Volviendo a ti [Jelena]

Capítulo 5

[Narra la escritora]

Su boca se alineó;reprimiendo morderse los labios. Estaba ansiosa más que ansiosa,nerviosa.
Sus uñas ya no cabían de tanto morderse; era tal el nerviosismo que no calculaba sus movimientos y caras que formaba.
Su estómago se revolvía con cada sutil movimiento. Su corazón palpitaba velozmente en su pecho.

Vería a la persona que hacía dar vueltas  y verla de otro color a su frenético mundo.

Por la otra parte Justin rodeaba la sala cantando su canción tanteando las partes del sofá con sus dedos;haciendo líneas imaginarias en el aire. Su corazón latía a una velocidad y ritmo acelerado. Se sentía nuevo;con mucha energía. Sus guardaespaldas lo miraban divertidos y reprimiendo sus risas.

—Selena, Selena.—Pensó,murmurando lo último. Recordó como la conoció; cómo sintió esa chispa eléctrica al verla. Era una diosa; era el sinónimo de venus diosa, caliente y peligrosa.

Sonrió al recordar el nombre de sus fans;como los llamaban cada vez que los veían agarrados de las manos. Recordó como Selena sonreía al oír como los llamaban. Buscó su celular para ver su última conexión en su red. Y pensar que todo cambio. Esperaba que todo se arreglara;que sus problemas lo dejaran en el pasado y que pudieran volver a oír el "Jelena" por parte de sus hermosas/os fans.

                                      (...)

Selena se dejó llevar por sus pensamientos; la hermosa sonrisa que llevaba en su rostro era alucinante. Era una mujer hermosa,fuerte y humilde. No cabía tanto amor en su pecho. Selena era perfecta. Era ella misma.

—Selena,selenita. —Dijo Taylor luciendo agobiada. Taylor no entendía como la morena podía estar con alguien cómo Justin ,la hacía sufrir,la hería y luego él seguía cómo si nada con su popular vida.

La morena achinó sus ojos.

—Sí? —Sonrió. — ¿Que pasa Tay?.—Carcajeó al ver el rostro de su amiga.

La rubia frunció el ceño. Taylor sabía muy bien su actitud;la conocía; sabía como era y eso la irritaba. Aunque ella misma dejó que lo llamase;que le hablara; pero también se arrepiente de haber sedido a tal cosa.
Temía verla sufrir por el mismo idiota;temía verla llorar; temía verla destruida.
Se sentía egoísta pero su egoísmo no era de maldad;en sí era por su bien.

Porque era su amiga y la quería ver bien.

—  ¡ Ay amiga! — Exclama con fastidio. —¿Hice bien en haberte permitido  llamar al imbécil de Bieber?

Selena dejó de sonreír a escuchar por parte de su amiga aquél insulto. Su semblante pasó de ser entusiasmado a serio, algo dentro de ella se enfrió, dudó y temió.

Taylor notó el cambio de su amiga.

—Ahora qué Taylor? —Gritó.
Sentía su ojos picar,a punto de escabullirse las primeras lágrimas de sus órbitas.  Le dolía el alma ver a su amiga no apoyarla.—Me dices que lo llames,me alientas a que le hable,que arregle las cosas con él y ahora qué?— Selena tenía su rostro enrojecido y fruncido; su expresión asustaba. Pero Taylor no se inmutó.— ¿Porque no me quieres ver feliz?¿Porque eres tan egoísta? Se supone que las amigas se alegran al saber que te va bien,te apoyan,que simplemente...te animan a seguir.- Susurró lo último con lágrimas en los ojos.

Taylor calló, la observó con su ceño fruncido,con su mirada de disgusto. Sus labios a punto de decir algo, pero al contrario de actuar y herirla de más, decidió salir de la habitación sin responder una sola palabra,sólo se marchó; Dejando a la pelinegra sola y confundida.

Selena tardó unos minutos al reaccionar; su amiga se había ido; no le había respondido. Solamente la ignoró y se fue. Dejando  la intriga rodando en su cabeza.
Pensó si lo mejor sería llamarlo a Justin y contarle lo sucedido o simplemente dejarlo pasar y ignorarlo.

Dejó de razonar y buscó su celular; entre el tumulto de la ropa desarmada y abultada vió su aparato.
Cuando lo tuvo; no dudo ni un segundo en llamar al oji miel,necesitaba desahogarse con alguien y que mejor que su mejor amigo.

« — Hola .— Su voz sonaba ronca y adormecida.

— Lo siento Jus,yo...— Suspiro con su alma partida.

—Oh selena eres tu. —Bostezó.

—Perdona si te desperté pero es que...—Maldeció su balbuceo; se sentía estúpida hablando así.

—Hermosa tu nunca molestas; para ti estoy siempre a disposición. — Argumenta con su tono de voz cambiando a la normal de él. La voz que hacía mojar bragas en sólo segundos.

Ambos sonrieron.

—Justin...

—Que pasa princesa?

— Es Taylor...— Dudó en nombrarla pero la curiosidad la mataba.

—oh ella...se pelearon por mí,no? — Pregunta con cierta angustia.

Selena se encontraban en la cuerda floja; sentía que iba a colapsar.

—No nos peleamos,solamente discutimos que es diferente de pelear. Sólo hubo desacuerdos y ambas lo hicimos saber.— Dijo con leves tartamudeos y pausas.

Justin negó mordiéndose la mejilla interna, el cansancio le estaba ganando pero no quería despedirse de Selena,la quería oír, quería escuchar sus problemas, quería que ella se sintiera a gusto con él.
La quería a ella.

La voz pacífica de Selena retumbaba en la habitación del castaño; no era tan mala idea poner la llamada en alta voz,su cuerpo estaba en una postura cómoda y sus ojos cerrándose del sueño. Selena le contaba de la actitud de Taylor; de como actúa cuando ella se arregla con él. El tenía por hecho el odio que Taylor le tenía; Sabía que era por como la hacía sentir a Selena; Sabía que era por su amiga. Recordó las palabras de Taylor cuando ellos habían empezado su noviazgo a escondidas. "La haces sufrir y ten por seguro que de mí no te libras. Ella no está sola Bieber; ella me tiene a mi." Sonrió; volvió a poner su celular en su oreja y susurró.

—Tranquila hermosa; tú y la gruñona de tu amiga se van a arreglar; las hermanas no duran mucho tiempo distanciadas.— Susurra lo último con sus ojos pesados, al borde del abismo.

Selena lo pensó, estuvo así unos segundos. En silencio, calmada y atenta a sus palabras.

—Justin te amo. — Fue lo último que escuchó decir él; antes de caer en un profundo sueño; donde Selena era la protagonista.

Esperó su respuesta pero al no oír nada de parte de él, a parte de unos suspiros tranquilos, supuso que su novio se había dormido.

No se preocupó, sólo cedió a dormirse ella también.

                                      (...)

Capítulo editado.