Después de que Mark dijera que Mariangel era también su hija legítima fue un Boom total, pues para nadie era posible e inimaginable una conexión tan fuerte entre ella y Lucrecia.
Realmente Mark estaba arrepentido, pues ya era un hombre lo suficientemente maduro como para dejar pasar que tenía una hija a la cual debía de cuidar.
Gloriana estaba casada con otro; Ese otro era nada más y nada menos que Luis Diego, y pues tenía otras tres hijas con el y no podía abandonarlas.
Cuando las tres chicas supieron que tenían una hermana mayor la cual siempre quisieron tener se emocionaron demasiado, y deseaban conocerla cuanto antes.
En cuanto a Lucrecia, ella sabía que le había hecho mucho daño a su propia hermana, pues en el fondo deseaba que su madre de alejara de ellos de una sola vez, pues nunca había sido su madre y reiniciar una nueva vida junto a su padre, su profesora casi madre Gloriana, su hermana Mariangel, su sobrina Rebeca recién nacida y sus tres hermanas "postizas".
Todo era muy feliz hasta que, una madrugada Mariangel despertó del estado extraño en que se encontraba.
Ella abrió sus ojos, y lo único que deseaba era conocer a su bebé.
Sólo gritaba y gritaba pidiendo que se la trajeran, pues deseaba estrecharla entre sus brazos.
Obviamente, las enfermeras corrieron a ver como había despertado Mariangel, pues habían pasado casi 2 semanas desde que tuvo la crisis, pues el parto había sido toda una odisea, pues como era hemofílica debieron de tener muchísimo cuidado con ella, pues era muy delicado y muy riesgoso.
Gracias a Dios, hacía ya 2 semanas el parto de Mariangel no se había complicado, pues había nacido sana y ella estaba bien a pesar de sus dos enfermedades mortales.
Después de que le trajeron a Rebequita a sus brazos se calmó, pues de sólo verla sus preocupaciones se esfumaron por arte de magia.
Pero...
A la mañana siguiente, entraron Gloriana, Ángela y Mark, quienes al verla despierta no dudaron en abrazarla.
Mariangel sólo se dejó abrazar de Mark y de Ángela, pues con Gloriana no deseaba ni verla, pues aún tenía resentimientos con ella por no "haberla buscado".
Llorando, Mark le volvió a pedir perdón a Mariangel, pues era su padre y deseaba su perdón.
Y así fue, pues Mariangel SI perdonó a su padre; Después seguía Ángela, quien con lágrimas en los ojos hizo lo mismo que Mark y le pidió perdón.
Nuevamente volvió a ocurrir, pues Mariangel también perdonó a su profesora- nana y la abrazó.
Pero, ¿Y Gloriana?A ella Mariangel NO la había perdonado, pues decía que ella no la había querido buscar y la había ABANDONADO.
Como era una adolescente, Mariangel no quiso explicaciones y sólo pidió que se retiraran de ahí.
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Estrellas Fugaces©
Teen FictionNada en la vida es fácil o difícil, todo depende de qué tanto se desea brillar en media oscuridad. Cada uno de nosotros somos una estrella fugaz que atraviesa los cielos nocturnos cada noche, y que, por desgracia en algún momento llegamos a hacernos...