Las notas del teclado inundaban mi sala, como en una danza suave llena de armonía. La melodía inundaba mis oídos y juro por cualquier dios que podría escucharlo tocar el piano toda la vida. Y verlo así.
Con sus ojos cerrados, concentrado. Ajeno al caos del universo completamente sumergido en el movimiento de sus dedos. Dejando que sus manos expresaran todo lo que su cabeza a veces guardaba, incluso de mí.
Yoongi levantó la vista y me sonrió. Movió un botón en su teclado y este dejo de sonar como un piano de cola para comenzar a sonar como aplausos.
"Gracias, gracias, gracias" comenzó a decir haciendo reverencias mientras nosotros reíamos a carcajadas.
"Beethoven..." lo llamé, provocando que él comenzara a lucirse cual pavo real. Él comenzó a tocar Für Elise –mi canción favorita de Beethoven- y yo fingí que me desmayaba de la emoción abanicándome con mi libreta de bocetos.
"¡Ayyy!" grité como fangirl. Yoongi no pudo soportar la risa y se levantó a arrojarme uno de los cojines de la sala. Yo me cubrí detrás de Namjoon provocando en menos de un segundo una guerra de cojines entre los tres.
"Hyungs..." llamó Jungkook. "Hyungs..." pero nadie se giró. "¡Dany!" me gritó haciendo que mi cabeza volteara a buscarlo automáticamente al oírlo decir mi nombre.
Lo encontré detrás de mí, a unos cuantos pasos de la sala con una sonrisa.
No sé cómo debimos habernos visto a sus ojos, pero yo me metí como pude detrás de Namjoon sobre el sillón y Yoongi seguía atacándonos con los cojines in tregua alguna.
"¿Qué pasa?" le pregunté.
"Les he dicho como tres veces que huele a quemado" se explicó.
Yo sentí a mi alma abandonar mi cuerpo.
"¡Ay no!" lloriqueé aventando a Namjoon al suelo para correr hacia la cocina.
Escuché a los tres idiotas reír mientras buscaba frenéticamente los guantes de cocina.
"¡Sobre la barra!" gritó Yoongi.
Me los puse en automático y abrí la puerta del horno. Acto seguido todo se llenó de humo y Namjoon abrió la puerta corrediza hacia el balcón entre risas.
Yo juro que no sabía si llorar o reír.
"Mi lasagna..." lloriqueé.
Mi detector de humo comenzó a pitar pero yo sólo lo oía a lo lejos, aún enajenada en que ni siquiera había podido hacer lasagna precocida de paquete.
"Yo me encargo..." murmuró Nam, subiéndose a la barra a apagar el detector.
Sentí como alguien me abrazó por los hombros y dejé caer mi cabeza sobre aquél brazo.
"¿Qué pasó con tu alarma, noona?" me preguntó. Mi piel se erizó por completo al ver que era Jungkook.
"No lo sé..." me expliqué, pero terminó sonando como un berrinche ya que mi voz no salió tan fuerte como quisiera. Si no como un lloriqueo aniñado que hizo sonreír al alto muchacho.
"No prendiste la alarma, tonta." Me dijo Yoongi checando mi celular en la sala.
Asentí resignada y me alejé del abrazo reconfortante de Jungkook.
"Noona..." me llamó, pero yo negué.
Vacié la lasagna en la basura y dejé el pirex sobre el lavabo para después acostarme sobre el piso de la cocina, recapacitando acerca de mi vida y todas mis malas decisiones culinarias.
ESTÁS LEYENDO
STAY (BTS)
Fanfiction"Si vienes a mí con un rostro que no he visto, con un nombre que nunca he oído, te seguiría reconociendo. Aún si los siglos nos separasen, te seguiría sintiendo. En algún lugar entre la arena y el polvo de estrella, a través de cada colisión y crea...