Justin
Están los días soleados, los días grises, los días nublados y los días oscuros. Cuando digo esto, me refiero a lo emocional, no a lo climático. Yo por ende vivía en el ambiente de los días oscuros, negro, donde no veía una pizca de luz destilando. Estaba hundido al más fondo de el hoyo, sin escapatoria y salida.
Estoy aferrado a la cómoda colchoneta, las frazadas cubren mi cuerpo parcialmente desnudo. Mi cabeza se encuentra enterrada en la perfumada almohada. Mis pensamientos perdidos que casi todo lo ocurrido hace días, las noticias falsas, la ausencia de Selena y mi poca actividad en el mundo del espectáculo.
Mi cuerpo estresado al límite, mis angustias a borde de ser derrumbadas, mi corazón a punto de agrietarse.El toqueteo de la puerta me hace fastidiar, abrumar y querer fundirme en un duradero sueño, donde sólo haya paz y seguridad.
—¿ Se puede?
Inclino mi cabeza hacía arriba, abro sólo un ojo para ver de quién se trataba. Rodo mis ojos al ver a mi padre.
— Si. — Es lo único que atino a decir, vuelvo a enterrar mi cara en la almohada.
Escucho sus pasos ser arrastrado hacía mi cama. Él está silencioso, no pronuncia palabra alguna. Es cauto y relajado, como suele ser él siempre.
— Escúpelo. — Dice, siento su cuerpo instalarse en un costado de la cama, hundiendo ese pedazo.
Bufo.
— No tengo nada.
Jeremy, alías papá, me palmea la espalda con fuerza. Joder, casí escupo mi pulmón por sus embestidas.
— Demonios, quieres matarme. — Gruño moviéndome de lugar. Mi cuerpo rueda quedando boca arriba, cruzo mi antebrazo por mi rostro, deteniendo en mis ojos, tapando la poca vista.
Mi padre suelta una breve risa. No lo estoy viendo pero sé que me está fulminando con la mirada. Siento sus ojos quemar mi rostro.
Mierda.
— Justin, mírame. — Amenaza.
Resoplo.
— ¿ Qué quieres?
Oí cómo suspiraba.
— Te estoy dando una orden Justin, mírame. — Rechina sus dientes.
No hago caso, lo sigo ignorando.
— Déjame en paz.— Digo, vuelvo a darme la vuelta, quedando mi cuerpo ahora sí a costado. Cierro mis ojos, dejando a mi cuerpo reposar. — Vete por favor.
— Tienes algo Justin, te conozco... Eres mi hijo. — Dice, su peso ya no molesta en la cama. Sé que se levantó, sigo sintiendo su mirada ataladrar en mi inerte cuerpo. — Y pronto lo sabré. — Dicho esto se fue, oí la puerta ser azotada y luego sus pasos disminuyeron.
Suspiré, al fín estaba nuevamente sólo. Nadie molestando, ni estresando,ni haciéndome mal.
(...)
— Hola amor. — Oír su voz me tranquiliza,sonrío tan ampliamente que hace doler mis mejillas.
— Hola mi cielo. — Digo, la observo a través de la pantalla de la laptop. Se ve hermosa, sus ojos marrones brillan y una tímida sonrisa surca en su regordete rostro.
— Te extrañé. — Dijo, su sonrisa es remplazada por una mueca. — En sí, te sigo extrañando. — Un puchero regordete se forma en su labio inferior.— Y yo a ti mi cielo, no sabes cuánto. Ya no veo la hora de vernos.
Ella asiente, aún con su puchero.
— Ya pronto lo haremos Justin.
Quiero traspasar la pantalla y besarla sin rodeos.
— Sí, lo sé. — Suspiro. — Pero falta. — Tomo una pausa. — Y yo quiero verte ya, te extraño demasiado mi amor.
Sus ojos se cierran y inhala profundamente.
— ¿Sólo tú crees que te sientes así? — Niega con la cabeza. — No sabés cuánto echo de menos estar cerca de ti. — Inclina su cabeza de un lado.
Levanto mi mentón,observo de soslayo su rostro delirante. Muerdo mi labio,evitando cualquier sonido que pudiera salir de mi boca. Recuerdo los buenos momentos junto a ella en estos días,extrañando a horrores sentirla,verla,apreciar su sonrisa,ver sus ojos achinarse,su cálida risa que se adaptaba y disfrutaba mi sistema auditivo. Extrañaba cada parte de ella y pude verlo en sus ojos tristes que ella se sentía de igual manera.
— Lo siento.— Susurro,desvío por completo mi mirada.
Selena simula una sonrisa,que no se forma por completo en su relleno rostro.
— Se supone que esta vídeo llamada es para sentirnos contentos y no preocuparnos,dejemos de lado los días oscuros Justin,ahora estamos juntos y eso es lo que importa.
La observo atentamente,mis ojos no pierden detalle de su cabellera castaña,sus ojos marrones y sus gruesos labios. Ella era mi debilidad,era la persona que quería para toda la vida. Era y es la mujer de mis sueños.
— Tienes razón.— Me acerco a la cámara,dejando de vista el cuello de mi camiseta blanca,alrededor de ella llevaba un collar de oro y debajo de la tela escondía el dije que reservaba sólo para ella.
— ! Justin! !No puedo verte! — Exclama con un tinte divertido de voz.
— Es lo que pretendo nena. — Miro por encima de mis hombros, a través de mi un espejo dejaba ver mi espalda y parte de mi cuerpo.
Bueno,no me veía tan mal en esta posición.
— ¿Pretendes?
— Ajam .— Me limito a decir. En un rápido movimiento saco el dije de mi escondite,mis dedos traza la fría joya de tanto valor. — Es para ti.— Digo. — Aunque no sea una gran cosa,lo hice especialmente para ti nena.
— !Oh Justin! Es hermoso! — Su sorpresa y su suspiro envía un aire frío por toda mi piel.
— Espero que te haya...
Ella me interrumpe,vuelvo a mi anterior postura,mi cuerpo derecho y mis piernas cruzadas sobre la cama.
— !Me encantó! !Dios mío!
La examino,sus mejillas rosadas y sus ojos con ese particular brillo. Ella era crudamente hermosa.
— ¿Lo es?
Selena asiente repetidamente.
— Lo es.
Así pasaron los minutos,convirtiéndose en horas.Cuando finalizamos la comunicación ya era de noche,el sol estaba escondiéndose bajo las nubes,el atardecer en este país era impresionante,era exótico. Ahora sí,me encontraba a gusto,luego de la charla con Selena,de verla y oírla mi corazón dio un vuelco y mi estado emocional cambió rotundamente.
Era irónico y poco creíble que mi estado emocional dependiera de una persona,pero sí,así lo era. Necesitaba tenerla a ella en mi vida. No me importaba qué tendría que hacer para tenerla aunque sea en la maldita distancia. Lo sé,soy un jodido cursi,pero ella me convertía así. La amaba,cada parte de mi lo hacía.
Solté un suspiro viendo el atardecer,tomé el último sorbo de cafeína que yacía en la taza de porcelana y mirando el cielo,los árboles meciendo y la brisa acariciarme,lo dije y lo pensé a la vez.
— Estoy jodido.
Hasta los huesos y sólo por ella,por mi latina favorita.
***
Capítulo editado