Capítulo 9

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Capítulo 9 - "Lluvia"

Ya estaban todos sentados, todos menos yo y el líder de la investigación. Saludo cordialmente a mis compañeros de trabajo, pero no saben lo que les voy a proponer a continuación.

En mi cabeza aún se replantea la idea de hacerles la propuesta o no, algo que acabaría con nuestro afán de obtener resultados de este macabro experimento.

Me siento en mi lugar, la mesa redonda brilla ante la luz de los focos del techo, mis compañeros se disponen a avisar al líder, ya estamos todos. La reunión va a empezar.

El líder entra por la puerta, nos levantamos todos para recibirle, algo se siente tenso en esta situación, el silencio se mantiene en el aire. Nos da la orden de sentarnos, obedecemos, como siempre.

-Ya nos hemos desecho del sujeto 57. También finalizamos el lavado de memoria de 58, ya lleva en la habitación 37 horas y ha tratado de medir la sala con su cuerpo. - dice la tímida voz de la única integrante del grupo.

El jefe parece ignorar su aportación, abre su maletín antiguo, dentro de él un sin fin de documentos sobre todos los sujetos inspeccionados hasta la fecha. Tantea sus dedos entre la multitud de papeles, se detiene en un fichero en concreto, el Sujeto 34.

- Marin Dion, 19 años, trató de medir la habitación, su desesperación al no entender estos números y su significado le llevaron a una gran depresión, no ve ninguna lógica en la situación, decide dejar de comer. Sobrevive 8 días más. - leyó con voz fría el líder, mientras nosotros escuchábamos atentamente.

- Pero y si esta vez no es así, y si esta vez cambia el resultado. - responde con firmeza la mujer.

-Nunca cambia, no hay resultado válido, la frustración los llevará a su perdición, ya están muertos. - respondió fulminantemente su voz omnisciente.

Pasan unos ligeros segundos de silencio, las manos de mi compañera se ven nerviosas, la gente esta tensa. Debo ayudar a mi compañera.

- Estoy de acuerdo con ella, los resultados pueden cambiar. Solo necesitamos analizar con más dedicación los resultados anteriores. - dijo mi voz como si de un destello de luz se tratase en medio de una habitación oscura.

- ¿Crees que no lo hemos intentado ya? ¿Te crees que somos tan inútiles? - contesta con una voz muy agresiva a mi humilde propuesta.

Mi mente se queda en shock, estoy en blanco, tiene razón, pero no debo quedarme aquí parado, esta vez no.

-¡Déjeme los archivos! - salieron de mi boca esas palabras en búsqueda de una rápida solución. - De verdad, trataré de estudiar más a fondo el comportamiento de cada uno de ellos, y le aseguro que cuando acabe con ello, verá los resultados.

Una risa incómoda sale de la boca del líder. El silencio vuelve a conquistar la habitación hasta que se vuelve a incorporar a la conversación.

- Adelante, trata de conseguir lo imposible, ¡adelante! - cerró el viejo maletín aterciopelado de un golpe y los deslizo por la mesa hasta mí.

No podía creer que lo estuviese logrando, no podía ser verdad, iba a tener acceso a todos los documentos sobre la investigación, era mi oportunidad.

- Pero como se te ocurra sacar a la luz estos datos.. Ten bien asegurado que no volverás a ver este mundo. Ah.. Y una cosa más, quiero ver el resultado en menos de un mes. - aclaro el líder ante toda la sala.

- De acuerdo señor. Lo haré. - respondí con una determinación absoluta.

La reunión se dio por acabado al poco tiempo, no se hablo de mucho más durante ese periodo, en finalizar cada uno de los integrantes se dispuso a volver a sus hogares.

La lluvia de la calle empieza a escucharse a medida que subimos por el ascensor. Saco mi paraguas y emprendo mi viaje de vuelta a casa, bajo mi hombro se hallaba la respuesta a todo.

Lo tengo.

Las paredes de tu interior.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora