36. Not that man

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"Sé que un día tendrás una vida hermosa,

Sé que un día serás la estrella en el cielo de alguien más,

Pero ¿por qué?... ¿Por qué no puede ser en el mío?"

Black -Pearl Jam.

















Me encontré con su mirada café que no era nada menos que extraordinaria, como el ámbar y el ónix fucionados para mí en el abismo de sus ojos.

Me sonrió... desarmándome completa.

"¿Estás bien?" me preguntó.

Y yo no sabía cómo explicarle que desde que llegó a mi vida yo me sentía cada vez más a salvo.














Otoño .  Dos años atrás

Seúl, Corea del Sur.











"¿De verdad?" le pregunté en voz baja, con mi voz rebotándole en el pecho. Trazando perezosamente las costuras de su gorra, disfrutando como se veía con el rostro limpio y la frente descubierta.

"Sí, con perros y toda la cosa..." respondió Yoongi, acariciando mi hombro por sobre el suéter suyo que estaba usando. Sus manos sobre mí teníanuna especial cuidado. Casi apenas y rozando, cuidando mis heridas.

Yo reí imaginando aquella escena que él describía, aferrándome al cachorro dormido entre nosotros.

No voy a negar que una parte de mí saltó feliz ante aquella idea y para ser honestos, me asustó un poco. Pero era normal, ¿no? ¿Querer ser feliz?

Me dolía el estómago de lo que me había hecho reír, teníamos juntos casi toda su tarde libre. Me sentí aun poco culpable de que estuviera ahí conmigo y el cachorro barrigón en vez de en Daegu con su familia y amigos.

Yoongi se empeñaba en tenerme los ojos encima cada que podía, casi como si tuviera miedo de que yo desapareciera de la noche a la mañana... como una vez lo había hecho ya. Y a pesar de las risas que compartíamos las lágrimas no dejaban de resbalarse de mis ojos.

"Así es como te veo. Estoy seguro de que así te encontraré algún día. Al lado del amor de tu vida, un par de niños despeinados y todos los perros de la calle que rescates."

Comencé a carcajearme como tenía bastante sin hacerlo. Yoongi también lo hizo, contagiado seguramente por mi risa escandalosa pero es que no podía evitarlo.

Con Yoongi ahí la habitación de mi nuevo departamento se sentía cómoda. No era nada comparado al hotel elegante que me había pagado él mismo cuando recién llegué. Negándose fervientemente a que estuviera durmiendo en el suelo del que sería mi estudio.

¡Además ahí no podría tener al pequeño Pabo conmigo!

La tímida Sun Hee al contactarme en Alemania me había ofrecido el trabajo con hospedaje y un estudio pero él me había obligado a hospedarme en aquél hotel, y ahora el departamento. Mi departamento. Pero él quería ver más muebles y una cocina gigante, yo intenté decirle que no necesitaba nada de eso, por lo menos no todavía.

Era un mandón y le gustaba tener todo bajo su control, hasta había elegido el nombre del cachorro miel que me había regalado, pero a mí no me molestaba. Lo conocía bien. Sólo estaba preocupado. Y sin poder externar sus sentimientos con palabras lo hacía con acciones. Como cuando llegó con el pequeño cachorro entre sus brazos.

STAY (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora