Aunque Ángela estuviera lejos de casa rehaciendo su vida jamás pudo olvidarnos pues pertenecíamos a sus más hermosos recuerdos teniendo en mente desde entonces los bellos ojos esmeralda de mi pequeña hijita los cuales nunca pudo olvidar después de nuestra muerte..... Sin embargo, ese hecho que todos afirman creer haber vivido en realidad JAMÁS sucedió, al menos en mi vida pues ESTABA VIVA.
Aquella noche trágica no había sido tan trágica después de todo, pues vivía milagrosamente después de ser acuchillada por la espalda y todo gracias a Luis Diego, mi mejor amigo quien sabía las intenciones de Michelle por boca de mi propio esposo esa mañana estando ebrio logrando salvarme exitosamente de esa maniática al haber colocado dentro de mi una especie de chaleco anti-golpes en mi bata blanca de dormir, y por eso logré salir de ahí con vida.Desde luego, al levantarme del suelo asegurándome que Michelle ya se había ido y ver a mi hija "muerta" me estallé a llorar como loca pues a ella Luis Diego no la pudo salvar.
--¡¡Ay noooo!!, ¡¡Ohhhhhhh!!, ¡Luis Diego, mi bebeeeeeeeeeeé! --exclamé llena de dolor arrastrándome por el suelo llena de dolor sintiendo que mi corazón se hacía polvo.
Desde entonces yo tampoco pude vivir en paz pues al ver a mi pequeña sin vida frente a mis ojos el dolor y la depresión cubrieron mi vida por completo teniendo que pasar por el dolor de declarar a mi propia bebé como fallecida muriendo lentamente de dolor.
Toda la habitación estaba llena de sangre falsa, pues para la loca de Michelle yo estaba muerta "quemándome en el infierno" mientras ella se aprovechaba ilegalmente de lo único que me mantenía con vida: mi hija adorada, no obstante, para no perder la cordura del todo y por recomendación de Luis Diego tomé lo que más le gustaba a mi ahora angelito, su bello colgante de ositos musicales conservándolo en mi corazón para siempre al ser el recuerdo más hermoso de una princesa que alguna vez fue parte de mi.
El dolor de madre era superior a cualquier cosa, pues lloraba muchísimo todo el tiempo desde entonces sufriendo muchísimo por no haber protegido a mi bebé como debía culpándome siempre el NO haber sido una buena mamá para ella.
Como Luis Diego en realidad ME AMABA me ayudó muchísimo a salir adelante consiguiendo para mi ayuda terapéutica para así lograr olvidar todo aquello que no me dejaba vivir siendo un grave error pues efectivamente conforme pasaron los meses y los años ese dolor fue desapareciendo de mi alma aceptando que ahora tenía un ángel en el cielo que me acompañaba y protegía por siempre.
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Estrellas Fugaces©
Teen FictionNada en la vida es fácil o difícil, todo depende de qué tanto se desea brillar en media oscuridad. Cada uno de nosotros somos una estrella fugaz que atraviesa los cielos nocturnos cada noche, y que, por desgracia en algún momento llegamos a hacernos...