Ruido

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"Mereces vivir más que yo"
¿Cómo había sido capaz de abandonarme otra vez? Se había marchado luego de todo lo que le había contado, después de haberle admitido que nos amábamos, luego de haber unido nuestros labios. ¿Cómo era posible que se hubiese ido sin mi?
Cada palabra que Lexa había escrito en esa carta golpeaba contra mi interior a medida que los segundos pasaban. La odiaba, la odiaba por hacerme sufrir de esa manera, por dejarme débil ante las situaciones, pero más que nada la odiaba por el simple hecho de hacerme amarla al mismo tiempo. Las lágrimas no tardaron en recorrer mis mejillas y para cuando traté de respirar profundo el inmenso dolor se alojó en mi pecho.

"Lo siento. Sé que me odiaras por hacerlo y aún más por irme sin avisarte. Te he conocido, Clarke. Probablemente no lo suficiente, no tanto como supe hacerlo antes o como hubiese querido hacer ahora. Pero lo que llegue a saber de ti fue suficiente para tomar esta decisión. Jamás dude que en algún momento te amé, Clarke. Estoy segura de que lo hice y lo hubiera podido llegar a hacer de nuevo. Tus ojos Clarke, son como el océano, y ya lo sabes. Me trasmites esa paz que tanto necesito, la protección, el amor. Es por eso que al verte a los ojos no puedo dejar que te hagan daño, no puedo permitir que tu gente resulte lastimada por mi culpa.  No puedo permitir que pongas tu vida en peligro por mi. Mereces vivir más que yo, Clarke. Mereces ser feliz y poder vivir como tanto esperas. Espero que puedas perdonarme y lamento que tenga que ser de esta manera."

Lexa

¿Vivir como tanto espero? ¿A qué diablos se refería con eso? La vida que tanto esperaba era con ella a mi lado. Fuese como fuese, aunque el mundo se estuviese cayendo la quería a Lexa conmigo. Podía llegar a entenderla, en algún punto quería ponerme de su lado y comprender que si yo fuera ella haría lo mismo. Sería capaz de todo por verla feliz, por verla segura y probablemente eso incluiría dar mi vida a cambio. Pero en ese momento me encontraba tan negada que solo me enfocaba en todo lo que estaba perdiendo yo. Estaba volviendo a perderla. Otra vez. Una vez había sido suficiente, el dolor había sido suficiente. No me creía capaz de llorarla de nuevo, de extrañarla y de pensar que podría haber habido una segunda oportunidad y no supimos aprovecharla. Las lágrimas me ahogaban y para ese entonces Raven se encontraba frente a mí sin entender. Tomó la carta que llevaba entre las manos y ni bien terminó de leerla me abrazo y me hizo sentar en la cama para que me tranquilizara.
-Rubia, calma.-dijo dándome una apretón en la pierna- Es lo que ella quiso.
-¿Como puedes decir eso, Raven? Aún sabiendo lo que ella significa para mí.- pronuncié irritada.
-Porque sé que tú harías lo mismo en su lugar- me regaló una pequeña sonrisa, pero no se la devolví.
-Quiero arreglar las cosas, no puedo permitirme perderla otra vez.
-Lo sé, Clarke. Habla con Abby, iré con Bellamy y los demás, tal vez podemos solucionar las cosas.
-Para este entonces ella ya debe estar en la nación de fuego. Sabes lo que harán con ella, no puedo permitirlo- dije entre sollozos.
-Lo sé, iremos por ella pero necesitas hablar con tu madre primero.- asentí y desaparecí de la habitación en busca de mi madre.
Para mi sorpresa cuando abrí la puerta de la habitación de mi madre, la escena que mis ojos vieron no era la adecuada para el estado emocional que llevaba dentro. Mi madre trató de arreglarse la camisa que llevaba ya desabrochada mientras Kane se sujetaba los pantalones y ambos actuaban como si no hubiese sucedido nada.
-Clarke- negó mi madre como si fuese a decirme que tenía una explicación. No necesitaba explicación, eran pareja, estaba claro que hacían esas cosas como yo misma lo hacía con Lexa antes, pero supongo que notar que tu hija te había pillado en ese momento no debía  ser nada cómodo.
-Necesitamos hablar, en este momento.- aclaré y me di media vuelta para salir de la habitación. Ella me siguió cerrando la puerta y me detuve para mirarla a los ojos.
-Clarke, lamento lo que ocurrió recién...-pronunció.
-Lexa se entregó- la interrumpí y su rostro se desfiguró completamente.
-¿Cómo? ¿Huyó?- asentí y ella me acarició el brazo para contenerme.
-Sabes que debo ir por ella, solo necesito tu permiso.
-Clarke...
-Mamá no podré soportar perderla de nuevo. Sabes que la amo, entiende que debo ir a hacerla entrar en razón.
-No quiero que resultes lastimada, hija.
-Porque me amas puedes entender que tampoco quiero que ella resulte lastimada.
-Lo sé, prométeme que no harás ninguna locura.
-Es Lexa, no puedo prometerte nada- dije mientras me acercaba para abrazarla. Me dio un beso en la mejilla y corrí en busca de los chicos.
Luego de un rato Octavia y yo ya nos encontrábamos arriba de los caballos. El resto había decidido ir en uno de los transportes. Llegaríamos en aproximadamente una hora y rezaba para ese entonces que nada hubiese sucedido.

Las puertas de la nación del fuego se visualizaron a lo lejos. Estábamos en un territorio que no nos pertenecía y nuestros cuerpos lo podían sentir. Miedo, terror e inseguridad. Eso era exactamente lo que sentíamos. La realidad era que no habíamos pensando ningún plan, todo sucedió demasiado rápido y no hubo tiempo para discusiones. Nos detuvimos antes de que los guardias pudieran vernos y aprontamos las armas.
-Podemos intentar entrar por otro lado- pronunció Jasper.
-Sería lo ideal pero apuesto a que no tienes idea por donde- exclamó Bellamy y Jasper negó.
-Si matamos a los guardias desde una distancia prudente tendremos el camino despejado- volvió a pronunciar Jasper.
-Las balas generarán mucho ruido, llamaremos la atención y será peor.- dije.
- ¿Entonces simplemente tocaremos timbre?- dijo Octavia.
-Debemos generar una distracción. Monty y Jasper pueden presentarse en la puerta, los guardias bajaran y podremos atacarlos sin la necesidad de usar balas.- aportó Bellamy.
-Esperen- exclamó Monty no muy a gusto con la idea.-¿Que sucede si los guardias no bajan y envían a otros?- preguntó.
-Monty tiene razón, si los capturan a ellos también tendremos más problemas y sabrán que estamos aquí, es muy arriesgado.
-Gracias por pensarlo- exclamó Jasper algo más aliviado.
-No tenemos mucho tiempo, debemos entrar sea como sea-exclamé inquieta.
-Entonces lo haremos rápido y a nuestra manera.- dijo Bellamy.
-¿Cual es nuestra manera?-preguntó Jasper curioso.
-Haciendo ruido- respondió y lo miré confundida.

Sil
Perdonen la demora! Espero que les guste. ¿Como creen que entraran a la nación? ¿Se saldrán con la suya?

AND WE MEET AGAIN - CLEXA (Lexa y Clarke) EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora