Tras esa amenaza y con el alma y rostro hecho pedazos Julia no dudó en ir al doctor aunque eso la matara por dentro, pues ella SI amaba a su bebé con toda el alma deseando tenerlo entre sus cálidos brazos por fin.
La historia se estaba repitiendo, pues el novio agresor al enterarse del embarazo huyó como un cobarde tal cual y como fue con ella antes de nacer y aparte ambos eran unos malditos agresores que solo les interesaba lo físico y el dinero, en este caso la inocencia de una niña, pues Julia aún era muy pequeña para ser madre.
Al llegar a la clínica, el médico revisó a Julia, y ahí le dijo que para su mala suerte NO podía abortar, pues sería delito si lo hacía ya que el bebé tenía 3 meses y medio de gestación siendo imposible hacerlo con protección de la ley.
Al mismo tiempo, el médico le informó a Julia que de todas formas su bebé NO iba a durar mucho, pues al ser HEMOFÍLICA y muy joven corría mucho peligro en el parto tanto ella como su bebé el cual crecía rápido y se aferraba a la vida fuertemente.
--Doctor, ¿Porqué hace esa cara? --preguntó Julia algo asustada al ver como el médico estaba muy serio de pronto.
--Tranquila Julia, pero aquí veo que tienes solo quince años de edad, ¿Fuiste violada? --preguntó el doctor muy preocupado por ella.
--Am, no, ¿Por qué lo pregunta? --preguntó Julia algo pensativa.
--Ya veo, y dime algo, ¿Florecita desde cuando eres maltratada?, ¿Es tu novio, padre o esposo? --volvió a preguntar el doctor aún más preocupado por ella al verle los muchos moretones que traía en los brazos y las piernas.
--¿Cómo se atreve?, nadie me golpea, soy... Soy una mujer libre, solo haga su trabajo y dígame cuánto cuesta abortar a mi bebé. --dijo Julia muy molesta repitiendo la MISMA historia que con su madre biológica hace años atrás.
--De acuerdo, de acuerdo, tranquila, además, lamento decirte que bajo la ley ya NO podrás abortar, tienes más de tres meses y ya no es permitido hacerlo e ilegalmente es muy peligroso, veo que eres hemofílica y eso es otro factor que impide y lo hagas. --afirmó el doctor examinado a Julia de arriba a abajo.
--¿Qué dice?, ¡Ohhh noooo! --exclamó Julia bastante pálida a punto de desmayarse.
--¡Ohhh!, ¿Niña se encuentra bien? --preguntó el médico levantándose de su silla corriendo a tratar de sostener a Julia quien se había desmayado enseguida.
--¡Ohhhhh! --exclamó Julia volviendo en sí.
--¿Lo vez?, no puedes arriesgarte a abortar a tu hijo legal o ilegalmente, ¡Eres muy joven aún!, y debo examinarte más a fondo, se que estás mal. --aseguró el doctor sentando a Julia nuevamente en un cojín cercano.
Esto causó que Julia se desesperara al pensar que Mark los mataría a ambos si sabía que no podría perder al niño alterándose muchísimo al punto de desmayarse debido a la presión en su cerebro, ese reloj de arena que tenía en el cerebro y que no sabía estando en peligro absoluto.
Para sorpresa de Julia al decirle la verdad de su condición Mark no actuó como lo había jurado dejando que la pobre de Julia respirara más tranquila al él aceptar que tendrían un hijo por fin pero para los demás Mark DEBÍA ser el papá perfecto como condición para tener al bebé con ellos dos a pesar que Julia no quisiera estar más con él por su maltrato y machismo, pues sabía fingir muy bien, y si por alguna razón Julia decía algo de lo que él le hacía le iba a ir muchísimo peor.
--Am, Mark, ven por favor. --dijo Julia a punto de volverse a desmayar tras enfrentarse a su mayor pesadilla ahora.
--¡Dime por Dios que NO has hecho nada en contra de NUESTRO bebé! --dijo Mark muy asustado mirándome diferente de hace unos días.
--¿Cómo?, pero Mark, ¡Me dijiste que lo matara!, pero NO, tranquilo, el bebé sigue dentro de mi, ya es tarde para abortar. --aseguró Julia hecha un temblor.
--¡Gracias por no hacerlo!, ¡Quiero sentirme padre por nueve meses!, pero si lo tienes deberás vendarte el vientre para que no se vea y no engordes como una cerda asquerosa, además, cuando lo tengas lo daremos en adopción. --dijo Mark dejando sin aire a Julia pues la había golpeado en el vientre poniéndola pálida como un papel dejándole una marca horrible.
--¡Ohhhg!, ¿Adopción dijiste?, de acuerdo Mark, regalaré a mi hijo solo por ti y para que no me vayas a hacer más daño. --dijo Julia perdiendo la conciencia por unos segundos sudando mucho.
Los golpes hacia Julia eran cada vez más fuertes, cada día las palizas eran más fuertes y notorios en ella, pero como el bebé estaba creciendo trataba de golpearlos cuando este dormía con el pasar de los meses pues estaba quedándose sin aire al ser vendado por órdenes del mismo Mark cuando se empezó a notar su estado y así evitar ser "una burla".
Un día, la propia Ángela vio como los brazos de Julia estaban muy lastimados siendo evidentemente golpes llamándole mucho la atención sospechando que podía estar embarazada siguiéndola sin que se diera cuenta y verla quitarse los vendajes sus sospechas fueron confirmadas, por lo que, decidió llevarla con la psicóloga de la secundaria para que la pudiera ayudar antes de que fuera demasiado tarde ya que para ella se estaba volviendo normal.
La psicóloga vio los golpes y se preocupó muchísimo, pues eran muy muy fuertes y como ella estaba embarazada era mucho más grave empeorando el cuadro al saber que la pobre era hemofílica y si se llegaba a lastimar podría morir atendiéndola con todo el cariño y dedicación posible..
Ángela era la que descubrió todo, y así como era su nana aunque no supiera nada aún debía de protegerla desde ese día y para siempre, esta vez impidiendo que su destino fuera igual al mío, su madre biológica.
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Estrellas Fugaces©
Novela JuvenilNada en la vida es fácil o difícil, todo depende de qué tanto se desea brillar en media oscuridad. Cada uno de nosotros somos una estrella fugaz que atraviesa los cielos nocturnos cada noche, y que, por desgracia en algún momento llegamos a hacernos...