Cap. 14 No te vayas...

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Han pasado más de cuatro semanas en las que mi relación con Dylan a sido más espontánea y anormal que haya podido tener.
Él terminó siendo un gran chico fuera de su idiotez e inmadurez y también de la mía.
Hoy viajabamos a una pequeña cuidad donde hay artesanía latinoamericana.
El maestro nos dejo hacer una sustentación y un pequeño informe sobre ello, Jane y Thomas tambien venían con nosotros.
Mientras que Claire nos alcanzaría en el almuerzo de la cuidad.
-Hace mucho calor, ¿a que hora llega la fea? -preguntó Dylan cansado.
Hace mucho calor y vamos esperando a Claire más de media hora.
Jane y Thomas estaban hablando en el gras hasta que ella recibió una llamada de su padre, que por cierto duró más de veinte minutos, Thomas se quedo dormido al esperarla, Dylan y yo nos levantamos y él se sentó en la banca del parque, mientras yo llamaba a Clar para que se apresure.
-Ya esta cerca me dijo. -le respondí.
-Estoy escuchando eso desde que Clar salió de su casa. -escuché la voz de Janie.
-No ayudas! -la regañe.
-Creo que dormiré con Thomas. -me dijo Dylan.
-Ve. -asenti.
Él se levantó de la banca para venir a mí.
-No te vallas a ir sin mí. -me dijo.
-Jamás. -respondí.
Él beso mi frente y se fue con Thomas.
-Parece que tu relación con O'Brien va de bien en mejor. -comentó Jane.
Sonreí.
-Me gusta que te haga sentir bien amiga. -me abrazó.
Yo solo sonreía.
-¡Abrazo grupal! -exclamó.
-Oye, ¿tanto demoraste? -le dijo Jane.
-Si Jane, yo también te extrañe. -dijo Claire riendo.
-Esperamos mucho Claire, los chicos se durmieron. -giré a verlos.
-Si Stevens, estoy bien gracias por preguntar. -palmeeo mi hombro.
-Bien, hora de irnos. -aplaudió Jane y fue a levantar a los chicos.
Luego fuimos a un restaurante y pedimos el almuerzo.
Dylan, Claire y Thomas se ofrecieron para pagar la cuenta.
Jane se sintió muy incómoda al igual que yo, pero se nos paso cuando ellos dijeron que podíamos pagar la cena o el almuerzo de la otra salida.
-Así que... -él puso su brazo alrededor de mis hombros- ¿que haremos ahora?
-No lose, estoy muy cansada. -le dije.
-También yo, jamás imaginé caminar tanto. -se quejó.
-Chicos, Claire y yo saldremos un rato... ¿nos vemos luego? -nos dijo Thomas.
Miré a Dylan de reojo y él sonrió.
-Claro vallan pillines. -les dijo.
Claire río.
Ellos se alejaron de nosotros y Jane nos miró.
-Lamento decirles que yo también tengo que irme. -nos dijo.
-No lamentes nada Janie. -le dijo Dylan con sarcasmo.
-Cuidala. -le dijo refiriendose a mí.
Yo reí al igual que él.
-Conmigo siempre estará a salvo amiga. -le dijo.
Ella lo miró extraño y luego río.
-Ok... amigo. -río y luego se fue.

-Mamá no está en casa y se llevo a Dan. -comentó abriendo la puerta.
-Extraño a Dani. -le dije.
Olvidé mencionar que Dylan tiene un hermano pequeño.
Tiene siete años y es el niño más dulce que conozco, inteligente y educado.
Casi igual que su hermano.
-Yo no. -dijo.
Río.
-Si claro. -dije con sarcasmo.
-Almenos no en este momento...-me miró- porque estoy contigo.
Sonreí y lo besé.
Caminamos a la cocina para comer algo.
-El cumpleaños de Dan se acerca -me dijo sirviendose jugo- y nose que comprarle.
-Es un niño amor... Ellos siempre dicen lo que quieren, será fácil.
Él giró para mirarme sonriendo.
Como es posible que este hombre tenga una sonrisa tierna, sexy y hermosa a la vez.
-¿Que sucede? -le pregunté, él solo negaba sonriendo- Vamos... Dime.
-Es la primera vez que me dices amor -soltó- y me encanta.
Me acerqué a él y lo miré muy de cerca, se le borró la sonrisa tierna que tenía.
-Y a mi me encanta cuando te pones nervioso. -le dije sonriendo.
-¿Yo..? ¿nervioso...? -dijo.
-Sii... -susurre en su oído.
Él puso su mano en mi cintura y acaricio mi piel.
-Eres mala...-me dijo.
Puse mis manos alrededor de su cuello y lo abracé.
-Eres muy linda Stevens. -me dijo.
-Dylan...
-Y eres importante... Para mí.
Lo miré a los ojos y acaricie su mejilla con mi mano derecha.
-Tú también eres muy importante tonto.
Él sonrió.
-¿Recuerdas cuando peleabamos? -se acomodó y entrelazo sus dedos alrededor de mi cintura.
-Tú eras muy idiota. -le dije.
-Y tú muy loca, aún que lo sigues siendo mi amor. -sonrió.
Mi piel se erizó y tuve muchas ganas de besarlo.
Él siempre me llamaba con adjetivos calificativos cariñosos como: amor, corazón, mi amor y cielo, yo solo le decía idiota y talvez era momento de esforzarme y decir lo que él quisiera oír.
-Tú también sigues siendo un tonto, idiota, estúpido, descarad...
-Yaa... Yo también te quiero _________. -dijo riendo y escondiendo su rostro en mi cuello.
Reí.
-Vamos a tu patio y durmamos un rato. -le dije.
-Excelente idea. -dijo- pero hazme caballito.
-¿Es chiste...? -sonreí.
Él sonrió.
Entonces entendí que no era chiste.
-Estoy cansada amorcito. -le susurre al oído.
Él me miró y luego se iba acercando poco a poco hasta cerrar sus ojos y capturar mis labios.
-Uhmm... Dylan... -me queje mientras me besaba.
Tenía una política muy clara respecto a los besos apasionados en casa.
-¿Uhmm...? -susurró aún besandome.
-Puede llegar tu madre...-me aleje de sus labios.
-Entonces vallamos a dormir. -dijo sonriendo y dándome un último beso.
Salimos al patio y nos echamos en el pasto.
Él volvió a besarme y yo también lo hacía, sus labios eran tan suaves.
Parecía como si estaría besando a una nube, se sentía muy bien cerrar los ojos y solamente sentir a Dylan coger y dejar mis labios.
-Tu labial sabe delicioso. -dijo.
Sonreí.
Entonces él se alejo para mirarme a los ojos.
-Sabe a vainilla. -comentó.
-Es de vainilla. -reí.
Le di un último beso y me acosté a su lado, mirabamos al cielo mientras nuestras manos estaban entrelazadas en el aire.
Dylan jugaba con mis dedos mientras con la otra acariciaba mi cintura.
Era una tarde muy bonita y tranquila al lado de él.
Jamás creí que se iba a convertir en mi mejor amigo y mi novio, compartiamos muchos momentos juntos y siempre la pasaba genial con él.
Y pensar que antes peleabamos por todo, ahora solo tenemos peleas de besos y abrazos ¿quién lo diría?.
-Creo que es mamá. -dijo después de escuchar el timbre de su casa.
Nos levantamos rapidamente y el fue abrir.
Se escuchaba murmuros de él y alguien más.
-¡Tyler! -exclame cuando entro a la sala.
-__________, ¿interrumpi algo? -preguntó pícaro.
-¿Es chiste? -le pregunte sonriendo.
-Bueno no, como estás bien despeinada. -Dijo mirando mi cabello.
-En su defensa -interrumpió Dylan- ella no se peina.
Tyler río.
-Valla. -me dije a mi misma, él si que me conocía.
Después de charlar un rato más, tuve que irme a mi casa ya que Austin me necesitaba.
Deje a Dylan y Tyler en su casa ya que mi novio quería acompañarme a casa.
-Ya estoy aquí, ¿que paso? -le pregunté a Austin entrando a su habitación.
-Tengo algunas tareas y quiero que me ayudes. -me dijo.
Tenía un cerro de papeles en su cama, su laptop, unos cuadernos, lapiceros, lápices, libros y más cosas de la universidad.
-Austin, estoy muy cansada. -me queje echandome a su sillón.
-Por favor Louise. -me dijo riendo.
Me levanté del sillón para mirarlo sería.
Louise es mi segundo nombre y debo admitir que no me agrada, lo odio. Al igual que Austin odia su segundo nombre...
-¡Oliver! -le grité, se levantó para mirarme a los ojos.
-Ayudameee...-pidió una vez más, poniendo una cara de perrito triste.
Suspire y tape mi rostro con mis manos.
-Esta bieeenn. -acepté finalmente y él me levanto del sillón para indicarme lo que haría.
4 horas después...
-Niños... Bajen a cenar. -nos llamó papá.
-Deja papá, terminamos en un segundo. -le respondió Austin.
Papá me miró y ambos suspiramos.
-¿Ya vez lo obstinado que es tu hijo? -le dije a papá.
Él sonrió.
-Iré a cambiarme y volveré por ustedes para comer, no pueden seguir gastando energías sin comer.
Papá siempre se preocupaba por nosotros, siempre estaba pendiente en lo que nos ha faltado.
Sabe cuando necesitamos de él, papá es padre y madre para nosotros.
-Esta bien viejo. -le respondió Austin.
Papá río y se fue a su habitación.
El agotamiento ya estaba presente en mí desde hace horas, pero no podía abandonar a mi hermano a mitad de trabajo, en dos días tiene una exposición super importante para su carrera y quisiera que le vaya muy bien para verlo sonreir.
Será como un cierre de ciclo y estará presente toda la auditoría, iremos todos y espero que los nervios no le traicionen.
Estoy tan orgullosa de mi hermano.

Mi Ángel Sin Alas Dylan O'Brien Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora