27. After party, after drinks, after broken hearts...

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Y después de la tempestad, llegó la calma.


El fuego de la chimenea nos mantenía calientes y su luz era lo único que alumbraba mi estancia, pero todo era cómodo, cálido... increíblemente apacible. Era de madrugada ya, y como es bien sabido, las madrugadas siempre están llenas de promesas y confesiones.

Todos estábamos tranquilos, sentados en el suelo limpio. Los chicos habían amontonado los restos de flores en una esquina, mientras que mi hermana y Sunny me habían llevado a ponerme pijama. Yo traía puesta una camiseta gigante y unos pantalones de chándal. Ya no estaba semidesnuda como una loca destruyendo cosas.

"Soy una persona horrorosa..." musité no pudiendo leer más, poniendo el Ipad boca abajo a mi lado.

"No puedo más." Se quejó mi hermana y me arrebató el aparato. "¿Es enserio que estás viendo fotos de ellos?"

Yo negué, tomándole un trago a mi botella de vino.

"¿Pero qué demonios?" preguntó mi hermana al ver que era una novela lo que estaba leyendo.

"¡Dany! ¿Cómo pudiste?" dijo Tae de pronto, levantando la cabeza del regazo de Jimin.

Yo me giré a él inmediatamente.

"¿Vas en el capítulo nueve?" le pregunté.

"¡Sí!" me respondió destrozado.

"¡Lo sé! ¡Soy un monstruo!" lloriqué pataleando dramáticamente.

"¿De qué diablos están hablando?" preguntó Yoongi muy confundido.

"¿Estás leyendo fanfiction de Jungkook y Johana?" cuestinó mi hermana.

Taheyung y yo asentimos. Era una historia que se había hecho viral desde que salieron las fotos del Kook con la chica.

"No puede ser..." suspiró Jimin sin saber si reír o golpearnos a los dos.

"Esto es peor que cuando ves videos de bien tasty en Facebook cuando estás a dieta..." agregó Yoongi quitándonos el Ipad y los celulares.

Yo reí, contagiando a todos los demás, incluso a Yoongi.

"A la mierda todo..." mascullé, empinándome la cuarta botella de vino que abríamos para los seis.

"Amén, chica" respondió Sunny, quitándome la botella para empinársela ella también.

Yoongi nos vio a ambas con una sonrisa y negó suspirando.

"Rompieron a Sunny..." murmuró haciéndonos reír. Sunny rió mientras bebía, tirando un poco de vino sobre su ropa, provocando que riéramos más.

"Ya..." murmuró intentando no reír. "Me merezco un aumento, hermanas Toro."

"¡Ay Sunny! ¡Te mereces todo lo que tengo!" le respondí dándole un abrazo.

Jimin comenzó a reír otra vez y tomó más vino de su copa.

"¡Noona!" gritó Tae de repente. "Una estrella fugaz" dijo feliz como un niño, pero con esa voz de barítono que juro podría hacer temblar el piso.

"Tenemos que pedir un deseo" agregó Jimin girándose a ver la estrella tras la puerta de cristal hasta el balcón.

Todos nos quedamos en silencio, viendo aquella bola de fuego pasar por el cielo nocturno.

"¿Qué pediste?" le preguntó Tae a Jimin.

"Tener abdominales por siempre" respondió. Tae lo golpeó entre risas y Yoongi se cubrió la cara intentando dejar de reír, pero era simplemente imposible.

STAY (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora