjeta roja!
—Esto no es el fútbol, Dean —le recordó Ron—. No se puede echar a los jugadores en quidditch... ¿Y qué es una tarjeta roja?
Pero Hagrid estaba de parte de Dean.
—Deberían cambiar las reglas. Flint ha podido derribar a Harry en el aire.
—Creo que esa era su intención-le dije a Hagrid. A Lee Jordan le costaba ser imparcial.
—Entonces... después de esta obvia y desagradable trampa...
—¡Jordan! —lo regañó la profesora McGonagall.
—Quiero decir, después de esta evidente y asquerosa falta...
—¡Jordan, no digas que no te aviso...!
—Muy bien, muy bien. Flint casi mata al buscador de Gryffindor, cosa que le podría suceder a cualquiera, estoy seguro, así que penalti para Gryffindor; la coge Spinnet, que tira, no sucede nada, y continúa el juego, Gryffindor todavía en posesión de la pelota.
Cuando Harry esquivó otra bludger, que pasó peligrosamente cerca de su cabeza, ocurrió. Su escoba dio una súbita y aterradora sacudida. Se aferró con fuerza a la escoba con ambas manos y con las rodillas.
Sucedió de nuevo. Era como si la escoba intentara derribarlo. Pero las Nimbus 2.000 no decidían súbitamente tirar a sus jinetes. Iba en zigzag por el aire y, de vez en cuando, daba violentas sacudidas que casi lo hacían caer.
Lee seguía comentando el partido.
—Hermione-dije toqueteando el hombro de Hermione, viendo a Harry, pero ella me calló con un «Calla, Laila»
—Slytherin en posesión... Flint con la quaffle... la pasa a Spinnet, que la pasa a Bell... una bludger le da con fuerza en la cara, espero que le rompa la nariz (era una broma, profesora), Slytherin anota un tanto, oh, no...
Los de Slytherin vitoreaban. Nadie parecía haberse dado cuenta de la conducta extraña de la escoba de Harry Lo llevaba cada vez más alto, lejos del juego, sacudiéndose y retorciéndose.
—¡Miren a Harry!-grite desesperada
—No sé qué está haciendo Harry —murmuró Hagrid. Miró con los binoculares—Si no lo conociera bien, diría que ha perdido el control de su escoba... pero no puede ser...
—Parece como si la escoba lo quisiera asesinar-les dije
De pronto, la gente comenzó a señalar hacia Harry por encima de las gradas. Su escoba había comenzado a dar vueltas y él apenas podía sujetarse.
Entonces la multitud jadeó. La escoba de Harry dio un salto feroz y Harry quedó colgando, sujeto sólo con una mano.
—¿Le sucedió algo cuando Flint le cerró el paso? —susurró Seamus.
—No puede ser —dijo Hagrid, con voz temblorosa—. Nada puede interferir en una escoba, excepto la poderosa magia tenebrosa... Ningún chico le puede hacer eso a una Nimbus 2.000.
—Eso solo sería magia negra...
Ante esas palabras, Hermione cogió los binoculares de Hagrid, pero en lugar de enfocar a Harry comenzó a buscar frenéticamente entre la multitud.
—¿Qué haces? —gimió Ron, con el rostro grisáceo.
—¡El que está a punto de morir es Harry!-le dije
—Lo sabía —resopló Hermione—Snape... Mira.
Tome los binoculares. Snape estaba en el centro de las tribunas frente a ellos. Tenía los ojos clavados en Harry y murmuraba algo sin detenerse.
—Está haciendo algo... Mal de ojo a la escoba —dijo Hermione.
—¿Qué podemos hacer? No creo que Harry pueda por mucho.
—Déjamelo a mí-respondió
La escoba vibraba tanto que era casi imposible que pudiera seguir colgado durante mucho más tiempo. Todos miraban aterrorizados, mientras los Weasley volaban hacía él, tratando de poner a salvo a Harry en una de las escobas. Pero aquello fue peor: cada vez que se le acercaban, la escoba saltaba más alto. Se dejaron caer y comenzaron a volar en círculos, con el evidente propósito de atraparlo si caía. Marcus Flint cogió la quaffle y marcó cinco tantos sin que nadie lo advirtiera.
—Vamos, Hermione —murmuraba desesperado Ron.
Hermione había cruzado las gradas hacia donde se encontraba Snape y en aquel momento corría por la fila de abajo. Unos segundos después un súbito aullido le indicó a la chica que había hecho su trabajo.
Fue suficiente. Allí arriba, súbitamente, Harry pudo subir de nuevo a su escoba.
—¡Neville, ya puedes mirar! —dije. Neville había estado llorando dentro de la chaqueta de Hagrid aquellos últimos cinco minutos.
—¡Por Merlin!
Harry iba a toda velocidad hacia el terreno de juego cuando vieron que se llevaba la mano a la boca, como si fuera a marearse. Tosió y algo dorado cayó en su mano.
—¡Tengo la snitch! —gritó, agitándola sobre su cabeza; el partido terminó en una confusión total.
—No es que la haya atrapado, es que casi se la traga —todavía gritaba Flint veinte minutos más tarde. Pero aquello no cambió nada. Harry no había faltado a ninguna regla y Lee Jordan seguía proclamando alegremente el resultado. Gryffindor había ganado por ciento setenta puntos a sesenta. Mi voz...bueno...después de esto ya no tengo voz, grite el nombre de Harry tan fuerte y tantas veces ,que le di felicitaciones con voz ronca.

Laila Scamander y La Piedra FilosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora