TEAGAN:
— ¿Así que el chico aprendió a usar su bendito objeto masculino? —asiento como respuesta a Bailey mientras muerdo la orilla de chocolate de mi dona. Observo el delicioso bocadillo en mis manos y suspiro, frustrada.
Ahora hasta las putas donas me hacen sentir culpable.
—Lo hizo, vaya que sí aprendió —limpio la comisura de mi boca y dejo la dona en el plato—. Sabes que no soy una borracha que olvida, aunque me haya olvidado un poco al despertar, lo recuerdo todo ahora. No fue nada incómodo como la primera vez y me hizo venirme a pesar de que estaba ebria.
—Se aprovechó de ti. Él estaba sobrio —entrecierra los ojos con molestia.
—No se aprovechó de mí, habíamos hablado la semana pasada sobre tener una relación física y... simplemente sucedió —hago una mueca y bebo un sorbo de mi frappé.
—Pero no quieres repetirlo —menciona, repitiendo lo que yo he estado diciendo desde que le conté lo que sucedió.
—No, Hudson no es la persona que quiero para tener una relación física. Puedo lastimarlo, aunque él insista en que no pasará. Él aún tiene este lado sensible y quiero seguir siendo su amiga, no quiero que esto acabe mal —suspiro, revisando mi teléfono por enésima vez. No hay nada.
— ¿Has hablado con él? —cuestiona, ladeando la cabeza con curiosidad.
—No, no le he visto en todo el día. No he tenido oportunidad de hablar con él —respondo, encogiéndome de hombros. Y tal vez, solo tal vez, haya estado huyendo de los lugares donde sé que él puede estar.
—Bueno, pues creo que ahí está tu oportunidad —señala por encima de mi hombro y yo me congelo. Aún no pienso qué es lo que voy a decirle. Él se levanta y palmea mi hombro—. Te veo más tarde, tengo que ir a estudiar... por ahí.
—Ajá, claro, estudiar —espeto con sarcasmo. Él suelta una risita y besa mi mejilla, poniéndose de pie.
—Adiós, mi descorazonada —lanza un último beso antes de desaparecer de la cafetería. Es triste que él sí encuentre sana diversión con chicos, no tan calientes, pero sí agradables de ver. Es por eso que casi ya no tengo oportunidad de verlo tan a menudo como antes.
—Hola, Teagan —ahogo un grito con mi mano y me giro a ver al dueño de la voz. Hudson me da una tierna sonrisa y sus mejillas se sonrojan levemente—. ¿Quieres compañía?
—Eh... sí, claro —río nerviosamente y hago un ademán para que se acerque. Él toma asiento en el taburete que Bailey ha dejado libre y me estudia con atención por unos segundos.
— ¿Es ahora cuando vas a decirme que lo del sábado fue un error y prefieres que seamos amigos? —mis ojos se abren mucho con sorpresa al escucharlo.
— ¿Cómo...? —balbuceo. Él sigue con esa sonrisa presente en su rostro.
— ¿Cómo lo adiviné? Fácil —alza un hombro y lo deja caer—. Te fuiste sin decir nada el sábado como hace años y has estado fingiendo que no me ves en clase.
—Y-yo —tartamudeo, asombrada con su astucia. Y yo que quería inventarme un buen argumento sutil para decirle que no se volvería a repetir.
—Teagan, no te molestes en decir algo —estira su brazo y pone su mano encima de la mía—. Hagamos como que nada pasó, dejémoslo como un buen recuerdo e intentemos seguir con nuestra amistad, ¿de acuerdo?
—De acuerdo —acepto con un hilo de voz. Él sonríe y se pone de pie, acomodando su suéter gris. No entiendo cómo puede usar suéter en pleno verano—. Pero... no entiendo.
ESTÁS LEYENDO
Caótico Pasado (#1 Trilogía Vidas Tormentosas)
RomanceCuando Connor Davis ve el caos en el que está viviendo, decide que es hora de cambiar algo en su vida. Lo que no esperaba, es que no sólo cambiaría algo, si no que también... recibiría de vuelta a su más maravilloso, caótico y desastroso pasado hec...