Justin
Selena estaba mal, la última vez que pudo comunicarse conmigo me informó sobre una tempranera internación en la clínica más sofisticada y confiada de su madre.
Supuse que no era nada bueno, ella era muy inmune a cualquier tipo de vírus o enfermedad.
Unos días antes que perdiera todo tipo de comunicación conmigo me llamó, recuerdo muy bien sus palabras y podría amortiguar por varios y duraderos días su voz.«— Estoy bien. Sólo es un vírus, un maldito vírus conocido cómo Lupus. Éste ataca al sistema inmunológico y causa síntomas cómo...
— ¡ Por dios Selena! No necesito explicaciones sobre esa maldita enfermedad que te está causando daño, lo único que necesito hacer es estar a tu lado, acompañándote. Allí contigo. — Respiro tan pausadamente que temo infartarme.
Ella suspira, su voz es débil, fría, tan apagada que duele. Sé que algo le está trabajando en la cabeza. Lo presiento.
— Sabes que no puedes. — Se escucha cómo si me implorara no ir.
— ¿ Por qué no? — Tiro de mi labio inferior con demencia. —¿ Es por ella, no? — Aprieto el puente de la nariz frustrado.
La línea se silencia. Selena tarda en hablar.
Y sé, que es por ella.— Si. — Dice dolida. Quiero patear lo que esté cerca mío con fuerza, ira y frustración.
— Pero... Qué tiene en contra de mi? Qué le hice?— Mamá teme a que me hagas mal, ella dice... — Toma una pausa que se me hace eterna. — Que tú no eres el indicado para mi.
Simplemente callo. Guardo cada palabrota que quiere salir de mis labios.
Cierro mis ojos y me exijo a mi mismo a retener todo enojo.
— Lucha por nosotros Selena.— Sigo con mis ojos cerrados cuando lo digo. —Hazlo. Por ti y por mi. Por nuestro amor.Selena no responde.
— Es mi madre Justin. — Susurra débilmente.
Mi corazón se apreta en mi pecho. Trago una bola de saliva que hace impedir decir palabra alguna.
— No soy nada para ti? A caso...
— Justin yo... Yo te amo.
— No parece.
Su voz tiembla.
—Lo dices por que estás enojado. Pero sí lo hago. Te amo con toda mis fuerzas.
No me había dado cuenta que seguía mordisqueando mis labios con tanta violencia hasta que sentí el sabor metálico de la sangre.
— Iré a verte, quiera o no tu madre. Lo haré.—Digo firmemente.
— Te he dicho...
—No aceptaré un...
— Justin si llegas a venir... — Respira. — Tú y yo terminamos.
— Selena...
—Te lo advierto Justin. — Dijo con su tono de voz amenazante para luego finalizar la llamada. »
Esa fue la última vez que hablamos. Intenté comunicarme con ella horas después pero no contestaba mis mensajes y rechazaba mis llamadas.
Cuando fui a verla a la clínica no quiso verme. Su padrastro me empujó fuera del lugar y amenazó a golpearme si me acercaba nuevamente a ella.
¿ Si entendía sus comportamientos? No, absolutamente no.
¿ Si sabía que les había hecho? Carajo, no.No entendía sus actitudes, su repudio hacía mi persona. Sus padres me odiaban, del día a la noche cambiaron de opinión. Sobre todo su madre, me detestaba. Y aunque Selena intentara evitar el tema sobre su familia, ella lo sabía, ambos lo hacíamos.
— ¿ Qué tienes? — Scott ingresa al palco,donde estaba fumando un cigarro perdido en mis pensamientos.
Lo observo de soslayo instalarse a mi lado.