Capítulo 5

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Capítulo 5 - "Renuncia"

No puedo hacerlo, soy incapaz de desprenderme de ese objeto al cuál hace tan poco que he examinado, hay algo en él que me une a su esencia. Siento como que dejarlo ir por la maquinaria sería como perder mi última esperanza, mi única compañía dentro de esta fortaleza, mi único amigo, la única cosa capaz tal vez de comprenderme.

Quedaran unos pocos segundos hasta que se cierre por completo la compuerta metálica, tengo que hacer algo, corre piensa; mi mente empieza a idear alguna manera de detenerlo pero mi cuerpo permanece inmóvil, no puedo moverme, estoy petrificado mirando como poco a poco se desliza verticalmente la tapa y con ella se va apagando poco a poco esa llama dentro de mí que quería permanecer junto a esa piedrecita.

Tengo que hacer algo pensé, no queda tiempo. Mi corazón dio un golpe brusco, la sangre fluyó como el fuego entre mis venas y empecé a correr hacia la escotilla, lo voy a conseguir. Antes de que se acabase mi tiempo conseguí deslizar mi mano por el pequeño hueco que había entre la tapa del mecanismo y su fondo, toqué la bandeja y trate de arrastrarla hacía mí.

La compuerta sigue cerrándose y empieza a presionar mi mano contra su fondo, no hay escapatoria este es el fin, no voy a ser capaz de hacerlo, mi mente se pone muy alterada, pienso en todo pero no reacciono ante nada, en mis oídos el pitido del artefacto del techo encendiéndose junto al infernal chirrido de la maquinaria presionando mi mano, la habitación sabe lo que intento hacer.

Algo rojo empieza a salir de mi mano, el dolor se intensifica y empiezo a perder la sensibilidad en la mano, ¿qué esta ocurriendo?, nunca había sentido esta sensación, el dolor. No puedo retirar la mano, la escotilla se había cerrado por completo, mis dedos quedan estrangulados bajo su fuerte tapadera de metal, mi mente cae desplomada, la situación me ha vencido. No puedo más.

* * *

Nadie podía creer lo que estábamos presenciando en la reunión de hoy, ¿cómo ha sido capaz de hacer eso?, nadie decía nada, todos nuestros ojos se quedaron inmóviles ante la terrible situación. Todos supimos que ese iba a ser el fin de nuestro sujeto, se había acabado, el experimento había fallado, no era apto.

Alzamos las miradas y nos observamos mutuamente, guardamos un minuto de silencio en honor a la vida del sujeto.

-La habitación pudo con él. - dijo uno de los científicos al terminar este silencio.

-Queda concluida la reunión de hoy, pueden volver a sus puestos, mañana continuaremos de nuevo, inicializen el sujeto 58. - respondió con voz quebradora el jefe del estudio.

* * *

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