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Me pregunto si las estrellas se iluminan

con el fin de que algún día,

cada uno pueda encontrar la suya.



-Antoine Saint Exúpery




Cuando era pequeña, le hice las preguntas comunes sobre dios a mi madre. Ya saben; le pregunté sobre cómo era, qué hacía y sobre si tenía un trono gigante como el de Zeus en Hércules, y si él era el Dios todopoderoso, ¿a quiénes admiraban en otras partes del mundo?

Sí, mamá se enfrentó a todo esto a mi corta edad de seis años. Yo culpo solemnemente a la televisión y al gran y agradecido acceso a todos los libros de mi papá.

"Yo no sé la respuesta a todas tus preguntas..." dijo mamá en aquél tiempo. Todavía la recuerdo, con Ammy acurrucada en sus brazos cual bebé pequeño. Recuerdo que su respuesta me decepcionó. Digo, es mamá. Las mamás lo saben todo, ¿no?

Mi madre tal vez notó el sentimiento en mi rostro, que ella dice todavía que no puede ocultar lo que piensa mi corazón, como si mis ojos fueran siempre ventanas abiertas, y mi piel hojas en blanco sobre la cual escribir para siempre.

"Pero yo pienso..." añadió recostando a Ammy en su cuna con suavidad. Yo me senté en mi cama de inmediato, curiosa hasta la punta de los pies.

"¿Qué piensas?" pregunté sabiendo de sobra que aquella frase significaba probabilidades. Proezas, nuevas historias y hasta aventuras como las del mar, con piratas y sirenas.

"Pienso que eres un pajarillo muy audaz."

"¡Mamá!" me quejé ganándome un shh de su parte.

"Los engendros se durmieron." Dijo papá apareciendo en mi puerta. Mamá lo miró entrecerrando los ojos al escuchar el comentario. "Todos menos uno..." masculló acercándose lentamente a mí con las manos arriba, listo para hacerme cosquillas. "El peor engendro de todos."

"¡Papá!" grité emocionada haciendo que mi mamá volverá a callarnos a ambos.

"No griten, No la hagas gritar tampoco."

Papá y yo asentimos de inmediato.

Mi papá se sentó a los pies de mi cama, y mamá sólo hizo ademán de que tenía que recostarme de nuevo para arroparme.

"Tu hija está preguntándome sobre los demás dioses."

"Eso es bueno." Replicó papá. "Si no lo hiciera me preocuparía. Si no lo hiciera no sería mi hija."

"Sería un clon maligno." Dije y mi mamá se giró a papá de inmediato.

"Es tu culpa que sea así."

"¿Audaz?" replicó él con orgullo, a lo cual yo asentí satisfecha, sólo para confundirme al siguiente segundo.

"¿Qué es audaz?" pregunté en un susurro que lo hizo reír.

STAY (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora