Capítulo 9

1.1K 44 4
                                        

Selena

Parpadeo un par de veces, la poca iluminación irrumpiendo en mi visión mañanera.
Me encuentro acorralada por unos fuertes brazos tatuados cubriendo mi cuerpo desnudo por debajo de las sábanas. Su calor corporal calentando mi cuerpo por completo. Luego de la extensa charla, cena y buen rato terminamos plácidamente explorando nuestros cuerpos mutuamente.
Justin era perfecto en todos los sentidos pero cuando se trataba de la intimidad era otro, se volvía lujorioso, deseoso y impaciente. Pero eso hacía que me encante más.

Mierda. Estaba perdidamente enloquecida por él.

Intento incorporarme en la diminuta cama, alejando los brazos de Justin de mis pechos, tenía una leve obsesión cada vez que dormíamos juntos en posar sus ambas manos en mis senos y adueñarse de ellas cómo si fueran un pedazo de carne.

Jodido Justin y jodidas manos.

- Mmm. - Balbucea entre sueños.

Suelto un suspiro, quería escaparme antes de despertarlo. Mi vejiga estaba a punto de explotar y mi aliento matutino no es para nada agradable.

Tiro de las sábanas cuando estoy a una corta distancia de levantarme sin despertar a Justin. Mi cuerpo queda expuesto al frío aire de la mañana, la piel se me vuelve a erizar, dejando mi piel de gallina y mi cuerpo temblando de frío. Busco con la mirada algo para cubrir mi cuerpo, observo cada parte del lugar y al fín puedo ver la camisa de Justin tirada a un costado, sin dudarlo corro a ella, al sostenerla en mis manos no tardo en ponérmela.

Inhalo repetidamente mientras me dirijo al pequeño baño cubierto por una cortina.
Debía apurarme porque sabía que en cualquier momento Justin despertaría.
Vacío mi vejiga, lavo mi cara con jabón, mis manos y por último mis dientes, allí me detengo por unos largos segundos.
Recojo mi cabello en una coleta alta, sin dejar escapar a los rebeldes mechones.

Sonrío satisfecha al verme en el espejo.
Lucía bien.

- ¿ Selena? - Oigo através de la puerta blanca. La voz de Justin es ronca y profunda.

Suspiro.

- Sí Justin, estoy aquí. - Digo, muerdo mi labio.

Escucho la manija de la puerta moverse.

Él quería entrar.

- ¿Por qué tiene seguro? - Pregunta indeciso.

Aspiro bocanadas de oxígeno para llevarlo a mis pulmones y luego exhalo el aire retenido.

- Dios, merezco mi privacidad querido novio. - Bromeo sutilmente.

Él ríe, mis hombros se relajan ante esa acción.

- Lo sé. - Toma una pausa, que se me hace eterna. - Pero necesito tenerte lo más pegada a mi, sabes cuánto te echo de menos cuando ambos estámos distanciados por nuestras giras. - Su voz cambia, se encuentra más apagada.

Mi corazón saltó por su confesión. Dios mío, amaba a este chico.

- Ve a la cama Justin, ahora voy yo. - Digo con mi voz tambaleándose en algunos sectores.

Lo oigo suspirar para después oír cómo se alejaba del baño.

Al instante obligo a mi mente y corazón calmarse, estiro un poco más la camisa que no cubría lo suficiente mis muslos. Me observo por última vez en el espejo. Estaba bien y eso es lo que me importaba, no por mi, si no por Justin.

Quería que él me viera linda.

Comienzo a salir del baño con mi sistema nervioso muy alterado, era irónico sentirme así cuando estaba junto a él, por que ya lo conocía, ya vivimos y nos conocemos lo suficiente para estas reacciones. En principal mía, siempre cuando se trata de Justin mi cuerpo me engaña, me debilita y reacciona a él.

Volviendo a ti [Jelena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora