Diferente

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Por momentos el silencio dentro de mí era tan grande que lograba desestabilizarme por completo. Comenzaba a sentir cómo mis emociones salían a flor de piel y hasta creía  derrumbarme en cada intento que hacía por recordar. Había pasado una semana y no había  puesto siquiera un pie fuera de la enfermería. No entendía que sucedía conmigo y en realidad llegó un punto donde dejó de importarme. Solo quería saber qué era ese lugar y esa gente. Estaba claro que ellos me conocían, me trataban bien aunque por momentos al mirarlos a los ojos podría notar que había cierto daño allí, lo sentía aunque no lo expresaran con palabras. Por las noches me quedaba repitiendo mi nombre, lo repetía constantemente pensando, que en algún momento podría llegar a recordar algo más. Sin embargo no sucedida. A pesar de encontrarme en una laguna mental en la cual por momentos parecía ahogarme me sentía tranquila allí, protegida y cuidada. La chica rubia, Clarke, se pasaba largos ratos observándome desde la puerta de la enfermería. Ella creía que dormía pero la verdad era que llevaba los ojos entreabiertos y la observaba tanto como ella a mí. Sus ojos azules me generaban cierto cosquilleo en el estomago y no entendía  porqué. La forma en la que me miraba era peculiar, salía fuego de sus pupilas, como si quisiera de una vez por todas contestar a mis preguntas. No ingresó más a la enfermería, no después de la primera noche que pasé allí. Me preguntaba si había dicho algo que la hubiese dañado pero llegué  a la conclusión de que ella simplemente no quería ir. Realmente no es que estuviera esperando su presencia pero necesitaba hablar con alguien, ya que únicamente lo hacía con Abby cuando me revisaba la herida en el cuello que sangraba de vez en cuando. Mis palabras más utilizadas eran un "no" un "si" y un "gracias" Mi vocabulario parecía haberse vuelto estrecho con el paso de los días y ya comenzaba a sentir ganas de ponerme de pie. Las energías ya las había recuperado y respecto a la herida del cuello, no me dolía ni causaba malestar, así que no tendría porqué significar problema.
-Veo que te despertaste con entusiasmo- pronunció Abby al verme sentada en la orilla de la cama mientras ingresaba a la enfermería. Asentí con una sonrisa esperando a que me diera la aprobación para salir. Era extraño, no conocía a esa gente pero sin embargo prestaba atención a sus órdenes y recomendaciones, comenzaba a sentirme parte de ellos. Es decir, tampoco tenía demasiadas opciones. Lo último que quería era volver a perderme en aquel bosque. Al ver que ella no emitía palabra alguna mientras revolvía los papeles me puse de pie y arreglé mi vestimenta. Ella volteó para verme y me analizó con su mirada.
-Solo necesito tomar aire-dije en mi defensa.
-Lo sé, no es eso lo que me preocupa- dijo negando con la cabeza.
-¿Qué sucede?-pregunté. Ella pensativa se quedó mirándome por algún minutos, probablemente cuestionándose en su cabeza si era bueno dejarme salir o no. Después de la aparente deliberación dejó salir una pequeña sonrisa y asintió con el rostro.
-Antes de salir deberías cambiarte ese atuendo, déjame traerte algo de ropa de Clarke- allí estaba Clarke otra vez en mis pensamientos. Abby era su madre y lo sabía por ella, porque como ya dije la muchacha no se presentó más en la enfermería. Asentí sin más que hacer y esperé sentada en la cama. Al rato apareció cargando una remera gris, un pantalón negro y un abrigo del mismo color. Le agradecí y me cambié en el pequeño baño que había allí. Cuando salí, para mi sorpresa Abby ya no estaba. Genial, pensé irónicamente, debía enfrentarme sola al primer momento de socialización. Crucé la puerta de la enfermería y caminé por el pasillo que le seguía. Observaba la infraestructura del lugar y trataba de comprender cómo era que eso había aparecido en la tierra. Me topé con algunas muchachas que no parecieron notar mi presencia y siguieron de largo. Realmente no sabía a dónde dirigirme así que abrí una de las puertas sin pensar demasiado en mis acciones. La chica rubia levantó su rostro y pareció volverse pálida ni bien me vio.
-¿Clarke?- pregunté ya que su cabello caía sobre su rostro. Ella asintió pero sin cambiar la expresión de confusión.
-¿Qué haces aquí?- preguntó tratando de comprender.
-Lo siento-negué con la cabeza- Solo quería tomar un poco de aire fresco.
-Esta bien, te acompaño- dijo y agradecí su ayuda. Continuamos por el pasillo mientras notaba que ella no dejaba de mirarme.
-¿Qué ocurre?-no pude evitar preguntar. Ella desvío la vista rápidamente y suspiró.
-Solo notaba lo bien que te queda mi ropa- dijo y sonrío para volver a verme. No dije nada solo sonreí. Pensé en disculparme por estar usándola pero ella no se veía molesta y no quería pedir perdón por segunda vez en tan poco tiempo.
Cruzamos la gran puerta y por fin el sol se  apoderó de mi piel. Se sentía muy bien la brisa chocando con mi rostro, de veras que lo extrañaba. Dejé de contemplar el cielo y bajé mi vista. Allí habían varios grupos de chicos mirándome como si de verdad hubiera pasado algo demasiado malo conmigo. Comentaban entre ellos y me señalaban, no se sentía para nada bien así que me crucé de brazos y caminé hacia el otro lado. Clarke pareció notar mi molestia y me siguió hasta uno de los costados del establecimiento.
-Oye ¿estás bien?- preguntó detrás de mí y colocó una mano en mi hombro para detenerme. Lo hice y me di la vuelta. Ella me miraba aún confundida como si la que hubiese perdido la memoria fuera ella.
-¿Por qué me miran de esa forma?- pregunté refiriéndome al resto de las personas- Incluso tú me miras así- dije y realmente no sé porque hice una diferencia ente ella y el resto. Ella guardó silencio probablemente no encontrando las palabras adecuadas. -Clarke, no viviré en paz hasta que alguien me aclare que es lo que ocurre- dije angustiada. Negué con la cabeza y la bajé- Es como si mis recuerdos se hubieran ido, como si alguien simplemente me los hubiera arrancado...- dije tratando de contener las lágrimas. Levanté la cabeza y la expresión de Clarke pareció alarmarme. Había cambiado completamente como si acabara de encontrar un tesoro. Me miró sorprendida y abrió la boca tratando de hablar pero parecía estar tan emocionada que las palabras no podían cruzar su boca sin entreverarse.
-¿Qué ocurre?- dije preocupándome por su estado.
-Sé dónde están tus recuerdos, Lexa-dijo y realmente pensé que estaba jugándome algún tipo de broma.
-No entiendo- me limité a responder.
-Tus recuerdos están en la inteligencia artificial, junto a tu espíritu- dijo y comenzó a mover su cabeza como si hiciera cálculos o tratando de recordar- Si recuperamos tu A.I recuperaras tus recuerdos-dijo emocionada.
-¿Mi qué?- pregunté acerca de la abreviación que acababa de pronunciar.
-Ven- dijo y me tomó de la mano. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y al parecen en el de ella también ya que volteó para volver a verme y me sonrió- Iremos en busca de los chicos- concluyó y la seguí al interior del lugar.

Sil
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AND WE MEET AGAIN - CLEXA (Lexa y Clarke) EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora