Pacífica

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Jasper se limitó a negar con la cabeza por milésima vez mientras yo trataba de convencer al resto. Bellamy sabía lo mucho que yo amaba a Lexa y probablemente la idea de que esta recuperara su memoria y el amor fuera recíproco no le agradaba para nada. A pesar del cierto enamoramiento que tenía por mí al mismo tiempo quería verme feliz y sabía que de todas formas con Lexa de vuelta no empezaría una relación con él.
-Esta bien, pero esto no le gustará a Abby- dijo Bellamy apoyando ambas manos sobre la mesa.
-¿Cómo eres capaz de aceptar lo que dice?- pronunció Jasper irritado.
-Mi madre me entenderá- dije sin darle importancia a lo que acababa de decir Jasper.
-Clarke, Abby es tu madre pero también está al mando- pronunció Raven tratando de hacerme entrar en razón- No va a estar de acuerdo en poner a toda su gente en riesgo para obtener la inteligencia artificial, que ni siquiera sabemos si funcionará-concluyó mirándome directamente a los ojos.
-Hablaré con ella, trataré de que Kane no se entere, al menos por ahora-dije cruzándome de brazos.
-¿Qué harás si no está de acuerdo?- preguntó Jasper agotado.
-Pues tendré que arreglármelas sola-dije aún  sabiendo que sin ayuda no podría hacerlo. Todos quedaron en silencio y volteé para ver a Lexa. Para mi sorpresa la silla donde descansaba hacía nada más unos minutos estaba vacía. Sabía que no iría muy lejos así que crucé la puerta mientras el resto analizaba la preocupación en mi rostro. Recorrí las afueras de Arkadia pero allí no había rastro de ella, opté por buscarla en la enfermería pero no tuve suerte. Fue cuando pasé por la puerta de mi habitación que la vi sentada en mi cama. Suspiré aliviada e ingresé cerrando la puerta. Ella ni siquiera levantó la vista para verme, solamente contemplaba uno de mis dibujos. El corazón se me aceleró cuando vi el rostro de Lexa plasmado en la hoja. No podía ni imaginar la clase de pensamientos cruzados que podrían haber en su cabeza al ver que la había dibujado.
-Parece que te gusta mi habitación- dije ya que era la segunda vez que ingresaba allí en el día. Mis palabras lograron captar su atención y desconcentrarla del lienzo. Ella levantó su rostro y sus ojos fijos en los míos lograron desestabilizar cada parte de mi cuerpo. Si había algo que amaba de ella era su forma de mirar. El mundo podía estar desmoronándose a nuestro alrededor pero en sus ojos verdes siempre encontraba la paz  que necesitaba. Ella era pacífica de una forma casi imposible de creer. -¿Por qué te fuiste?- pregunté sentándome a su lado.
-Los escuché, Clarke- dijo haciendo una pausa para volver a colocar el dibujo sobre la cama- Mis recuerdos volverán con el tiempo, no es necesario que hagas todo esto- dijo.
-Lexa hay muchas cosas que tú no sabes y creo que decírtelas lograrían confundirte aún más- dije y ella se limitó a asentir aunque podía notar la tristeza en su rostro. Maldición, cada una de sus expresiones me hacían desearla más, tenía que aprender a enfocar mi mente en otra cosa. Ella se recostó sobre mi cama contemplando el techo, parecía no querer irse de ahí y de todas formas tampoco quería que se fuera. Era totalmente injusto tenerla tan cerca y no poder siquiera abrazarla. Injusto y doloroso. Me quedé en silencio esperando a que se me ocurriera algo que decir, por suerte fue ella la que suspiro tratando de romper aquel silencio tan tenso.
-¿Quién eres tú, Clarke?- preguntó y la piel se me erizo. Ella no dejaba de mirar el techo lo que me ponía más nerviosa.
-Solo soy yo- dije y me sentí una completa estúpida. Quería decirle que era el amor de su vida pero no sabía cómo iba a tomárselo. Supuse que los ideales y valores de la Lexa que había conocido eran exactamente iguales a la que tenía enfrente, eran la misma persona pero me costaba creerlo.
-¿Cuándo me dirás la verdad?- preguntó incorporándose en la cama y volviendo a enfocar sus ojos en los míos.
-Te prometo que lo haré- dije y le sonreí. Mi madre irrumpió en la habitación y nos observó de manera extraña, seguramente pensó que su memoria había vuelto al vernos encerradas en una misma habitación. Le hice una expresión con la cara para que quitara esa preocupación de su rostro y pareció entender.
-¿Dormirás aquí?- le preguntó a Lexa y la odié por eso.
-Si a Clarke no le molesta- pronunció Lexa y mi esperanza se evaporó. Tenerla aún más cerca no mejoraría las cosas en mi interior pero de todas formas quería que se quedara allí conmigo, quería protegerla y amarla aunque ella no lo supiera.
-Claro que no- dije tratando de no mostrar demasiado interés.
-Genial, le diré a los chicos que coloquen una cama junto a esa pared- dijo mi madre señalándola. Ambas asentimos y se retiró dejándonos en otra situación incómoda.
-¿Acaso esto fue una plataforma espacial?- preguntó mirando a su alrededor y recordando donde estaba.
-Lo fue- asentí sin ganas de contar toda la historia.
-¿Cómo terminaron aquí?- preguntó interesada.
-La versión corta consiste en falta de oxígeno. No tuvimos otra opción.
-Supongo que yo entro en la versión larga, ¿verdad?- dijo y rió para mí sorpresa.
-Supongo- dije y me uní a su risa. Dios, era hermosa. Ella y su sonrisa. Tal vez me encontraba en un sueño del que despertaría pronto. Me habían devuelto a la persona que más había sabido amar sin dar nada a cambio ¿cómo era posible?

Sil
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AND WE MEET AGAIN - CLEXA (Lexa y Clarke) EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora