Mi Ángel Sin Alas Dylan O'Brien Y Tu

Cap. 39 ¡No lo puedo creer!

Tres semanas después...
Las semanas se habían pasado volando después de la última vez con mi familia y Dylan.
Terminamos en un acuerdo con respecto a Bradford, iríamos a ver a la abuela en vacaciones de verano.
Gracias a los cursos que Austin adelantó y al viaje que hizo a California le ayudó mucho en sus notas y a fines de las clases se podrá graduar.
Mi padre estaba muy orgulloso de él y yo felíz porque ya nos quedaban pocos días para terminar el ciclo.
—Así que les tengo una noticia hoy. —nos dijo Austin.
—Me muero por saber. —le dijo Claire.
Austin nos había traido a la universidad, que por lo cierto llegamos tarde, y ahora estabamos en la cafetería.
—Si quieres puedes venir, Jane también estará. —dijo mi hermano.
—¿Así? ¿y porque? —pregunté.
—Es una sorpresa —sonrió— bueno tengo que irme
Se despidió y se fue.
Me había quedado con la duda.
—Para mí que se trata de algo muy serio. —dijo Clar.
—No lose...
—¿Como está Emma? —me preguntó Claire.
—Pues bien supongo, la última vez que la vi fue en el almuerzo que hizo papá.
—Tu padre oficialmente amarró a sus hijos. —dijo.
Reí ante su comentario.
Austin presentó a Emma oficialmente una semana después de que yo presentará a Dylan.
Pero el fue más sincero diciendo que ya llevaban siete meses juntos y siempre le apoyaba incluso hasta en los peores momentos.
Yo fui más perfil bajo y no di detalles de mi relación con Dylan, sino papá mataría a Dylan.
Pero las relaciones de ahora son así, además el nunca me hizo daño, así que después de todo Dylan solo llegó a mi vida para salvarme.
—¿En que piensa mi angelito? —se sentó a mi costado.
—En nada... —suspire dandole un beso en la mejilla.
—Pues esos ojos no dicen que piensas en nada, ¿sucedió algo?
—No, nada importante.
—Sabes que... —cogió mis manos— también somos amigos ¿no?
Asenti.
—Puedes confiar en mí.
—No es importante, solo me quedé pensando en lo que me dijo Austin.
—¿La sorpresa de hoy? —preguntó.
Lo miré sorprendida.
—¿Como sabes de eso?
—Pues en la mañana, mientras llegabas tarde, Jane nos dijo que su hermana le dijo que tu hermano le tenía una sorpresa.
Reí.
—¿Que rayos...? —pregunté sin entender.
—Austin le dijo a la hermana de Jane que le tenía una sorpresa. —especificó
—Mucho mejor —sonreí— me da curiosidad saber de que se trata.
Él rio.
—Como si fuera novedad. —dijo riendo.
—Oye! —me queje.
—Iré a la cafetería a traerme una soda ¿quieres algo? —preguntó.
—Nada, pero no demores. —le dije.
Me dio un beso en los labios.
—Dylan! Aquí no. —le llamé la atención.
—Lo siento, no pude evitarlo. —me dijo y salió del salón.
Porque serás tan lindo O'Brien.
—Vaya... Así que la olvida todo volvió. —me saludó Lenna.
Entraba al salón con su amiga Haylie.
—Hola Leanna. —la saludé.
—Veo que al fin recordaste a Dylan, el pobre estaba tan devastado... —lo dijo en sarcasmo.
—Pues ya no más...
—Me contaron que no perdió el tiempo... —comentó Haylie.
—¿A que te refieres? —pregunté.
—Pues a que estuvo con otras chicas querida... Por ejemplo: llamó muchas veces a Lee. —se refería a su amiga.
—¿Enserio? —pregunté sorprendida.
Es obvio que Dylan no haría eso.
—Todo lo que dice no es verdad del todo.
—Sin embargo, yo confío plenamente en él. —les dije.
—Haces muy mal querida, y te contamos esto... Porque no queremos que estes con un mal hombre... No queremos que vuelvas a encontrar un hombre como... Will.
Debo admitir que eso sí me molestó.
—Dylan es diferente y sabe cuidarse de cuantas put*s aparezcan en su camino.
—¿Segura?
—No Leanna, dime algo, ¿Dylan fue a verte cuando lo llamabas? —pregunté.
Cambió su cara por completo— ¿o cuanto te insinuaste? ¿te hizo caso?
—Pues si, ¿no te lo contó?
—Me contó cada detalle de tu llamada, insinuaciones y constantes hostigamientos.
—No juegues Stevens..
—Se la clase de persona que eres Leanna
—¿Y tú que clase de persona eres __________?
—No de tu clase, eso es seguro. —le sonreí.
—Deja tus sarcasmos de lado.
—Si no quieres respuestas sarcásticas, entonces no hagas preguntas imbéciles.
Me miró molesta.
—Adiós... —me despedí con la mano de ellas.
Ambas se fueron hacía atrás, me acomode en mi asiento y al instante llegó Dylan con una soda, galletas y una hamburguesa.
—Creí que ibas solamente por una soda. —le dije mirando todo lo que traía
—No pude resistir a tanta delicia. —me dijo.
Reí
—¿Me invitas?
—Consigue la tuya Stevens. —me dijo.
Y es mejor no meterse con la comida de O'Brien.
Lo dejé comer tranquilo mientras lo miraba por unos minutos.
—¿Que? ¿tengo algo en la cara? —preguntó con la boca llena de comida.
Negué con la cabeza y sonreí.
Ahora me siento más segura de Dylan, debo confesar que al iniciar nuestra relación no estaba segura de que él me quisiera tanto, ya que los antecedentes que tenía no lo ayudaban y desconfiaba mucho.
Pero después de todo lo que pasó sé que enrealidad me ama, una persona no resistiria mucho tiempo sin su pareja y mucho más cuando tiene problemas y se olvida completamente de él.
—Basta, deja de mirarme así. —se quejó.
—Te amo. —le dije.
Él se intimidó y le di un beso en la mejilla.
Llegó el profesor y empezaron las clases.
—Toma. —me dio un chocolate.
Lo miré.
Amaba sus pequeños detalles.
—Ahora te amo aún más. —sonrió y cogió mi mano.
Y durante toda la clase del profesor de historia sostuvo mi mano.