"Mi Mejor Error" ♡

Capítulo 33: Problemas en el paraíso.

—Su novia, ¡su estúpida novia! —Sofía estalló en gritos y llanto— Así que es por esto, ¡por esto haz estado evitándome! —se acercó más a la cama— ¡Por otro hombre! ¿Acaso no soy lo suficiente mujer? ¿Acaso fui yo el problema? ¡Respondeme! —tiró las cosas del tocador de Alan con furia, lo que los espantó—. ¡Yo te quería! ¡Tú me querías! ¡Esto es idiota! ¡Esto no me puede estar pasando a mí!

—Sofi... —Alan intentó pararse— Sofía...

—¡No me llames Sofi! —nuevamente se violentó y golpeó la cama donde se encontraban ellos— ¡Eres un maldito traidor! ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?!

—Sofí...a tenemos que hablar tranquilamente... —intentó tranquilizar la situación.

(...)

—¿Qué tal te la pasaste en su despedida? —Landy tomó la cara de Freddy.

—Bien, muy bien, es sólo que no pude dormir bien —huyó a su intento de atrapar su mirada.

—¿Pasa algo?

—No, nada —mintió—. Darío me avisó que tenemos que ir a la última prueba de los trajes para Damas de honor, debemos apresurarnos.

—Pero si ni siquiera me haz dado mi beso de buenos días. Te he extrañado montones —rodeó su cuello con los brazos.

—Me llamó Alonso —cambió el tema— mencionó algo sobre Sofi, dijo que no podrá venir.

—¿Qué dices? —Landy se distrajo.

—No me contó más a cerca. Deberías llamarle.

—No entiendo, Sofi no se perdería por nada la boda de mi hermano, es como el suyo... —lo soltó y comenzó a buscar su móvil.

—Voy por Arturo —Freddy salió lo antes posible.

Apenas cruzó la puerta y sintió una liberación, ¿de la chica a la que más amaba? No, de estar cerca de la chica a la que engañaba...
Buscó a la madre de Landy.

—No he tenido oportunidad de hablar con mi hija, por mi esposo, quizá usted pueda resolver algunas dudas —meneaba a Arturo en brazos.

—¿Respecto a qué señora? ¿qué podría decirle yo? —inexplicablemente se puso nervioso.

—¿Por qué usted será acompañante de Landy y no Alonso, el padre de su hijo? —lo desafió con la mirada.

—Bueno... —piensa rápido— Alonso y Landy no tienen relación alguna, dejando a un lado a Arturo... Y no están comprometidos a ir a todos lados como una pareja.

—¿Y ustedes sí? —contestó al instante.

—Es sólo que... —no pudo terminar.

—No quiera mentirme. No es casualidad que usted haya ido a nuestra casa antes que Alonso, ni que vaya a todas partes con Landy. Usted está interesado en ella y no sé hasta qué grado, ni si ella también lo está en usted.

—No, no pienso engañarla. Landy y yo nos queremos —admitió—. Pero estese tranquila, mis intenciones son totalmente buenas.

—La verdad es que no lo dudo —lo sorprendió—, en lo poco que hemos coincidido usted lo ha demostrado, nadie la ha defendido como usted.

—Entonces por favor, no se lo diga a nadie, comprenderá que no es conveniente —se incó a su nivel, donde se encontraba sentada—. Yo mismo lo anunciaré en su momento.

—No te preocupes, no pretendo buscarle un problema más —acarició la cara de Freddy con fraternidad—. No sé cuándo vuelva a ver a mi hija, puesto que... Bueno, usted sabe todo; así que quiero pedírle sólo una cosa, por favor cuídela.