Capítulo 4 - "Sacrificio"
El sonido del misterioso mecanismo que se encuentra en la pared número dos conquista el enorme silencio de la habitación, me levanto y me dispongo a esperar la entrega de la habitación. Cada cierto tiempo esto ocurre, aun no he hallado una secuencia lógica ante este suceso, pero suele ocurrir con cierta frecuencia. Algo se acerca, estoy preparado.
Algo golpea la metálica compuerta de la segunda pared, algo se siente diferente esta vez, el ambiente se tensa durante un segundo, un sonoro desgarro hace que se abra lentamente de manera vertical el extraño mecanismo, ahí se encontraba una bandeja con comida y un vasito con agua, había llegado por fin mi alimento, hacía días que apenas recibía algo.
Me dirijo a coger la bandeja, pero justo antes de colocar mi mano sobre esta noto que algo esta fallando, algo acaba de ocurrir, pude escuchar un claro sonido de la activación de la lucecita roja del artefacto metálico que me observa desde el techo, me pregunto que querrá saber sobre mis actos, ¿debería coger la bandeja?, me retiro unos segundos y enfoco mi mirada hacia el techo en búsqueda de una respuesta de ese ser, no ocurre nada. Esta observándome.
Mi instinto me dice que tal vez la habitación se haya enfadado por haberle arrebatado ese trocito que le pertenece, ese trocito que cayó del techo hace unos instantes. Me da pena desprenderme de él, sé que no es un objeto de gran importancia pero es lo único que tengo. Lo saco de mi bolsillo y lo escondo en mi mano, me desplazo al centro de la habitación, alzo el brazo en el que se halla la piedrecita y abro la mano todo lo alto que puedo para que el artefacto vea su tan querido trocito.
Algo hace ruido, la luz empieza a parpadear, se ve reflejada la misteriosa luminiscencia de color rojizo ante mis lacrimosos ojos apunto de empezar a temblar por el temor de lo que podía ocurrir. El artefacto se mueve y dirije la lente hacía mi mano, parece hacer un extraño ruido, como si tratase de mirar con más dedicación ese trozo de techo.
Mantengo la compostura, pero en realidad estoy aterrorizado por dentro, empieza a temblarme el brazo y lo bajo al instante, no aguanto más en esa posición tan incómoda. La luz se apaga, ¿estará contenta la habitación?
Me dirijo hacia la compuerta metálica que aun se hallaba abierta ante mí, no tengo apetito. Toco la piedra que se encuentra entre mis fríos dedos, una última caricia cuyo roze alegra mis sentidos, mi mente se pena pero debo desprenderme de ella; dejo caer la piedra sobre el pequeño estanque de agua que se había formado en el vasito de agua, el sonido del caer sobre su superficie me asombra y el movimiento de las ondas del agua es lo más bonito que he visto jamás, mi mente queda colapsada ante esa maravilla, la maquinaria se enciende de nuevo, va a cerrarse.
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Las paredes de tu interior.
Mystery / Thriller¿Que harías si un día despertases dentro de una habitación donde no hay salida? Cuatro paredes hacen una habitación, una habitación de cuatro paredes y una larga historia contenida entre estas. La inocencia de un niño atrapado en un mundo tan pe...