Selena
Lo observé silenciosamente, su mirada reflejaba angustia,remordimiento. Sus ojos rojizos,su nariz hinchada y roja. No era el mismo Justin que yo conocí, aquel chico de ojos mieles y cabello largo. No era él, era otro, uno que se encontraba roto, roto como yo lo estaba.
Me dolía el alma verlo en esa situación, pero yo estaba el triple de peor. Mi corazón, mente y alma estaban destruídos, no podía confiar en él nuevamente, no podía y ni quería por temor, temor a que me hiciera lo mismo.Bajé la mirada, para respirar y fortalecerme, mi postura había cambiado radicalmente.
—Que haces aquí? — Susurré con la voz entrecortada, tenía un nudo en mi garganta trabando mis palabras.
—Vine a verte. Tenemos que solucionar nuestros problemas. — Pausa.— No quiero que sigamos evitándonos,quiero explicarte completamente todo,cómo son las cosas realmente.—Miró el interior de la casa luciendo nervioso.
Su rostro lucía opaco de ese color trigueño que tanto me gustaba y esa sonrisa que alumbraba mis días. Amaba y sigo amando todo él.¿ A quién quiero mentir? Si él es mi mundo.
—No tenemos nada de que hablar y arreglar Justin, lo nuestro ya se acabó. Todo. - Mi voz se elevó, sonando autoritaria. No me veía,ni me oía débil y lastimada ante él.
Aunque mi cuerpo demostrara otra cosa, aunque estuviera temblando de nervios y mi corazón latiera frenéticamente en mi pecho.— ¡ Eso no es verdad Selena! — Exclama con impaciencia, mientras removía su cabello sedoso con nerviosismo.
Su postura se curvó más de lo habitual.
Respira pesadamente, sus hombros tensos y su nuez de Adán subiendo y bajando repulsivamente.— Si es verdad, aunque lo intentemos nunca volverá a ser lo mismo. — Suspiro. — Aunque quisiéramos no lo será, nosotros estamos rotos Justin, nuestro lazo de alguna manera se rompió y quebró, ya no es lo mismo. — Argumento con dolor, lágrimas agrupándose en mis ojos.
Negó con la cabeza.
Se veía ilusionado.
—¡ Claro que sí Selena! — Me observa por unos segundos. — Si nosotros queremos lo nuestro puede fun...
Lo interrumpo, acaricio su rostro trazando sus labios, sus mejillas, su nariz y luego sus cejas, él se deja tocar. Cierra sus ojos con su cuerpo relajado, me acerco de puntitas de pie a su cara y luego lo beso, un beso que comienza lento, con dulzura y con amor. No quiero que esto termine nunca, su sabor y su textura era un deleite para mi. Él sigue mis movimientos, sus brazos se acoplan alrededor de mi cintura, con leves caricias sus dedos tocan mi piel.
Me fundo en sus labios, saboreando su exquisitez, él tira de mi labio inferior con delicadeza.
Mis manos se detienen en su rostro, de cada lado de su mejilla, nuestros cuerpos a una corta distacia que es casi mínima,pero aquello no nos importa, no me importa. Tenerlo cerca ya me era suficiente, poder besar sus labios me era suficiente.Abrazaría su cuerpo y besaría sus labios por última vez.
Mis lágrimas empiezan a caer una tras otras,mi cuerpo con espasmos musculares por los sollozos retenidos, mi visión ya no es clara cuando abro de a poco mis ojos y me separo de él.
Justin estaba peor que yo, sus ojos estaban inyectados de sangre pero de ellos no caía lágrima alguna, su labio inferior temblaba, su cuerpo estaba tenso, quieto y detenido en el mismo lugar.
Él esperaba que dijera algo, veía en sus ojos el temor que estaba sintiendo.Mi corazón se escogió.
—No podemos arreglar algo que esta roto hace ya un tiempo. — Inhalo con fuerza, necesitando el oxígeno lo más posible, cómo si de él dependiera. —Te amo y siempre te amaré. —Dije con mi corazón rompiéndose con cada palabra que salía de mis labios.
Justin se limita a examinar, luego de unos segundos en donde se mantuvo en silencio estira sus manos tomando las mías. Una pequeña sonrisa tira de sus labios, es pequeña cómo si forzara a su boca a sonreír.
—Hasta el corazón más roto se recupera.— Suspira, su mirada no se aparta de la mía. —Sólo hay que intentarlo. - Forma nuevamente esa sonrisa débil, que no llegan a sus ojos.
Está expectante a mi reacción pero sobre todo a mi respuesta, sé que tiene un hilito de ilusión.Lo escudriño lentamente, no quiero seguir llorando pero mi cuerpo no sigue mis órdenes. Estoy vulnerable cómo el infierno.— Eso es muy difícil Justin.— Digo,aún con mi voz entendible. — No insistas más, lo nuestro ya se acabó. — Giro sobre mis talones para entrar a mi dulce hogar que se encontraba mudo, silenciado y así cerrar la puerta, dejando del otro lado al hombre que marcó mi vida.
Al hombre que amé con todo mi corazón, al que confíe ciegamente y me falló, rompió mi corazón y mi fé en él.—No Selena,no lo hagas.— Escucho del otro lado, está llorando, lo siento por sus hipeos. Me aferro a mi misma, tapando mi boca con mis manos. Evitando que él me oyera. — !No lo hagás por dios! No me alejes de ti Selena, yo te amo, te amo demasiado. — Escucho un ruido de un golpe brusco sobre el piso, su voz se disminuye un poco. — No puedo vivir sin ti, tu eres la mujer que yo elegí para toda mi vida. Quiero estar contigo por lo que reste, quiero formar una familia contigo... Sólo... Sólo déjame explicarte como en realidad es,lo que dicen allí afuera no es verdad, es mentira. — Lo oigo levantarse, golpea una, dos y tres veces la puerta. Lo ignoro, no puedo volver a caer a sus brazos aunque quisiera y moría de ganas por hacerlo, no podía, era por mi orgullo y dignidad, por amarme y respetarme a mi misma.
- Nunca me olvides Justin. -Susurré apoyando mi frente en la puerta.
Mi corazón abatido, mi voz poco audible y mis sentimientos envueltos en un mar de confusiones.Justin seguía insistiendo,sus golpes eran cada vez más fuertes y bruscos, temía a que derribara la puerta.
Agradecía que mis padres hicieran oído sordo, dejándome a mi llevar la situación.
— Selena, por favor te lo suplico... Ábreme la puerta, déjame entrar para solucionar las cosas. — Solloza. — ¡ Por favor amor! Yo jodidamente te amo, por qué no lo vez? Por qué? Perdóname si te hice mal, si te hice sufrir, sólo... Perdóname. — Es lo último que dice, porque después de eso ya no escucho nada más.
El lugar queda en un frío silencio.
Dejando un hueco vacío, sin calor y sin vida cuando Justin se rindió, cuando él se canso de insistir y luchar.Y sé que Justin, finalmente se había ido, se había marchado de mi vida.
Y con él se llevó mi corazón.Dejo ir un suspiro que estuve reteniendo, me mareo por un momento, me aferro a la pared, apoyando en ella mi cabeza y mi débil cuerpo, respiro hondamente.
De mis ojos desbordan lágrimas de dolor, de desamor.— ¿ Por qué todo a mi? ¿ Por qué? — Pregunto cerrando mis párpados. El mareo no se detiene, estoy a punto de desmayarme, lo sé por mi cuerpo que no paraba de temblar.
Estaba jodidamente débil, tensa y con el pico de estrés al máximo, necesitaba despojarme de todo lo malo, necesitaba un descanso y alivir mi cabeza.
Con leves pasos aún sostenida por lo que veía me dirijo a mi habitación, allí me arrojo a la cama cómo una bolsa de papas y vuelvo a inhalar y exhalar con precaución.Sólo me dejo llevar por la serenidad que habitaba en mi cuarto, no tardo en cerrar los ojos y olvidarme de lo ocurrido hace instantes para poder descansar. Pero todo aquello se interrumpe cuando mi teléfono celular vibra sobre la mesita de luz.
Con cierta pereza lo busco al móvil con mis manos, al tantearlo lo tomo y aprieto la notificación, era un número desconocido y privado. Era un mensaje.“ No me rendiré, seguiré luchando por ti, por lo nuestro mi amor.”
No pude evitar, que una sonrisa se formara en mi rostro,no lo pude evitar.
...
Capítulo editado.